'Ozark' mantiene sus virtudes en la temporada 2 pero necesita dar un paso adelante si quiere alcanzar la grandeza

'Ozark' mantiene sus virtudes en la temporada 2 pero necesita dar un paso adelante si quiere alcanzar la grandeza

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'Ozark' mantiene sus virtudes en la temporada 2 pero necesita dar un paso adelante si quiere alcanzar la grandeza

‘Ozark’ llegó a Netflix en 2017 como una especie de respuesta tardía de la compañía a ‘Breaking Bad’. Los parecidos eran hasta cierto punto razonables basándonos en la premisa, pero la serie protagonizada por Jason Bateman y Laura Linney tardó bien poco en marcar un camino en el que la defensa de la familia forma parte esencial de sus actividades criminales, zanjando la primera temporada de forma potente.

El pasado 31 de agosto se estrenó la segunda tanda de episodios, manteniéndola así como una de sus grandes apuestas veraniegas pero acercándola más al inicio de la nueva temporada televisiva -recordemos que la primera se lanzó el 22 de julio de 2017-, ¿una forma de intentar llamar más la atención sobre ella? Podría ser, pero lo cierto es que sus virtudes se mantienen intactas, pero no ha terminado de dar el paso adelante allí donde no funcionaba tan bien.

La serie sigue creciendo

Temporada Dos Ozark

Uno de los nuevos elementos más estimulantes de esta segunda temporada son los tejemanejes de los protagonistas para conseguir abrir el casino por el que han apostado literalmente todo. Ahí entra en escena una parte política que perfectamente podría haber sido un embrollo o una forma de estirar artificialmente la historia, pero lo cierto es que se ha integrado muy bien en la historia y permite a Linney lucirse aún más en un personaje que en la primera temporada no siempre era tan agradecido.

No obstante, lo político no deja de ser un añadido para ahondar aún más en cuál es exactamente el límite que tienen los dos protagonistas para garantizar su supervivencia y la de los suyos, permitiendo tanto a Linney como Bateman jugar más con sus interpretaciones pero también diferenciarlos por mucho que hagan frente común de forma constante -él en todo momento parece aceptar lo que sea durante los tres episodios que he podido ver hasta ahora, mientras que ella sí impone un límite claro-.

‘Ozark’ es una de esas series que se toman su tiempo para todo en lugar de buscar el impacto instantáneo, algo que quizá desesperó a algunos espectadores durante la primera temporada tras su potente arranque, tanto el cambio que había entre el primer y el segundo episodio como por el hecho de que no siempre manejaba con la soltura adecuada ese ritmo reposado que en ocasiones confiaba demasiado en la peculiar atmósfera del lugar en el que sucedían los hechos.

‘Ozark’ aún tiene margen de mejora

Escena Temporada Dos Ozark

Es ahí donde me acuerdo bastante más de ‘Better Call Saul’ que de ‘Breaking Bad’, ya que sus responsables habían alcanzado ya una madurez absoluto para manejar los tiempos con maestría y conseguir que todo se desarrolle con una marcada lentitud sin dejar de resultar apasionante en ningún momento. Eso no sucede en el caso de ‘Ozark’, donde es cierto que se opta por un ritmo más vivo, pero también se cae a veces en la parsimonia sin saber siempre cómo manejarlo con acierto.

Este punto se tiende a compensar tanto por el buen hacer de los actores -ahí no existe el más mínimo pero que ponerle a la serie- como por el interés creciente de sus líneas argumentales, pero en ocasiones da la sensación de estar dando un poco vueltas sobre sí misma. Hay que rellenar un número de episodios y puede que simplemente haya material para menos. Eso se notó sobre todo en el tramo inicial de la primera temporada pero es una sensación que reaparece de tanto en tanto.

Con todo esto no quiero decir nada malo del muy solvente trabajo de puesta en escena de ‘Ozark’, pero sí recalcar que aún le faltan varios pasos por dar para pasar a ser una serie imprescindible, siendo ese un aspecto donde veo margen de mejora, sobre todo en saber compensar los detalles donde el guion no da en la diana. Hasta ahora presentó sus cartas de entrada y se ha mantenido constante, pero le sigue faltando algo para ser memorable.

En definitiva, ‘Ozark’ sigue mereciendo la pena por los mismos motivos que en su primera temporada y ha compensado parcialmente sus aspectos menos estimulantes, pero aún le falta seguir creciendo si quiere convertirse en uno de esos títulos obligatorios para todo amante de las series de televisión en lugar de ser una opción muy recomendable, que actualmente hay demasiadas como para poder llegar a ver todas.

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