'Pisando Fuerte', filmando suave

"Si miras a una dragqueen puedes ver a una mujer, si miras a un travesti puedes ver a Boris Yeltsin maquillado". Ésa es la frase con la que uno de los protagonistas explica la importante diferencia entre dragqueens y travestis, los cuales han servido siempre para realizar en principio comedias, y últimamente dramas que de una forma u otra nos han acercado a ese mundo donde los hombres se sienten mujeres. Es curioso que al revés haya menos películas, y las que hay no han tratado precisamente ese tema, sino más bien lo usaban de excusa para contar una comedia de situación, como por ejemplo, 'Victor o Victoria' de Blake Edwards donde todo eran risas y de las buenas. Claro que films como 'Boys Don´t Cry' ya eran otra cosa. Respecto al primer grupo, y ya me estoy liando, tenemos películas como 'Priscilla, Reina del Desierto' o 'A Wong Foo, Gracias por Todo Julie Newmar' que ahondan un poco más en el tema aunque no se alejan demasiado del tono de comedia. Un poco más dramáticas por así decirlo son films como 'Nadie es Perfecto' o 'Juego de Lágrimas'. 'Pisando Fuerte' narra la historia de un joven inglés que hereda de su padre una importante fábrica de zapatos, aunque lo de importante es más bien por épocas pasadas. Ahora, al borde de la ruina tendrá que enfrentarse a la prueba de si vuda si quiere salvar no sólo su imagen, sino los puestos de muchos trabajadores que durante años siriveron a su padre. Para ello tendrá una inspirada y loca idea: presentar una colección de botas femeninas para hombres.

La película se centra principalmente en dos personajes. Por un lado, el joven y nuevo dueño de la fábrica de zapatos, y por otro, el de Lola, un hombre que se siente mujer y que ayudará al primero a salvar su empresa. Probablemente el principal problema de la película es que nunca tiene el suficiente tiempo para dibujar completamente a los dos personajes, con lo cual en ese aspecto el film queda un poco deslavazado y eso se resiente en su resultado final. Incluso su primer encuentro es un poco forzado, como si no se les ocurriera otra forma de que se encontraran. Tal y cómo está mostrado en el film es poco creíble. Y también hay algunas decisiones finales de ambos personajes que están cogidas un poco por los pelos, pues simplemente están hechas para alargar un poco más la película y que el final tenga más emoción.

La película es una película amable que no se moja. Cuando digo amable no me refiero a que te da las buenas tardes cuando entras en la sala, no. Me refiero a que es un film agradable de ver y bienintencionado. Habla de sentimientos y de las buenas acciones, o al menos lo intenta. Y cuando digo que no se moja no es porque no le cae ningún líquido encima, no. Me refiero a que no profundiza totalmente en todas sus propuestas. Por un lado tenemos la entereza de un joven que se descubrirá a sí mismo llevando adelante un negocio para el que no sabe si está preparado. Y por otro, el de una dragqueen, harta de que los hombres la vacilen y también temerosa de que no la acepten debido a un trauma infantil. Y es aquí donde el film no se moja más que un poquito.

Los actores están todos correctos más o menos y yo destacaría a Chiwetel Ejiofor, quien reliza una excelente interpretación de Lola, muy conviencente, con sentido del humor y llena de vitalidad. A este actor lo habeis podido ver en la maja 'Serenity' haciendo de asesino implacable. A su lado Joel Edgerton no tiene mucho que hacer ya que el personaje más rico en matices es el de Lola, y Edgerton anda un poco cómo a quien interpreta: perdido. La chica de la película es Sarah-Jane Potts, una chica de singular belleza, y que aporta frescura a un personaje que parece de relleno y sobre el que recaen los aspectos más previsibles del relato. Aún así la actriz está convincente.

Julian Jarrold narra con cierta eficacia. A veces un poco sosamente o algo frío y otras le mete unas gotitas de pasión al asunto, que es precisamente en esos momentos cuando la película se anima. No obstante, no puede evitar cierta confunsión innecesaria y ciertas concesiones al espectador las cuales ya están demasiado vistas. Eso sí, el desfile final en Milán está mostrado con cierto gusto y sin ningún tipo de efectismo.

Una película pasable, con cierto encanto, el justito nada más, y que podría haber estado muchísimo mejor. Es muy probable que pase por nuestra cartelera sin pena ni gloria siendo mejor que otras que gozan del favor del gran público. No es ninguna maravilla pero sirve para pasar un rato agradable y agradecer que por fin no se use el manido tema 'I Will Survive' de Gloria Gaynor. No podía dar crédito a que este tema no saliera, eso es un tanto a su favor, no porque el tema me parezca malo, sino porque han recurrido a él demasiadas veces. Por cierto, las canciones, muy buenas todas.

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