Robert Wise es uno de esos grandes directores clásicos que tocaron todos los géneros con igual fortuna, aunque no todas las películas de su filmografía son buenas. 'Odds Against Tomorrow' pertenece sin lugar a dudas al grupo de las grandes películas de este prolífico director. Lo curioso del asunto es que este film en nuestro país nunca se estrenó, y es bastante difícil verlo programado en alguna televisión dedicada al cine clásico. Más incomprensible se hace el asunto cuando esta película se realizó entre dos de los títulos más famosos de Wise, los excelentes 'Quiero Vivir', que le reportó un merecido Oscar a Susan Hayward, y 'West Side Story', que es simple y llanamente uno de los mejores musicales de todos los tiempos.
'Odds Against Tomorrow', por cierto, excelente título, que traducido sería algo así como 'probabilidades (en una apuesta) contra el mañana', narra a modo de thriller muy, muy negro, la odisea de tres hombres necesitados urgentemente de dinero para salir de sus miserables vidas, para atracar un banco justo cuando éste recibe los ingresos de todos los negocios de la zona. Tres hombres de caracteres y mundos muy distintos, que tendrán que lidiar con los problemas entre ellos para que el asunto salga bien.
Robert Wise va directo al grano, y sin cortarse ni lo más mínimo. Si en algunas de sus películas se había caracterizado por ser un poco duro con los temas que trataba, en ésta lo cierto es que sorprende aún más por ese despellejado retrato de una serie de personajes sin esperanzas ni sueños, y los pocos que tienen pueden no cumplirse, pues son hombres sin suerte, la vida a jugado en contra de ellos y siempre va a ganar la apuesta. Un bien planeado atraco a un banco es la última posibilidad para lograr que la suerte cambie, para ser alguien en la vida, aunque sea a costa de cometer un delito. Para rizar más el rizo, se reúne a tres personajes con muy pocas cosas en común y que se necesitan para que todo salga bien. Cabe citar al respecto, el espléndido rol de un soberbio Robert Ryan, un personaje racista, violento por naturaleza, y que ha de compartir el plan con un hombre de color, interpretado por un muy acertado Harry Belafonte. La violencia contenida, y no tan contendida, entre los dos personajes es como un explosivo con mecanismo de relojería que en cualquier momento detona delante de nuestros maravillados ojos.
Maravillados porque Wise compone con mano maestra un mosaico de sentimientos, en el sentido más amplio de la palabra, y se para en cada uno de los personajes tomándose su justo tiempo para que veamos como es cada uno. Si en el caso de Belafonte la cosa va más hacia el cine negro (esa subtrama de que debe dinero a un corredor de apuestas), y en el caso de un ajustado Ed Begley, la cosa es un poco más evidente (se aburre en su "retiro" de tanta mediocridad), en el caso de Ryan, la cosa es un poco más compleja, y si cabe más fascinante. Su personaje queda perfectamente retratado en su relación con las mujeres, concretamente dos, la que es su esposa, interpretada por Shelley Winters, en un personaje quizá poco definido; y un encuentro que tiene con su vecina, a la que da vida una IMPRESIONANTE Gloria Grahame, quien explota todo su morbo y sexualidad para el momento, el único en el que sale esta magnífica actriz, y que nos turba tanto como al personaje de Ryan.
Por momentos la película parece un tema de jazz, con esos tonos apagados que usa para las escenas en exteriores, y el humo siempre molesto que forma parte de la decoración en las escenas que tienen lugar en el bar donde trabaja el personaje de Belafonte, quien por supuesto no se resiste a interpretar un excelente tema musical que le queda de maravilla al film, ya que va en consonancia con el mismo. Un tema casi profético con todo lo que va a ocurrir en la parte final de la película, uno de los más bestias (por resolución) jamás vistos, al que no le falta una carga de ironía excelentemente expuesta. Tal vez haya que reprocharle que en cierto instante los hechos se precipitan un poco, pero es un mal menor.
Una espléndida película que un servidor ya se ha apresurado a comprar en amazon.com, uno de los paraísos de todo cinéfilo, donde además las cosas están más baratas que en otros sitios. También podéis recurrir al famoso animal de carga, por si os interesa ver la película. Una rareza totalmente desconocida por estos lares, y que bien se puede emparejar con 'La Jungla de Asfalto' a la que supera con creces.
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