Movistar+ se marcó un gran tanto hace más de un año con 'El Palmar de Troya', una estupenda docuserie que abordaba el insólito caso de una secta española. Ahora la compañía ha vuelto a colaborar con la productora '93 Metros' en 'Palomares: Días de playa y plutonio', una serie documental de cuatro episodios estrenada este 22 de abril que explora en clave de thriller el histórico accidente nuclear que tuvo lugar en nuestro país hace 55 años.
Un suceso que muchos asociamos de forma inexorable al baño que Manuel Fraga, por aquel entonces ministro de información y turismo de la dictadura franquista, se dio en la playa de Quitapellejos de la localidad de Palomares para intentar calmar los miedos de la población por el material radioactivo que se había esparcido por la zona fruto de la colisión entre dos aeronaves de Estados Unidos. Una imagen inolvidable, pero 'Palomares: Días de playa y plutonio' va mucho más allá de eso.
Sabe despertar la curiosidad
Todo documental está marcado por la presencia de sus responsables, quienes de forma más o menos decidida toman una decisión sobre cómo enfocar la historia real que están contando. Eso no tiene nada de malo salvo cuando lleva a la obra en cuestión a lo tendencioso, obligando a que sea el espectador quien decida hasta qué punto asume lo que ve en pantalla. Obviamente, 'Palomares: Días de playa y plutonio' no está exento de un posicionamiento, pero sí se notan los esfuerzos por retratar lo sucedido con la mayor ecuanimidad posible.
Eso es algo que Álvaro Ron, director de la serie, se ha encargado de resaltar durante la campaña de promoción de la docuserie, señalando que “Mi labor ha consistido en escucharles, en darles voz y dejar que sean ellos y su relato lo que construya la historia, ellos han marcado el guion, el resto ha sido edición”, pero 'Palomares: Días de playa y plutonio' es más que una sucesión de declaraciones, ya que, como apuntaba antes, ese trabajo realizado por Ron ha llevado a que estemos ante una obra con cierta naturaleza de thriller.
Eso lleva a que estemos ante una propuesta más juguetona de lo que uno podría esperar ante lo dramático del hecho real que aborda. No es que llegue a girar hacia lo cómico -aunque sí hay algún pequeño apunte más ligero aquí y allá que se agradece-, pero sí que se preocupa de armar un relato de tal forma que justificar el hecho de haber optado por una docuserie en lugar de por un largometraje documental.
Engancha sin dejar de ser meticuloso
Un buen ejemplo de ello lo tenemos con la forma de finalizar el segundo episodio, el cual no podrá verse en Movistar+ hasta la próxima semana, pero ya antes los responsables habían sabido equilibrar muy bien las necesidades entre retratar con la mayor profundidad posible todo lo sucedido, alternando el material disponible de la época con multitud de entrevistas a varios de los allí presentes cuando tuvo lugar el accidente nuclear e incluso reconstrucciones de diferentes momentos para dar un mayor empaque dramático a la serie, con la obligación de enganchar al espectador con una historia que ya podía saber de antemano a poco que se hubiese molestado en profundizar un poco en lo que aconteció en Palomares a partir del 17 de enero de 1966.
De esta forma, 'Palomares: Días de playa y plutonio' sabe recoger la gravedad de lo sucedido, con los intentos por encubrirlo por parte de las autoridades, los tiras y alojas entre los gobiernos de Estados Unidos y España para ver cómo intentar encontrar una solución y multitud de situaciones que uno quiere pensar que jamás podrían tener lugar en la actualidad. Hasta cierto punto eso era lo mínimo que se le podía pedir, ya que la fuerza de la historia se diluiría con una aproximación perezoso y aquí en todo lo que llevo visto se nota el mimo y la meticulosidad para intentar ser el documento definitivo al respecto, contando además con muchos más medios de los habituales en las partes para reconstruir ciertas situaciones.
Lo que otros quizá hubiesen descuidado es la necesidad de un montaje ágil para añadir dinamismo, pero también fruto de un plan bien detallado sobre lo que quiere trasladar al espectador. Es cierto que quizá la introducción se alarga un poco de más por la necesidad de presentar a demasiados implicados, pero una vez despega resulta muy complicado dejar de ver lo que propone, valiéndose al mismo tiempo de la máxima rigurosidad posible y ciertos trucos para enganchar al espectador, una mezcla que en otros casos podría haber hundido la credibilidad de 'Palomares: Días de playa y plutonio'.
En resumidas cuentas
Es verdad que disfruté más con 'El Palmar de Troya', probablemente porque allí había una cantidad de elementos para provocar el asombro y la incredulidad del espectador que 'Palomares: Días de playa y plutonio' tiene imposible alcanzar. A fin de cuentas, son hechos insólitos ambas, pero el accidente nuclear está más pautado por un encubrimiento gubernamental más o menos esperable en la época, mientras que el caso de los palmarianos sigue siendo uno de esos que cuesta creer que sucediera. Con todo, he quedado muy satisfecho con esta nueva docuserie de Movistar+ y ojalá sigan haciendo más con este nivel.
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