35 años han pasado ya desde el estreno de 'Depredador', una de las películas más míticas de los años 80 que mezclaba acción y ciencia ficción de forma excelente. Su éxito propició que se convirtiera en una franquicia, pero lo cierto es que ninguna de sus posteriores entregas se acercó al nivel exhibido por la cinta dirigida por John McTiernan con un Arnold Schwarzenegger en plenitud física.
Estando tan reciente el anterior intento -la estimable 'Predator' firmada por Shane Black- que no logró el éxito esperado en taquilla, sorprendió que 20th Century Studios pusieran tan rápidamente en marcha una nueva película de la saga. Eso sí, en esta ocasión toca ir hacia atrás en el tiempo, ya que 'Predator: La Presa' se sitúa en 1719 para enfrentar a una joven guerrera de la Nación Comanche contra una de estas sádicas criaturas.
Por desgracia, 'Predator: La Presa' se estrenará finalmente en streaming y no en cines. Ni siquiera las múltiples alabanzas que recibió durante la pasada Comic-Con han servido para que haya un cambio de planes, algo lógico si tenemos en cuenta los motivos que dio Dan Trachtenberg, director de la película, sobre su lanzamiento directo en plataformas -en Hulu en Estados Unidos y a través de Disney+ en España-. Sin embargo, lo que más debería importarnos es que estamos ante un espectáculo salvaje, primitivo y visceral que sabe integrar perfectamente el hecho de que su protagonista sea una joven guerrera muy hábil pero constantemente menospreciada.
Una base muy sólida
Una cosa que conviene tener claro es que el guion de Patrick Aison se lo toma con cierta calma a la hora de llegar al momento en el que el Predator pasa a primer plano. La película tiene un tramo inicial más centrado en presentar a Naru, la joven comanche interpretada de forma muy convincente por Amber Midthunder, y cuál es su papel dentro del pueblo comanche al que pertenece.
Esa base es imprescindible para dotar a 'Predator: La Presa' de una identidad propia, pues el salto atrás en el tiempo también va asociado a una tecnología más reducida por parte de la criatura, quien no tarda en dejarse notar por las víctimas que va dejando a su paso. Por ahí se va introduciendo un factor desestabilizante que causa extrañeza en la protagonista, que es la única que parece darse cuenta de que algo extraño sucede.
Todo eso me llevó a pensar inicialmente que a la película le costaba un poco arrancar, pero me ha acabado quedando claro que no dejan de ser unos cimientos vitales para que lo que llega después no acabe resultando otra más de la saga. Ese trabajo de ambientación resulta esencial para meternos de lleno en lo que perfectamente podría ser la primera visita de uno de esos seres a nuestro planeta. De ahí que al principio se centre en ir identificando posibles amenazas para marcarlas como sus presas.
La lucha por la supervivencia
Dicho esto, cuando realmente brilla 'Predator: La Presa' es cuando ese factor de lucha por la supervivencia vital tan característico de la saga pasa a primer plano, tanto por la contundencia con la que Trachtenberg ejecuta las escenas de acción, en las cuales también hay un notable trabajo de montaje para que luzcan lo mejor posible, como por el hábil manejo del suspense para que todo esto no sea una simple carnicería.
Además, la película cuenta con un solvente uso de la narrativa para que el hecho de que todo acabe girando alrededor de su enfrentamiento con Naru tenga todo el sentido del mundo. Como apuntaba antes, aquí sus habilidades como guerrera son constantemente menospreciadas y es a partir de ahí donde llega el crecimiento de un personaje que se convierte por méritos propios en la mejor heroína de acción que Hollywood nos ha dado durante los últimos años. No se me ocurre ninguna a su altura posterior a la Furiosa de 'Mad Max: Furia en la carretera', la verdad.
No me olvido tampoco del estimulante trabajo visual del director de 'Calle Cloverfield 10', y con eso no me refiero al jugoso uso del gore, sino a que el lugar en el que transcurre la historia también tiene importancia, desde el uso de la niebla hasta ese necesaria sensación de aislamiento que predomina en todo momento. Y es que no es lo mismo ser tu el cazador que el objetivo de una criatura entrenada para acabar con cualquiera que se le ponga por delante.
Más allá de eso quizá algunos echen en falta más personajes con entidad -solamente hay uno que la tiene aparte de la protagonista-, pero lo que plantea la película tampoco lo necesita. 'Predator: La Presa' es la historia de Naru y de cómo tiene que acabar demostrando su valía contra el depredador más letal. Y ahí pocos peros, si es que hay alguno, se le puede poner a la película.
En resumidas cuentas
Me tengo que sumar a todos los que han dicho que 'Predator: La Presa' es la mejor película de la saga desde la primera entrega. De hecho, tampoco me sorprendería que algunos espectadores la encumbren como la mejor de todas. No creo que llegue a tanto, pero ojalá más películas así, que lo único que me molestó un poco fue haberla tenido que ver en casa y no en un cine.
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