Después del ritmo cogido en el tercer episodio, el 'Capítulo Cuatro' de 'Perry Mason' (que podéis ver en HBO España) vuelve un poco a la calma. Algo normal debido a que estamos en el tramo medio de la serie y es el momento de cierto estancamiento en el arco, a pesar de los avances y las nuevas pequeñas pistas que nuestro investigador persigue.
Este nuevo episodio, además, cuenta con cambios tanto en guion como en la dirección. El trío creativo formado por Rolin Jones, Ron Fitzgerald y Tim Van Patten es relevado por Steven Hanna y Sarah Kelly Kaplan al guion y Deniz Gamze Ergüven en la dirección. Quizás sea por eso por el que este se haya notado no sé si frío pero sí extraño.
Que en realidad en una serie de televisión estos cambios de guionistas y directores son habituales y son muy contadas las ocasiones en donde nos encontramos con algo completamente autoral. Sin embargo, aquí me ha dado la sensación de que no han sabido del todo amoldarse a las líneas maestras de la serie. Lo cual no es negativo pero sí que le pone un sabor diferenciado.
El cuarto hombre
'Perry Mason' y el caso de Charlie Dodson navega entre tres pilares: la investigación de Perry (Matthew Rhys), el uso del caso por parte de la Hermana Alice (Tatiana Maslany) y la preparación de la defensa de la madre (Gayle Rankin) por parte de E.B. Jonathan (John Lithgow).
Sin desdeñar la parte del protagonista, la teoría del cuarto hombre y la reconstrucción de la entrega del dinero en el funicular, aquí la historia ha estado en los otros dos pilares.
De hecho podríamos hablar de paralelismo entre Alice y E.B., cada uno en su campo, por supuesto. Son dos personas bajo mucha presión y que ven en peligro su trabajo. El colapso de la primera la tiene recluida en su casa mientras la Iglesia y sus asociados amenazan con quitarla de los focos. El segundo ve su carrera en peligro.
De serpientes y colibríes
El episodio comienza con una serpiente, como inesperada visita a la predicadora; termina con un colibrí, como la última visión de un abogado que se ha quedado sin esperanza. Está en su noche más oscura. Es viejo, ha vivido de todo y está decidido a ser juez, jurado y verdugo de su propio destino.
Es triste, pero este episodio hace que repasando los tres anteriores comprobemos cómo el personaje de Lithgow tiene ante él un caso que es tan importante como su propia existencia. Sus intercambios con Emily ya no son tanto consejos legales, sino sentencias para su propia vida. Para sus propios últimos cartuchos de un abogado que es consciente de que no solo lo tiene todo en contra, sino que el sistema está diseñado para ello.
Ahora hay que ver cómo afectará a Perry Mason la ausencia de su gran mentor, Jonathan. No es ningún secreto que en algún momento de la vida, el personaje de Rhys pase de investigador privado a abogado defensor. Lo que hay que ver, de momento, es cómo este caso seguirá sin su mayor paladín y si esta transformación se dará en los próximos capítulos de la serie.
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 3 Comentarios