No es sencillo comprender que en un lugar con tanto callo como el Fantastic Fest, 'La Perfección' haya resultado ser una de las películas que más expectativas generase el año pasado. La película de Richard Shepard, absolutamente delirante, está en Netflix desde este fin de semana.
Loca academia de violonchelistas
Uno de los mejores consejos que puedo dar a los aficionados del género es que intenten llegar a la película sin tener ni idea de lo que hay aquí. Llegar a 'La Perfección' a ciegas servirá al menos para que su trama, sus giros y los ases que se guarda en la manga funcionen en el espectador.
Partiendo de un arranque poderoso, donde el realizador de la extraordinaria 'Matador' advierte que esto va a recordarnos al De Palma más presumido, conocemos a Charlotte (Allison Williams, una de las estrellas de 'Girls' y una de las revoluciones de 'Déjame salir'), violonchelista prodigiosa y atormentada tras una mala racha vital. La joven viajará en busca de Elizabeth (Logan Browning), la nueva alumna estrella de su antigua escuela, la más prestigiosa academia musical de la historia del cine de horror. Y mira que tenemos reciente el remake de 'Suspiria'.
El encuentro entre ambas artistas tendrá consecuencias inimaginables tras una serie de rocambolescos vaivenes que terminan por situar la película en un ambiente infernal, absurdo e inesperado donde uno nunca irá por delante de la trama por mucho que piense lo contrario. Su constante búsqueda de puntos de giro locos y la puesta en escena de Richard Shepard hacen de ella una bizarra fiesta del género a la que puede que no todos estén invitados.
El poder de la música
A pesar de la fuerza de sus imágenes, de su arrojo y una desvergüenza que me atrevería a confirmar como voluntaria, es necesario querer jugar con el nuevo ejercicio de terror de Netflix. Cambios de tono, un ritmo que avanza a trompicones y la presencia de Allison Williams, que no ayuda al recordarnos la atmósfera del asombroso debut de Jordan Peele, impiden que nos tomemos demasiado en serio la propuesta.
Afortunadamente, el final recompensará ese constante sacrificio de la incredulidad por parte del espectador más escéptico. Su meta es la de ofrecer un espectáculo de horror atrevido que no desentone junto a propuestas (muy) superiores como 'Tusk' o la saga del ciempiés humano, títulos sin complejos que iban directos al grano. Y para llegar a ese grano, 'The Perfection', por momentos, parece dudar y buscar un atajo algo más simple y menos provocador.
Pero tranquilos, porque lo hace después de salvar un match ball de vergüenza ajena de primero de terror. Lo consigue en parte gracias al exquisito gusto musical de Paul Haslinger y la interesante fotografía de Vanja Cernjul.
Aunque la conclusión a la que lleguemos pueda ser un lugar común, creo que el viaje merece la pena. Shepard y sus co-guionistas Eric C. Charmelo y Nicole Snyder, se la juegan con un vehículo kamikaze directo al corazón de los fans con menos prejuicios del género. Si no estás seguro de pertenecer a tan selecto grupo, espera a ver la película.
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