Aunque no debería sorprendernos en exceso, el caso es que la nueva producción de la factoría Aardman llega para reivindicarse como una de las apuestas más imaginativas del año.
‘¡Piratas!’ es técnicamente sublime, rozando la excelencia en el nivel habitual de los estudios británicos, pero además se antoja como una historia de aventuras al más puro estilo clásico, llena de humor (muy british), de guiños y desbordante de imaginación.
‘¡Piratas!’, una pieza magistral en lo visual
Aunque estamos acostumbrados, dentro del cine de animación, a la perfección con la que suele trabajar Pixar, no podemos ignorar –ni mucho menos– el extraordinario trabajo que suele realizar Aardman Animation. Menos prolíficos, su trabajo en stop-motion es simplemente sublime, basta recordar dos de sus títulos más emblemáticos (‘Chicken Run: evasión el granja’ o la memorable ‘Wallace & Gromit: la maldición de las verduras’). Y con ‘¡Piratas!’ parece que incluso se superan en este apartado.
Amor por el detalle, con una puesta en escena mimada al extremo, se transmite con cada fotograma una genialidad visual fuera de toda duda. Pasión por el cine de género. En esta ocasión al clásico cine de aventuras y de piratas. Encontramos todos los tópicos, los ambientes, los personajes,… pero visto en stop-motion y con la genialidad de la creación en plastilina, muestran una nueva visión al género.
Todo ello ya se puede apreciar, con gran disfrute, desde los (maravillosos) títulos de crédito iniciales (y también los finales). Divertidísimos, repletos de creatividad y que te hacen sumergirte en la historia en unos segundos. Y que bien requieren nuevos visionados para recuperar los matices y detalles que apenas dan tiempo a saborear.
Una historia de aventuras con un humor muy británico
Aunque es cierto que recurrir al mundo de los piratas no resulta nada original (y quizás fue lo que menos me entusiasmaba en un principio), el resultado de la cinta dirigida por Peter Lord y Jeff Newitt supone una nueva y excelente aportación al género. Se afanan por recoger todos los elementos fáciles reconocibles por el público más infantil sobre piratas. Especialmente en lo referido al dibujo de personajes, donde logran aunar tópicos, pero aportando nuevos matices, muy sutiles, finos, elegantes y muy divertidos (basta conocer la tripulación del Capitán Pirata para darse cuenta que se ha trabajo muchísimo en este sentido).
Pero la historia, con la excusa de un concurso de piratas del año (guionizado por Gideon Defoe, propio autor del libro en el que se basa), da pie a una aventura inesperada, repleta de imaginación y con una máxima: diversión. Y se logra con una narración ágil, con la entrada constante de personajes que van a aportando su granito de arena a la construcción de un relato que alcanza grandes cotas conforme avanza (la presentación de la Reina Victoria y su posterior regreso esencial a la trama es un buen ejemplo). Es un gran acierto, complementar la aventura del protagonista y su tripulación, con las tramas secundarias que van enriqueciendo y aportando escenas brillantes.
Por encima de todo, en ‘¡Piratas!’ es el humor, en múltiples matices y posibilidades, el que acaba triunfando. Nos podemos encariñar con el Capitán Pirata y su peculiar mascota, pero sobre todo nos acabamos riendo con cada escena, a la que le sacan punta con especial tino. Es cierto que la flema británica, ese humor entre sarcástico y mero gag visual, está siempre presente, pero la película cuenta con muchos detalles para esbozar una sonrisa permanente. Solo el hecho de mofarse (y a base de bien) de una figura como la mismísima Reina Victoria (Vicky para el Capitán Pirata) es muestra del también tono subversivo y gamberro que contiene la película y que atesora a Lord como un cómico de altura.
Una joya de animación y una de las mejores películas del año
Puede parecer muy pretencioso, pero hay que reconocer que esta película bien merece ya cosiderarse una de las joyas del año. Sin duda. Visualmente es sublime, como ya he apuntado, con una animación en stop-motion que puede estar entre lo mejor hasta la fecha. Una historia de aventuras que nos hará recordar a los clásicos pero aportando nuevos matices. Unos personajes brillantes, divertidos y magníficamente detallados. Y una narración vibrante de principio a fin.
Suficientes argumentos como para sentirse plenamente satisfecho con este nuevo trabajo de la factoría británica. Y pide a gritos un nuevo visionado debido al desborde de imaginación visual que despliega el film. Repleto de detalles y guiños a cinéfilos (memorable aparición del hombre elefante) hacen que la película satisfaga a adultos y divierta a pequeños (aunque es cierto que en su ansia por contar tanto y con tanta diversión contenga algún altibajo mínimo pero que se suple con creces a base de imaginación).
Lamentablemente tuve que ver la película en versión doblada (¡con la voz de Iniesta!) pero tengo que repetir en versión original, puesto que solo oigo elogios por el enorme trabajo vocal de Hugh Grant.