Si algo ha dado dinero, ¿por qué no vamos a hacer una secuela que seguro que tiene tanto más éxito que la primera entrega? Muchas veces da la sensación de que a eso debemos la existencia de no pocas películas, ya que no deja de ser la única explicación posible. De hecho, hay ocasiones en las que se modifican guiones que nada tenían que ver con la saga para adecuarlo a la misma. Igual serían mejores sin esos cambios, pero también quizá nunca se hubieran hecho.
Desconozco si ‘Poli de guardería 2’ (‘Kindergarten Cop 2’) nació directamente como una secuela de la cinta protagonizada por Arnold Schwarzenegger, pero la verdad es que transmite la sensación de querer seguir la moda de los últimos tiempos de hace** una especie remake encubierto de la primera entrega**. No obstante, lo realmente importante es que no es ese insulto a la inteligencia que fácilmente podría haber sido, pero tampoco es, ni mucho menos, buena.
Una secuela low cost en todos los sentidos
Apenas son necesarios unos instantes para comprobar que ‘Poli de guardería 2’ no ha sido lanzada directamente al mercado doméstico por casualidad, ya que sus responsables ni siquiera tenían la suficiente confianza en la imagen de marca como para realizar una obra con aspiraciones a arrasar en cines. A decir verdad, se ha hecho con bastante celeridad y uno de los principales sacrificios realizados es un apartado visual bastante pobre y más propio de una producción audiovisual televisiva de baja categoría.
Esto remarca la sensación de producto de bajo coste en el que lo realmente importante es tener la película lista para la fecha prevista en lugar de ahondar en más detalles. Es cierto que eso cada vez tiene una mayor presencia en Hollywood, pero en cintas como ‘Poli de guardería 2’ brilla con especial intensidad, ya que la inocua puesta en escena de Don Michael Paul, últimamente especialista en secuelas que nadie pedía -suya es también ‘Jarhead 2’-, hace bien poco por matizar esa sensación.
De todas formas, tampoco es que ‘Poli de guardería’ (‘Kindergarten Cop’) tuviese un trabajo de dirección memorable por parte de Ivan Reitman o que visualmente deslumbrase, ya que la verdadera gracia del asunto estaba en la actuación de Arnold Schwarzenegger y, en menor medida, en el guion de Murray Salem, Timothy Harris y Herschel Weingrod. No puedo decir que su secuela mejore en algo a la primera en esos apartados, pero al menos sí hay cosas a destacar positivamente.
Lo más sorprendente es la entrega Dolph Lundgren en lo que supone un notable cambio de registro que abraza con entusiasmo, aprovechando bastante bien las veces que el libreto le da buen material, que tampoco son muchas, y logrando salvar algunos momentos que en otras condiciones podrían haber dado bastante pena. Con todo, milagros tampoco y también hay unas cuantas escenas en las que acaba cayendo en el ridículo y la falta de rumbo dominante.
Esto último es precisamente el mayor problema de ‘Poli de guardería 2’, pues es cierto que la primera entrega tenía ciertos problemas de tono a la hora de equilibrar su vertiente más cómica con la trama criminal, pero aquí es algo que sucede en todo momento y en todos los frentes. La cuestión es que simplemente parece que sus responsables no saben qué quiere que sea y tan pronto propone alguna idea interesante como cae en un nivel abismalmente malo -el momento taser, en fin, sin comentarios-
’Poli de guardería 2’, simplemente mala
Eso produce una sensación de deriva constante, en especial a partir de que Lundgren ya empieza a estar más aclimatado como profesor, pues es durante esa fase cuando ‘Poli de guardería’ resulta más simpática al tener menos problemas de tono. Tampoco es que les saque verdadero partido, pero apuntes como los referentes a la corrección política reinante a la hora de educar a los chavales sí que me hicieron tener claro que esto no iba a ser una completa pérdida de tiempo.
Por desgracia, el libreto de David H. Steinberg parece desesperado por introducir la mayor cantidad de humor posible en lugar de dar un mínimo de cohesión al relato, y de ahí salen salidas de tono o frases presuntamente graciosas que me hicieron agitar la cabeza con incredulidad. Aparte, su interés en dar un mínimo de entidad al resto de personajes roza lo patético, ya que son o relleno necesario o mero blanco de esa necesidad cómica que mencionaba.
Eso también da pie a que en lugar de intentar desarrollar un poco las relaciones entre los personajes -no es casualidad que cuando menos mal funciona es cuando le da una mínima importancia a este punto-, prefiere centrarse en incluir situaciones pretendidamente cómicas que lo único que lograron en mi caso es que simplemente me cansara y quisiera que llegase el final de una vez. En su "defensa" conviene destacar que el talento de varios de los actores adultos brilla por su ausencia...
Tampoco esperéis gran cosa cuando la acción gana importancia -tanto al inicio como al final-, ya que ahí vuelve a notarse que es una película barata hecha con prisas y sin ningún atisbo de personalidad. Sin embargo, sí que se acerca más a ser un pasatiempo de bajo nivel pero digno, que en el fondo no deja de ser su objetivo en todo momento. Para comedias con aspiraciones ya tenemos otras, y ahí el problema puede ser que se pasen de ambiciosas y tampoco sepan estar del todo a la altura.
En definitiva, ‘Poli de guardería 2’ no es una película que vaya a recomendar a nadie, ya que ni tan siquiera considero que llegue a ser un entretenimiento aceptable, pero tampoco es ese desastre absoluto que tanto yo como muchos de vosotros seguramente temíamos que acabara siendo. Simplemente es una mala película, con escenas que sí llegan a ese bajísimo nivel que tanto miedo nos daba, pero a cambio Dolph Lundgren da bien la talla y hay cosillas curiosas aquí y allá. No es mucho, pero ya es algo.
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