El director de '30 días de oscuridad' regresa al género con una mezcla entre 'Jeepers Creepers' y 'La purga'
Una de las sorpresas inesperadas de este año de terror ha sido el estreno de Amazon Prime Video de la película ‘Dark Harvest’, el esperado regreso de David Slade al cine de género tras dirigir muchos episodios de series muy potentes como ‘Hannibal’. Ahora está de vuelta para aplicar de nuevo su estilizada mirada invocando a Stephen King en una fascinante fantasía rockabilly-horror que propone un juego de supervivencia adolescente con monstruo.
Durante el Halloween de un pueblo atascado en una época indeterminada, entre los años 50 y 60, un grupo de jóvenes debe cazar a un ser llamado Sawtooth Jack para evitar que los años siguientes se desate la calamidad sobre el municipio. Un punto de partida casi distópico que parte de una variación de ‘La lotería’ de Shirley Jackson, en la que los adolescentes son sacrificados al estilo de ‘La larga marcha’ de King, solo que, en este caso, la muerte sobreviene por el peligro que supone enfrentar a esta criatura con cabeza de calabaza.
La película se ha enfrentado a algunos problemas serios de producción que retrasaron su estreno tras un rodaje en plena pandemia, lo que ha dejado mella en montaje, aunque son inconsistencias que no impiden que ‘Dark Harvest’ siga siendo una verdadera rareza fabulosa en el panorama de terror actual, una premisa radical que cuenta una gran tragedia americana de padres sacrificando el progreso y las semillas de la próxima generación. En ella, Slade demuestra seguir siendo uno de los directores con un estilo visual más abrumador, con una fotografía azulada y llena de brillos en la oscuridad de Larry Smith.
Somos el futuro y nadie puede pararnos
Además, durante su núcleo central demuestra no cortarse con el gore en algunas de las muertes más impresionantes y bien realizadas del cine de terror de este año. Sin embargo no estamos ante un slasher, y la parte más violenta no es el corazón de la historia. El tercer acto afloja la revuelta y la sangre para adentrarse en el secreto del pueblo, el monstruo y la relación del protagonista con la conspiración, lo que lleva a un anticlímax amargo pero muy coherente con el ambiente desangelado previo que deriva en un final inesperado y muy oscuro que llega hasta el final de los créditos.
‘Dark Harvest’ transcurre en un mundo propio en el que parece como si ‘Battle Royale’ y ‘Los chicos del maíz’ hubieran engendrado junto al melodrama juvenil del cine de rebeldes de Coppola, las bandas de ‘The Wanderers’ y los relatos de noche de difuntos de Ray Bradbury. Los chavales llevan caretas de la mascota de los misfits mientras suenan los Damned, Eddie Cochran y clásicos de los 50 que aportan la energía a su relato de rebelión juvenil en un microcosmos que refleja el ideal patriarcal y racista de los EEUU de posguerra, dentro de una cultura de miedo que busca perpetuar un sistema cerrado.
El festival anual utiliza y motiva a los hijos del pueblo como tío Sam invita a luchar por el país, con promesas y recompensas que aprovechan los instintos y la mente manipulables de la adolescencia. Es impactante ver hoy una película en la que las chicas son relegadas sin justificación, pero todo encaja en una sociedad que se mira en una tradición que ha sido real. La única chica que participa tiene que hacerlo oculta, además es víctima de una segregación que solo se apunta levemente. No hace falta explicar demasiado en este mundo carburado por testosterona y acné.
Un futuro clásico de Halloween
Por ello ‘Dark Harvest’ funciona como pequeña fábula que relee los pilares de la cultura USA, de las chupas varsity a la tradición de coger caramelos —en una variación muy macabra—pasando por los grandes automóviles americanos, como lo hacía la ‘Christine’ de King y Carpenter. Por otra parte, el monstruo es una nueva recreación del clásico hombre con cabeza de calabaza que acecha en las noches de Halloween, que ha visto variaciones como ‘Pacto de sangre’ (1988) o Sam de ‘Truco o trato’ (2007), aunque también hay algo de la leyenda del espantapájaros Harold de ‘Historias de miedo para contar en la oscuridad’.
Recuperando la tradición del folk genuinamente americano, relacionado con cosechas, rituales secretos como ‘The Dark Secret of Harvest Home’ y tradiciones grotescas que se tragan sin cuestionar, esta rareza aparece ajena a modas y conecta con un tipo de cine de terror olvidado con monstruos y chavales sacrificiales que recuerda a ‘Jeepers Creepers 2’, sin renunciar a la parafernalia y los momentos fantasmagóricos (la escena del granero). Pero a pesar de ello, puede ser menospreciada por sus irregularidades.
Sin embargo, en un mes de camino a Halloween en el que los estrenos de género con más predicamento en salas han sido ‘Saw X’ o ‘El exorcista: creyente’ merece la pena cuestionar el sistema de distribución que relega este estreno a plataformas sin publicidad ni mucho movimiento, como si fuera una ‘Totally Killer’ o ‘The Conference’ más cuando, en realidad, ‘Dark Harvest’ es una de esas películas destinadas sino a tener un culto instantáneo, convertirse en una visita obligada de maratones de Halloween a los que este año debería añadirse la también maltratada ‘No tengas miedo’.
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