Se estrenan tantas películas que hay que hacer todo lo posible por llamar la atención del público, ya sea mediante gigantescas campañas promocionales, cosechando infinidad de críticas positivas o haciendo cualquier cosa para que tu largometraje destaque por encima de los demás. Una de las consecuencias de esto último es que hay productores que no dudan en dar luz verde a proyectos con premisas tan disparatadas que es imposible no sentir cierta curiosidad.
El problema es que dicha curiosidad muchas veces desaparece por completo en cuanto ves alguna imagen de la película en cuestión. Tiene todo un aspecto tan atroz que lo más inteligente parece salir huyendo. ‘Orgullo + Prejuicio + Zombis’ (‘Pride and Prejudice and Zombies’) podría haber sido perfectamente una de ellas, pero en la promoción se notaba cierto esmero para llevar más allá su loco punto de partida. Por desgracia, no es más que una agotadora tontería.
¿Para qué modificar la historia si no vas a hacerlo de forma decidida?
Es evidente que el principal atractivo de la película -y también del libro “original” de Seth Grahame-Smith- estaba en introducir muertos vivientes en la inmortal novela de Jane Austen. Una apuesta curiosa que se saldó con un gran éxito editorial, algo que los productores de ‘Orgullo + Prejuicio + Zombis’ querían replicar con una película que ha llegado demasiado tarde y cuando la broma en cuestión ya se había vuelto un tanto cansina antes de empezar a desarrollarla.
Su gran problema es que nunca termina de decidir si quiere ser un relato romántico, una comedia de terror o un pasatiempo gore, quedándose en tierra de nadie en todos los frentes. Ahí es donde resulta clave que, incluso cuando el guion da rienda suelta a la locura, opta por un enfoque demasiado correcto cuando la historia requería una tendencia hacia lo gamberro que ayudase a justificar el hecho de incluir muertos vivientes.
Como resultado de ello, todo lo relacionado con los zombis resulta curioso durante las dos o tres primeras veces que hace acto de presencia, pero luego se vuelve redundante, en ocasiones se fuerza más de la cuenta dando la sensación de que está ahí porque simplemente había que meterlo y, lo más grave de todo, simplemente no tiene gracia. ¿Qué sentido tiene añadir cosas si no te esfuerzas para que realmente destaquen y den un verdadero giro a la historia que estás contando?
Ese respeto mal entendido por el original de Austen acaba neutralizando todas las posibilidades que tenía ‘Orgullo + Prejuicio + Zombis’ de ser un buen divertimento -la irreverencia brilla por su ausencia-, y es una pena, porque en lo técnico se nota que han sabido aprovechar su ajustado presupuesto de 28 millones de dólares para realizar un efectivo trabajo de ambientación y también para que el diseño de los muertos vivientes sea bastante convincente.
’Orgullo + Prejuicio + Zombis’, interminable tontería
Obviamente, me habría gustado que se potenciase la vertiente de acción, siempre y cuando eso estuviera unido a ciertos cambios de guion y no fueran porque sí, y eso habría requerido de más dinero, pero en este punto la película cumple bien. Por ello, me da más rabia que llegue un punto, muchísimo antes de su final, en el que simplemente ya no me importa lo que sucede y tampoco lo que pueda pasarles a los personajes.
Ahí creo que ayuda el notable error cometido con Darcy, aunque no tengo demasiado claro si el gran culpable es la actuación de Sam Riley o del enfoque que se da al personaje desde el libreto. De lo que tengo dudas es de su escasa química con Lily James -ella cumple bien, sobre todo en las escenas más dinámicas-, ya que únicamente transmiten algo en la escena de su pelea tras pedirle algo ella a él. Por lo demás, indiferencia absoluta, algo bastante grave siendo el eje de la vertiente romántica de la película.
Por su parte, Burr Steers realiza un trabajo de puesta en escena funcional, pero eché en falta un poco más de nervio en las escenas de acción y también la energía necesaria para evitar que el interés vaya descendiendo paulatinamente para quedarse primero en mitad de ninguna parte y luego dejándote con ganas de que todo acaba cuanto antes. Además, desaprovecha a un reparto bastante estimulante que no es que lo haga mal, pero ninguno de sus integrantes llega jamás a brillar.
La cuestión es que el propio Steers es también el responsable del guion, por lo que quizá confiaba en que los hechos ya tenían la suficiente fuerza e ingenio en sí mismos. Se equivocaba, pero justo es reconocer que hay pequeños detalles aquí y allá -tampoco muchos- que en una buena película realmente elevarían el resultado final, pero que aquí quedan sepultados primero por su indecisión sobre lo que quiere ser y después por lo frustrante que acaba siendo.
En definitiva, ‘Orgullo + Prejuicio + Zombis’ es una película que no aprovecha el giro que da a una historia que ya hemos visto en infinidad de ocasiones. Además, no tarda en volverse repetitiva y jamás termina de tener claro lo que quiere ser, por lo que su delirante propuesta pronto agota al espectador. Pese a sus virtudes técnicas y a algún instante inspirado, acaba convirtiéndose en una tontería que ni siquiera sabe sacar partido a su condición. Lástima.
Otra crítica en Blogdecine: 'Orgullo + Prejuicio + Zombis', restando (por Alberto Abuín)
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