La cuarta temporada de 'Ozark' es la última de la serie, pero eso no quiere decir que a partir de hoy podamos ver su final. Y es que puede que Netflix fijase su estreno para este 21 de enero, pero también anunció hace tiempo que iba a dividir su entrega final en dos tandas de siete episodios cada una y hoy nos llega la primera.
Antesala del final de una de las mejores series originales de la plataforma, 'Ozark' vuelve a apostar por aquí por la calma tensa que siempre ha caracterizado a la serie. Su contundente desenlace deja claro que todo está a punto de saltar por los aires, cosa lógica teniendo en cuenta lo poco que queda por delante, y seguro que seremos muchos los que estemos allí para comprobarlo.
Cuidado con los SPOILERS de toda la cuarta temporada, incluyendo el final, a partir de aquí.
Las cosas se complican (aún más)
Estos siete episodios han tenido tres grandes focos de interés. El primero y más dominante es todo lo relacionado con la petición que Omar Navarro hace a los Byrde para que estos recuperen su libertad. Ahí la serie vuelve a exhibir su tendencia a que el control de daños sea lo más importante para sus protagonistas, pero la situación es cada vez más complicada y cualquier pequeño detalle puede provocar que pierdan el control de forma definitiva.
Eso es algo que ya vienen arrastrando de antes, lo cual provoca los otros ejes principales de estos días. Por un lado, el alejamiento de Jonah de su familia, sobre todo de su madre, en quien ha perdido toda confianza tras lo sucedido con Ben. Además, Wendy tiene que lidiar con sus demonios internos, los cuales amenazan cada vez más con hundirla por completo en el lado oscuro, pues cada vez hay más dudas sobre qué estaría dispuesta a sacrificar para que ella salga ilesa de todo el embrollo en el que se ha metido.
Todo eso es algo que el equipo liderado por Chris Mundy sabe manejar con solturas, manteniendo ese ritmo pausado característico de la serie sin por ello renunciar en ningún momento a ese aura de peligro que sobrevuela en todo momento. Algo patente ya sea a través de la actitud de los personajes o incluso resaltando la sensación de peligro en situaciones que ya deberían ser cotidianas en una serie así como la adquisición de un cargamento de droga.
Como apuntaba el otro día, vuelve a llamar la atención que esta cuarta temporada mantenga la tendencia de la tercera de mostrar colores algo más claros en lo referente a la fotografía -sobre todo cuando la acción se aleja del hogar de los Byrde-, un poco como si así estuviera ilustrando cómo Marty está consiguiendo avanzar en lo que parecía una situación condenada a acabar con su familia y él muertos. A lo largo de la serie ha ido acercándose cada vez a recuperar su libertad, pero queda la sensación de que es un falso rayo de esperanza antes de que todo vuelva a ennegrecerse ya para siempre.
Y es que los últimos episodios de esta tanda han ido encaminados a que todo se complique aún más, con el personaje interpretado por Jason Bateman escapando de una muerte segura a última hora. O quizá solamente aplazándola un poco más, pues tanto él como su familia se enfrentan cada vez más a una batalla contrarreloj y 'Ozark' no puede ser una serie en la que los Byrde vuelvan sin más a su vida normal tras todo lo vivido.
Con todo, lo que ha hecho que ese delicado equilibrio se rompa definitivamente es la ejecución de Darlene, una excelente villana secundaria nunca suficientemente reconocida, y Wyatt a manos de Javi. Si la Ruth de Julia Garner siempre había sido el mejor personaje de la serie, no me quiero imaginar la de alegrías que va a darnos ahora que está desatada y con sed de venganza. Asumo que probablemente muera por el camino -aunque la idea de ser la única superviviente y levantando su propio imperio criminal no suena nada mal-, pero hacía falta algo así para terminar de precipitarlo todo.
Obviamente hay otros detalles y subtramas que podrían complicarlo todo más y que habrá que ir cerrando antes de que llegue la despedida definitiva -y me huele a que quedarán varios cadáveres por el camino-, pero por ahora ya se ha enfilado todo en la dirección adecuada. Puede que Marty y Wendy sigan queriendo ganar tiempo y ver si son capaces de salir de esto, pero aquí es cuando ha quedado claro que incluso ellos empiezan a estar desesperados. Y las prisas no son buenas consejeras.
En resumidas cuentas
Quizá siete episodios no eran necesarios para contarnos lo que hemos visto en esta primera tanda de la cuarta temporada, pero 'Ozark' se mantenido fiel a sus señas de identidad, ha sabido jugar con esa calma tensa tan característica y ha ido preparando a sus personajes de cara a un final que promete emociones fuertes. Ya solamente falta que Netflix ponga fecha de una vez a los siete episodios que quedan pendientes.
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