Cada vez son más las miniseries que tienen tanto éxito que sus responsables deciden seguir adelante con nuevas temporadas. Una decisión perfectamente lógica desde un punto de vista comercial, pero la cosa está mucho menos clara en lo artístico, pues hay ejemplos en los que salen bien y otros en los que muy pronto queda claro que seguir adelante con la historia era una mala idea.
En el caso de 'Operación Marea Negra' reaccioné con bastante escepticismo ante el anuncio de que Amazon Prime Video había encargado una segunda temporada. A fin de cuentas, la primera se basaba en una historia real y no había mucho más que rascar por ahí. A sus responsables no les ha quedado otra que tirar de inventiva y el resultado está bastante más conseguido de lo que esperaba.
Una serie distinta
Era inevitable que el la marcha de Álex González y el fichaje de Jorge López ('Élite') para dar vida a Nando se dejase notar, pero es que el propio personaje está en una etapa vital muy diferente -lleva ya dos años en la cárcel y eso se ha dejado notar tanto en su carácter como en el modo de enfrentarse a las cosas-, lo cual facilita las cosas tras el choque inicial.
Además, hay tantísimo personaje nuevo que 'Operación Marea Negra' pasa a ser una serie con poco en común con la primera entrega más allá de que en ambos casos se apuesta por el thriller como género dominante. La apuesta por el relato carcelario era inevitable en los primeros episodios, pero es que luego Nando pasa de repente a ser un genio de la manipulación para intentar sacar adelante un plan que no queda del todo claro hasta el quinto y último episodio de esta segunda temporada.
Por el camino, 'Operación Marea Negra' eleva la intensidad, pues es cierto que la primera entrega resultaba vibrante y no tenía problemas en echar mano de toda la contundencia que fuera necesaria en momentos concretos -pensemos por ejemplo en cómo se cerraba el arco del personaje de Nuno Lopes-, pero aquí eso se convierte en un recurso mucho más habitual para dejar claro desde el principio que los peligros a los que han de hacer frente sus personajes son mucho mayores. Y si de paso dejan escenas más impactantes, eso que salen ganando.
Más agresividad y menos verosimilitud
A cambio, la posible verosimilitud de lo que nos está contando es, siendo generosos, bastante reducida. No es que la primera apostase tanto por el realismo pese a basarse en algo que sucedió realmente, pero sí que había un ligero punto de patetismo en la historia de Nando que ayudaba a mantener un poco los pies en el suelo. En la segunda se opta por un enfoque mucho más peliculero para enganchar al espectador, complicando de paso la historia con muchos más frentes abiertos y ampliando otros sobre los que pasó un poco por algo en la primera tanda de episodios.
Eso también resta algo de humanidad a la serie, algo que se intenta potenciar de forma puntual con las apariciones esporádicas de Manuel Manquiña y Luis Zahera, pero a la hora de la verdad acaban quedando un poco fuera de lugar. Es como si 'Operación Marea Negra' quisiera recuperar de repente esos rasgos más cercanos pero no quisiera que afectase en nada al resto de elementos, y es una pena, porque al menos en el caso de Manquiña hay material para que el impacto de sus escenas sea mucho mayor.
Y es que la segunda temporada de 'Operación Marea Negra' es mucho más agresiva a todos los niveles, en buena medida porque Nando pasa de una posición pasiva a una activa. En la primera temporada no dejaba de ser un pringado en busca de una vida mejor, pero aquí urde un plan para recuperar el control de su vida y de paso vengarse por lo sucedido. Ahí es donde encaja mejor el cambio de un González más frágil y cercano por un López mucho más decidido y a mitad de camino entre lo misterioso y lo monocorde.
En resumidas cuentas
El bagaje final la sitúa a un nivel similar a la primera temporada, ya que se ve muy fácil y logra que el entretenimiento se imponga por encima de cualquiera de sus debilidades. Eso sí, 'Operación Marea Negra' sigue sin ser una gran serie en su segunda temporada, pero visto lo visto, no tendría ninguna problema en verme mañana mismo una tercera.
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