Enrique Urbizu ha dirigido tres películas en las que se atreve, insolencia nacional, a demostrar una perspicacia digna de cineasta norteamericano, ya sea Sam Peckinpah el evocado o incluso ese melodrama de triángulos amorosos que una vez cultivó Nicholas Ray. Con la complicidad de su coguionista Michel Gatzambide, se ha convertido en uno de los cineastas más imprescindibles, firmante de una de las películas del año, quizá un acontecimiento que prediga unos Goya que, a falta de que el wilderiano De La Iglesia muestre un golpe de mayor autoridad, van a ser un duelo autoral de los que marcan historia: Almodóvar vs. Urbizu. Pero esa competición, más un pasatiempo de sábado, no debe despistar al espectador, juicioso para aprovechar dos de las películas más impresionantes de este año.
Todo en esta película suena a esa deriva casi bíblica que llenaba fatídicos títulos de novelas pulp, las escribiera Mickey Spillane (Asesino Mío), Chester Himes (Un ciego con una pistola) o Jim Thompson (1280 almas). Así ‘No habrá paz para los malvados’, a falta de edición en esas colecciones que sacó Bruguera antaño, no se conforma y llama a su protagonista Santos Trinidad, encarnado por un sobrenatural José Coronado, y lo convierte en el centro de una intriga en la que casi nadie es inocente. Con un tiroteo en un bar narrado con una sugerencia impresionante, sugestiva, la película empieza presentando a un grupo de colombianos traficantes, a la jueza Chacón (una sorprendente Helena Miquel) y al final implica a un grupo de siniestros terroristas yihadistas.
La película transcurre en un Madrid fronterizo, se ha dicho varias veces, pero es un Madrid que tiene ese tono desolado del méxico fronterizo de ‘Quiero la cabeza de Alfredo García’ (Bring me the head of Alfredo Garcia, 1974) o el Los Ángeles de ‘The Shield’ (2002-2009). Es un Madrid de pioneros (pero pioneros del narcotráfico organizado, no del terreno sin descubrir, pioneros, claro, de esa aldea global con estrecheces irresolubles), en cuyos núcleos urbanos solamente se esconden ecos de nuestro pasado más reciente, ya sean esos terroristas islámicos con una red de complicidades inquietantes, o ese centro comercial con bombas, rescate a los atentados de Hipercor.
Resulta curioso que el único personaje por el que sienta simpatía Urbizu sea Chacón. Es evidente, y así lo ha admitido su director en entrevistas (recomiendo especialmente la realizada por Cahiers España, excelsa), que la subtrama de los colombianos insinuaba una versión nacional de la maravillosa ‘The Wire’ (2002-2008), pero el resultado final no se resiente, al ser una trama narrada con absoluto dominio de la técnica y un alto grado de sutilezas. Quizá el único reparo no esté en el trabajo de Urbizu sino en las cuestiones fundamentalmente genéricas, que siempre conceden una trama, la dan ya hecha y dejan poco hueco a unos recovecos dramáticos mayores o quizá más enrevesados. Pero esto no es más que la cortesía genérica de quien ha firmado una excelente y turbadora metáfora política.
Ha mencionado ya Henrique Lage que la película tiene no pocas deudas con ‘Centauros del desierto’ (The Searchers, 1956) y que de hecho puede entenderse como una suerte de remake de aquella, en la que este Trinidad es una versión bastante desmejorada, mucho más desagradable, del Ethan Edwards que encarnaba Wayne. La lectura ideológica que ejecuta Urbizu es radicalmente distinta, por eso es también una película diferente. Urbizu admira a Ford, pero toma distancias en cualquier atisbo heroico. Pero Ford se cuela también en detalles compositivos, con lo que no puede decirse que el cineasta no haya aprendido la lección.
Quizá al fondo de la cuestión yazca la influencia de Michael Mann, tal vez el único gran activo del cine norteamericano, capaz de ofrecer un cine negro con la insólita viveza de sus mejores exponentes. Es Mann palpable influencia en el gusto por las panorámicas y Urbizu añade a eso un gusto por los movimientos laterales, todos ellos ordenando una visión de un mundo más bien sucio e intratable. Dotada de resonancia y de magnetismo, de grandes interpretaciones y muy buena escritura, esta es una de las grandes películas de este 2011. Creo que mi compañero Abuín está muy de acuerdo.
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Harry Powell
"...Ha mencionado ya Henrique Lage que la película tiene no pocas deudas con ‘Centauros del desierto’ (The Searchers, 1956) y que de hecho puede entenderse como una suerte de remake de aquella..."
Hombre, pues qué quiere que le diga, tanto como un remake no sé yo....
Saludos.
richardford
Extraordinaria película, de lo mejor del año,Urbizu demuestra ser un gran director,sobre todo por su dominio con la cámara y su gran creación de ambientes,de puro cine negro (nos muestra un Madrid para nada turístico,de puti-clubs, de bares cutres,de naves abandonadas,de pisos pequeños de mala muerte para mal vivir...)
Y lo que es mejor,con un presupuesto que se supone bastante reducido,(demostrando que se puede hacer gran cine con cuatro duros en este país,lo que importa es el talento,y por supuesto que te dejen hacer el film que quieres,si no recuerdo mal a Urbizu sacar este proyecto adelante le ha costado 7-8 años.)
Y que decir de los actores,todos sensacionales y creíbles,una completa galería de muchos de los defectos del ser humano,(no solo hablo de Santos Trinidad,que siendo un personaje abofeteable en muchas de sus actitudes,no deja de ser el más coherente y fiel a sí mismo);la hipocresía,el arribismo,el egoismo y la delación que rodean a Santos Trinidad en su día a día como policia,(no estoy de acuerdo en que Urbizu simpatice con el personaje de la jueza Chacón,-a la que presenta como una amargada esclava de su trabajo y con un carácter de mierda-.
Tanto crítica como público alaban la labor de Coronado-que vuelve a estar magnífico a las ordenes de Urbizu-,pero este film es mucho más que eso,una bofetada en toda la cara a esta sociedad tan "politicamente correcta" y pagada de sí misma que nos ha tocado vivir.
Es un film que sólo he visto una vez,y que conforme pasan los días,gana en el recuerdo,(algo dificilísimo hoy en día,por lo menos para mí),ojalá Urbizu no tarde tanto en levantar otro proyecto,porque es de lo mejorcito que tenemos en este país...
Perdón por el tocho,pero este "escueto" comentario me parece muy poco para un film que tiene tantas lecturas y detalles,(estoy deseando volver a verla),del cual hablaría horas y horas...
Saludos.
Rollo Tomasi
Y yo sin verla.......mierdaaa.....
Alexis
A mi me parece un film excepcional, artesano como pocos y con un cuidado de todos los "tempos" de la trama muy trabajado.
Por momentos (y salvando las distancias) me recordó al mejor Michael Mann, con un sonido muy limpio, un montaje trepidante y personajes muy bien dibujados.
Pippen
Buen binomio el de Urbizu-Gatzambide.
daniel-san
De lo que sería capaz este señor con un presupuesto Hollywood y libertad para hacer una película como él quisiese...
Sergio Fernández
Hola a todos.
¡Qué buena película! La dirección, los actores, el guión... Merece la pena pagar y verla, pagar y verla... y dejar para las masas devoradoras de cine de cualquier tipo y encefalograma plano, los bodrios en 3D que tratan de inundarnos las carteleras.
Esto es cine, señoras y señores.
Un Goya para todos y cada uno de los que la han hecho.
Salu2 SergioF
alfmen
---- SUPER-MEGA-HIPER SPOILER ----
Bueno, me queda el consuelo de que si lo tuvo que aclarar Coronado es porque había más espectadores que había pensado lo mismo que yo...
En cualquier caso, si la escena inicial es casual entonces no acabo de entender el motivo por el que Santos Trinidad persigue al sicario. El policía sabe que el único testigo es un sicario perseguido internacionalmente que no puede acudir a la policía a denunciarle. Por otro lado, tampoco me parece que tenga sentido que pretenda impedir que el sicario le identifique ante el resto de miembros de la banda, ya que después se sabe que Santos Trinidad es conocido en ese mundillo y que, por tanto, su identificación debió ser inmediata.
No sé, quizá se me escape algo, pero esta parte del guión no me queda demasiado clara...
Saludos
alfmen
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CUIDADO SPOILER
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Al principio me pareció que lo que pasaba era una casualidad, pero a lo largo de la película cambié de opinión y empecé a pensar que quizá no lo era Y que el protagonista fue allí sabiendo lo que iba a pasar. Después, hablando sobre la película con amigos que la habían visto, me di cuenta que no era el único que había llegado a esa conclusión.
¿Alguien más lo ha interpretado así?
FIN SPOILER
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