En 2019, Nathan W. Pyle publicó por primera vez en la web las pequeñas historias de un planeta muy parecido al nuestro habitado por seres azules. Todo un "estudio" observacional de la humanidad en pequeñas cápsulas que obtuvo mucha popularidad y, cuatro años después, una adaptación que se puede ver en Apple TV+.
Estoy hablando de 'Un planeta extraño' (Strange Planet), serie animada cocreada por Dan Harmon ('Rick y Morty') y el propio Pyle. Bienvenidos a un mundo de "venenos moderados", "criaturas ronroneantes" y acercamientos literales a objetos, personas y situaciones.
Debajo de esa apariencia de pequeña parodia de las cotidianeidades y de esas cosas características de la humanidad y nuestras "cosillas", asoma una comedia mucho más sencilla y blanca de lo que uno puede llegarse a esperar de algo de la factoría de Dan Harmon. No es problema de que el humor sea más o menos efectivo, simplemente acusa una falta de mordacidad.
Mejor en pequeñas dosis
Lo que, la verdad, en realidad no es malo. 'Un planeta extraño' apuesta por ser algo tierno y agradable para ver... algo que, por otro lado, es la marca de la casa de Apple TV para la mayoría de sus series. Sin embargo, se queda en un nivel que puede llegar a ser decepcionante por no saber exactamente qué contar..
Esto puede que sea porque lo que funcionaba en píldoras pequeñas, esos gags con los que Nathan W. Pyle nos deleitaba sobre el papel (pantalla) de una forma concisa, no lo hace tanto en su salto a la televisión. Puede que hayan mimetizado la estética del cómic (con su paleta de morados, azules y rosas), pero en cuanto a historia se han encontrado con un medio que les ha venido algo grande.
O, al menos, en su planteamiento de episodios de veintipico minutos. Lo que no quiere decir que no tenga su interés. El combo Harmon/Pyle sí que de algún modo trasciende al gag y presenta tramas y subtramas en los que pueden insuflar de una gran humanidad a estos personajes en lo que son explorados a un nivel prácticamente antropológico.
'Un extraño planeta' pide, por tanto, algo de paciencia para el espectador. Y, de hecho, los primeros episodios no funcionan tan bien como los siguientes. Es más, llegan a aburrir un poco en lo que tienen una lucha continua con un formato con el que apenas logran comulgar. Sin embargo aún con estos peros, tienen un aura de potencial no alcanzado que hace fácil el querer dar una segunda oportunidad.
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