Con su extraordinaria última aventura en formato largometraje aún reciente, la oveja Shaun reaparece en Netflix con una nueva tanda de cortos sobrados de los enredos habituales y las constantes rebeliones en las granjas. Por supuesto, su duración no permite un desarrollo con la complejidad narrativa de algo más largo, pero a quién le importa si el genio sigue ahí.
Pequeña rebelión en la granja
Estas nuevas aventuras ovinas no han perdido la frescura habitual de la casa, y además de ofrecer un rato frenético lleno de clase, amplía la categoría de personajes secundarios del universo de Shaun. Todo lo que ya funcionaba en la serie se potencia sin necesitar una sola palabra.
Como siempre pasa con las producciones Aardman, las nuevas aventuras de la oveja Shaun, destinadas a los más pequeños de la casa, terminarán conquistando antes a los mayores. Su capacidad para meter el dedo en la llaga desde el slapstick, aplicado a la vida en la granja en un mundo cada vez menos rural, no ha perdido la frescura.
A lo largo de sus breves pero infalibles episodios, la serie no se cortará a la hora de mostrar el lado menos humano de nuestro día a día, ofreciendo un retrato despiadado sobre algunos de los mayores miedos de nuestra sociedad, como perder el wifi. Como siempre, haciendo apología del activismo ambiental desde detrás de la carcajada, la creación de Nick Park no da puntada sin hilo.
Y es que, por primera vez, Aardman ha recibido la certificación por reducir su "huella" de carbono e incluir en su contenido una serie de acciones que respalden un futuro más sostenible: en la granja Mossy Bottom ahora tenemos paneles solares, turbinas eólicas y vehículos eléctricos.
Lo bueno si breve, doble episodio
Tras dos largometrajes tan potentes, el formato serial de la oveja británica necesitaba algo más de gasolina. Así lo han entendido sus guionistas, que pisan a fondo el acelerador del desorden caótico de la granja en una temporada que, si bien no está (porque no puede, ni debe) al nivel de las películas, sí se siente mucho más frenética que antes.
Eso se nota y así lo confirman sus creadores: "Comenzamos a grabar la serie nada más acabar la última película, y así heredamos gran parte de su estilo visual, más cinematográfico", comentó el director de la serie, Tom Parkinson, para Animation Magazine.
“También decidimos escribir historias más dramáticas. Aventuras en Mossy Bottom tiene como objetivo cerrar la brecha entre la simple narración de historias de la serie anterior y este material cinematográfico a mayor escala ... ¡con estos nuevos episodios casi tenemos 20 mini películas! Junto a los nuevos personajes, creo que le hemos dado una nueva dimensión a la serie".
Y es que esta nueva temporada presenta hasta cuatro nuevos personajes. Stash, una ardilla hiperactiva, Rita, la mensajera, y dos nuevos rivales para el granjero, la competencia formada por Ben y su sabueso afgano, Lexi. A pesar de un par de altibajos no especialmente pronunciados, la nueva temporada de cortos de Shaun y sus amigos se convierte de inmediato en una cita obligada para los fans de una compañía que sigue apostando fuerte por los sueños en stop-motion.
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