El pasado viernes se estrenó, sin hacer mucho ruido, 'Nunca es tarde para enamorarse', un interesante drama romántico protagonizado por los famosos Dustin Hoffman y Emma Thompson. Que estos dos señores, estupendos actores, sean el centro de una película de este tipo resulta cuanto menos curioso. Lo más normal sería que interpretasen a los padres de los protagonistas, y que si tuviesen una historia de amor, ésta fuera secundaria, centrándose la película en el romance más juvenil.
Pero no, esto es claro y honesto, 'Nunca es tarde para enamorarse' nos presenta una nueva historia en la que dos personas encuentran el amor cuando menos lo esperan. ¿He dicho "nueva"? Oh, disculpad. Esta película no tiene nada de nuevo, al revés, está llena de tópicos y su esquema es tan convencional que uno puede adelantarse en todo momento a lo que va a ocurrir, incluyendo por supuesto, el desenlace. Sin embargo, no es tan mala como la gran mayoría de productos del mismo género.
Aunque el título español es adecuado para la trama y no chirría tanto como otras "traducciones", lo cierto es que el original, 'Last Chance Harvey', resulta más sugerente y ajustado a la esencia de la historia que se narra. Porque lo de 'Nunca es tarde para enamorarse' no tiene demasiadas lecturas, ¿no es cierto? Pero el título en inglés sí, y de hecho, la película no va simplemente del enamoramiento de dos sujetos, sino de las últimas oportunidades que da la vida, ésas que se presentan y que hay que aprovechar antes de que sea demasiado tarde.
Escrita y dirigida por Joel Hopkins, la película nos presenta a dos personas que se resisten a quedar fuera de los acontecimientos y del indiferente y vertiginoso río de la vida. Harvey Shine (Dustin Hoffman) es un músico divorciado que está pasando por una crisis laboral, resultando que su empresa prefiere a gente joven para su trabajo; aprovechando que debe viajar a Londres por la boda de su hija, le dicen que se quede unos días, adelanto de un más que probable despido. Harvey se resiste y aunque la situación parece decidida y podría aprovechar para pasar más tiempo con su hija, está decidido a pelear por su empleo y volver cuanto antes a Nueva York.
En Londres es donde vive y trabaja Kate Walker (Emma Thomson), una mujer que tampoco está atravesando un buen momento. Con un trabajo rutinario y una existencia aún más aburrida, animada sólo por las llamadas de su no menos solitaria madre, asustada porque cree que vive al lado de un psicópata asesino de procedencia polaca. Por circunstancias del destino (o sea, la mano del guionista), Kate se encontrará en el restaurante del aeropuerto cuando entra Harvey, que acaba de perder el vuelo a Estados Unidos y debe saborear ya su despido. Tras un primer momento, frío y desconfiado, comenzarán a sincerarse y pronto encontrarán consuelo el uno en el otro.
Como fácilmente podéis suponer, la película no tiene mayor complejidad, y tal como dije, está construida a base de clichés y momentos vistos en múltiples ocasiones, resultando, en general, una película bastante floja, carente de chispa. Sin embargo, Hopkins se aplica eso de aprovechar las oportunidades y saca el máximo provecho de la presencia de Hoffman y Thompson, que ofrecen el magnífico trabajo que uno puede esperar de ellos, y en cierta forma, el conjunto se salva, como suele decirse, por los pelos. Personalmente, me quedo con las escenas en las que Hoffman se ve dominado por la tristeza y casi rompe a llorar.
Como sabréis, ambos actores compartieron la pantalla, no hace mucho, en la fresca 'Más extraño que la ficción', donde interpretaban a dos escritores que volvían a coincidir tras una fantástica trama, dando pie a recuperar un viejo romance que continuaría en un hipotético "spin-off". Resulta curioso que luego hayan trabajado juntos en algo como 'Nunca es tarde para enamorarse', una película amable y elegante, que no es mucho más por culpa de caer en la repetición de lo de siempre, y de un realizador con poco que aportar, al menos, por el momento. Sin ir muy lejos, 'The Visitor' toca temas similares, y lo hace bastante mejor.
Otra crítica en Blogdecine:
'Nunca es tarde para enamorarse', sincero romance en Londres