Es algo curioso los anacronismos que nos podemos encontrar en una ucronía según van avanzando los años. 'Para toda la humanidad' (For all Mankind) es un claro ejemplo de ello en lo que la temporada 3 de la excelente serie de Apple TV+ nos lleva por unos años 90 que bien podrían ser finales de los dosmiles.
La tesis es clara: en esta historia alternativa de la carrera espacial, la exploración astronómica y los avances tecnológicos van tan de la mano que si uno avanza lo otro también. Por lo que, aunque al espectador nos choca, es completamente lógico para la serie el ver monitores planos, teléfonos que permiten videollamadas, etc.
Pero más allá de estas anécdotas, la serie de Ronald D. Moore y compañía sigue poniendo el listón muy alto en lo que, tal como nos prometieron, Estados Unidos y la Unión Soviética ponen la vista en Marte. También nos prometieron un inesperado tercer jugador y, reconozco, que no me vi venir este pequeño giro.
El gurú
Y es que la temporada 3 plantea, precisamente, algo que estamos viendo desde hace un tiempo: que una empresa privada se lance a la exploración espacial. Así, la NASA de la serie tiene su propia SpaceX de Musk o Blue Origin de Bezos. De hecho, es difícil no pensar en estos ejemplos y otros de la cultura empresarial de "startups" cuando se nos presenta al visionario Dev Ayesa (Edi Gathegi).
Esta es quizás uno de los puntos más patentes en la intención de 'Para toda la humanidad' de plantear el relevo generacional. Los protagonistas ya están mayores, han vivido tiempos mejores y están viendo a sus hijos seguir sus huellas mientras llega una empresa que busca revolucionarlo todo. Los tiempos están cambiando.
Esto no quiere decir que no sigamos teniendo esta guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Sigue estando y provocando más de un quebradero de cabeza. Al igual que el guion continúa explorando la evolución de la sociedad: desde la posibilidad de tener una mujer de Presidente en las elecciones de 1992 hasta la homosexualidad en el ejército.
Espectáculo algo deslucido
Sin embargo, si bien 'Para toda la humanidad' sigue siendo espectacular, también ha perdido algo de brillo. Abusa, ligeramente, de la ley de Murphy y su "todo lo que pueda salir mal, saldrá mal". Que es una máxima cierta y muy apropiada al vacío espacial en el que nos movemos.
Pero a veces estas escenas dramáticas y de tragedia quedan menos desarrollados de lo que debería, más propios de un resorte de guion de telenovela que de una serie tan bien hecha como esta. Funcionan, pero son menos interesantes que efectistas.
Y esto, definitivamente, hace que la temporada 3 pierda algo de vigor y de profundidad. Lo que no quita que siga siendo una de las series mejor rodadas y más asombrosas en lo visual que existen. La calidad y el diseño de producción sigue siendo puntero.
En definitiva, he disfrutado mucho con esta temporada 3 de 'Para toda la humanidad'. Es una de las mejores propuestas de ciencia ficción que podemos disfrutar año a año a pesar de que a ratos cojea de querer ser algo más melodramática de lo que debería.
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