Términos como woke se han vuelto de incesante discusión en los últimos años, con el panorama cultural siendo especial punta de lanza. La inclusión y la diversidad de voces, iniciativas de buenas intenciones, se encuentran una esperable resistencia de determinados sectores que no conciben las fracturas de sus status quo.
Pero estas actitudes han derivado también en una acomodación que es inherente a cualquier tendencia industrial o capitalista. Cuando algo parece un filón, se explota hasta que se establece una nueva normalidad que termina poniendo nuevas barreras. Diferentes limitaciones a las anteriores, pero limitaciones para determinadas voces. Es algo con lo que trata de reflexionar ‘American Fiction’.
El arte, ese mundo
La última de las nominadas al Oscar a mejor película que estaba pendiente de estrenarse en España acaba de hacer su llegada al streaming a través de Amazon Prime Video. Una sátira de la cultura woke escrita y dirigida por Cord Jefferson a partir de una novela de Percival Everett que opta a otras cuatro estatuillas, y apunta a favorita en la categoría de mejor guion adaptado por delante de ‘Oppenheimer’.
El nominado Jeffrey Wright interpreta a un escritor y profesor de literatura de raza negra y maneras pretenciosas. Sus libros no venden ni interesan, a pesar de que el momento cultural está proclamando su necesidad de “voces diversas” en campos como el suyo. Así, mientras tiene que lidiar con problemas familiares, se anima a escribir la peor novela posible, pero incluyendo todos los elementos de “realidad visceral” que el mercado le reclama.
La película es muy clara en lo que busca, con chistes con un toque de absurdo y también de sofisticación que tratan de señalar el poco abanico que realmente existe cuando se trata de diversidad. Su odisea por el universo literario se puede extender a cualquier rama cultural e incluso profesional, primándose determinados productos más consumibles. Irónicamente, su exposición ha terminado siendo bastante aplaudida por la industria, una paradoja que le toca sobrellevar como el año anterior lo hizo ‘El triángulo de la tristeza’.
‘American Fiction’: un enfoque limitado

Pero Jefferson quiere estar en misa y repicando. En su parodia de una industria simplona quiere también exponer a su protagonista y sus tendencias a mirar por encima del hombro a otras expresiones culturales. Ahí entra un componente de melodrama con bastantes intenciones clásicas, casi próximas al cine de James L. Brooks, aunque en el proceso termina dando unos bandazos con el tono que resultan mareantes (especialmente cuando entra el personaje de Sterling K. Brown).
‘American Fiction’ tiene, al final, muchos problemas de alguien que, aunque tenga experiencia previa en televisión, sigue siendo un director debutante. Su tercer acto trata de dar una pirueta final que dé la sensación de que se ha explotado el tema a conciencia, pero su aterrizaje es inseguro y trastabillado. Jefferson resulta más efectivo en una puramente faceta humorística, aunque sus mejores ocurrencias ya estaban en el tráiler, lo que sumado a su planicie visual deja una película ambiciosa pero regularmente rematada.
En Espinof:
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5 comentarios
juan.nassiff
Muy merecidas sus nominaciones, peroooo sabemos que mejor director y mejor película no se lo llevara, bacause reasons.
jush 🍑
Esta película es totalmente mediocre, y solo la escena donde comienza a escribir el libro tiene chicha.
Keysser
Yo le daría el de guión adaptado sin despeinarme. Puede que intente abarcar muchos frentes, pero me parece que nunca se pierde; es muy divertida, caústica, dispara con bala en varias direcciones y, aunque se moja, es lo suficientemente ambigüa como para montar un buen debate.
Y Jeffrey Wright, con ese vozarrón y ese glorioso cráneo, está maravilloso.
Ladderman
Creo que es una de esas películas que va de más a menos. Al principio me parecía sorprendentemente brillante, pero después ya empecé a tener la impresión de que habían jugado todas las cartas a mitad de película. Personalmente agradezco que sigan existiendo cineastas con capacidad para lanzar críticas que no dejen de lado el humor, pero creo que la parte melodramática no está al nivel de la satírica, y el resultado final queda muy descompensado.