Parece que fue ayer cuando empezó 'Ojo de Halcón' y la serie de Disney+ ya ha pasado su ecuador. El estreno de 'Compañeros, ¿no?' sirve como inicio para la segunda mitad de temporada, algo que sus responsables han aprovechado para intentar encontrar un balance entre los momentos introspectivos y la acción.
Tras resolver con relativa facilidad el cliffhanger con el que finalizó 'Ecos' la semana pasada, 'Ojo de Halcón' parece tomarse un pequeño momento de respiro, tanto para que su protagonista disfrute un poco de las Navidades pese a estar alejado de su familia como para idear un nuevo plan de cara a resolver todo el berenjenal en el que están metidos Clint y Kate.
Cuidado con los SPOILERS a partir de aquí.
Resolviendo el cliffhanger
Como era de esperar, los primeros minutos de episodio tienen que lidiar con el hecho de que Eleanor (Vera Farmiga) y Jack (Tony Dalton) han pillado a los protagonistas con las manos en la masa, algo que cumple una función triple en el episodio.
La primera es acrecentar la sensación de peligro contra Kate, algo en lo que el episodio volverá a entrar más adelante y justifica las dudas de Clint sobre formar equipo con Kate. La segunda es que algo raro sucede con Eleanor y Jack. Lo más obvio es que él suponga una amenaza, pero ella también parece tener algo que ocultar. Y la última es volver a incidir en cómo la muerte de Natasha sigue pesando sobre Ojo de Halcón.
Todo eso se hace con agilidad, teniendo claro que no es el momento de pararse demasiado en ello, sino en cuál ha de ser el siguiente paso a dar por Clint y Kate. Esto es algo que la serie aprovecha para tomarse una pausa y dejar que su componente navideño pase a primer plano. Sospecho que habrá quien vea esto como mero relleno cuando en realidad son esos pequeños momentos los que dan más sentido a todo, sobre todo para acercar a ambos un poco más -de ahí que tenga sentido que Kate acabe descubriendo que en realidad él era Ronin- pese a la clara resistencia de él.
Los paralelismos entre Kate y Natasha
Es ahí donde entran los paralelismos que este episodio hace entre Kate y Natasha, especialmente obvios en el tramo final cuando el personaje interpretado por Hailee Steinfeld parece caer al vacío a una muerte segura. Ya antes se había incidido en ello cuando Eleanor intenta convencer a Clint de que deje tranquila a Kate, pero es que al final poco importa lo que él quiera, ya que ella no está dispuesta a que la dejen de lado.
Todo eso está claramente encaminado al momento en él que asuma una colaboración de igual a igual. Hasta ahora, Clint y Kate han logrado salir adelante a trancas y barrancas, pero la amenaza que se cierne sobre ellos es cada vez mayor. Todo apunta a que Maya planea algo contra la familia de él y Yelena ha hecho acto de presencia -pueda que tardemos en ver la cara de Florence Pugh, pero desde el primer momento es obvio que se trata de ella-, seguramente con la idea de vengar la muerte de Natasha. Claro que de entrada Clint no querrá que Kate corra ningún tipo de riesgo, pero todos tenemos bien claro que eso acabará sucediendo.
Además, hasta ese momento en el que Clint explica el peculiar inicio de su amistad con Natasha está llamado a tener un paralelismo con la que le une a Kate. Obviamente, aquí él no tiene la misión de acabar con ella, pero sí que siente cada vez más que estar cerca de ella puede llevarla a la muerte. Del mismo modo que en el caso del personaje interpretado por Scarlett Johansson sintió que quería abandonar su línea de trabajo, aquí es cuestión de tiempo que le quede claro que ella está llamada a grandes cosas en su rol de heroína. Me da que la posibilidad de que su propia familia se vea en peligro acabará siendo el detonante de que, por así decirlo, acepte a Kate como su compañera.
Unido a eso tenemos ese misterioso reloj para añadir algo de suspense al asunto y justificar un tramo final repleto de acción. Ahí justo es señalar que el tratamiento de esas escenas fue mucho más estimulante en el anterior episodio -genial la escena de la persecución en coche-, pero aquí tiene el dinamismo suficiente para atrapar nuestra atención. Además, no deja de ser un aperitivo de lo que debería estar por llegar, pues aquí solamente se están empezando a plantar las semillas de cara al final de la temporada.
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