Apenas han sido necesarios dos años para que Paramount haya sacado adelante la secuela de ‘Ninja Turtles (Las tortugas ninja)’, una película que es cierto que arrasó en taquilla, pero a cambio no dejó especialmente satisfecho a prácticamente nadie, y no es incorrecto pensar que muchos fueran a verla movidos por la curiosidad de saber si sería tan mala. Por mi parte, encontré en ella un aceptable pasatiempo descerebrado, pero no me quedé con ganas de más.
Teniendo eso en cuenta y que no fueron pocos los que simplemente salieron echando pestes de la película, no había tampoco muchos motivos para esperar que ‘Ninja Turtles: Fuera de las sombras’ (‘Ninja Turtles: Out of the Shadows’) fuera a superar las cifras de su predecesora, y así está siendo. Sin embargo, ¿es mejor como entretenimiento? Tampoco es que eso sea muy meritorio, pero la verdad es que sí.
Un paso adelante
Recuerdo que en ‘Ninja Turtles (Las tortugas ninja)’ sólo hubo una escena en la que realmente me pareció estar viendo a unos personajes que siempre me habían gustado desde chaval. Seguro que todo el que la haya visto ha acertado al pensar en la secuencia del ascensor, que era cuando mejor se refleja ese tono ligero con un puntito de coña en lugar de ir resaltándolo de forma excesiva o simplemente apostando por otra cosa distinta -y no necesariamente mala-.
En el caso de ‘Ninja Turtles: Fuera de las sombras’ no puedo decir que sea algo que hayan sabido reflejar con acierto, pero sí que se aproxima algo más en líneas generales, sobre todo durante sus primeros minutos. Luego llegan las rencillas internas que hicieron que incluso acabase viendo en ella a una prima lejana -y menos inspirada- de ‘Los Vengadores’ (‘The Avengers’), tanto el propio mensaje como, sobre todo, por su tramo final. Eso sí, no se maneja mal en su coqueteo con las formas del cine de superhéroes.
Todo ello ayuda a reforzar la química entre las propias tortugas, reduciéndose de paso de forma bastante notable la importancia de Splinter, algo que en este caso encaja al querer mostrar el proceso de maduración de los protagonistas por sí mismos. Una excesiva presencia del mentor sólo hubiera servido para subrayarlo más de la cuenta y caer en redundancias innecesarias que se hubieran cargado el ritmo dinámico de ‘Nina Turtles: Fuera de las sombras’.
Como era de esperar, todo ello está cargado con múltiples escenas de acción que en ningún caso llegan a ser memorables, pero al menos Dave Green, su director, logra crear una armonía de bajos vuelos -aunque la historia sí tiene más ambición- en la que la clave es que logres entrar en el tipo de película que es -quizá por ello es al principio cuando se lo toman con más “calma”-, ya que en ningún momento pretende otra cosa.
Si conviene tener en cuenta su un tanto caótico enfoque, pues nunca termina de tener muy claro a qué tipo de público quiere orientarse más concretamente y eso produce ciertos desajustes que uno es más propenso a aceptar o pasar por algo si al menos te está entreteniendo, pero puedes acabar desesperado a poco que no puedas o quieras conectar con el tipo de cine que propone ‘Ninja Turtles: Fuera de las sombras’.
Los nuevos personajes de ‘Ninja Turtles: Fuera de las sombras’
La aparición de varios villanos míticos para los amantes de las tortugas ninja era el gran reclamo de ‘Ninja Turtles: Fuera de las sombras’. Algunos esperaban con ganas a Krang, pero por mi parte eran Bebop y Rocksteady los que me traían mejores recuerdos, y además su diseño visual visto en los sucesivos trailers sí me dejó buen sabor de boca en lugar de la inevitable extrañeza que me provocaron las propias tortugas ninja en la primera.
Visto el resultado, quizá su estupidez esté demasiado subrayada, pero también es verdad que encaja con la propia naturaleza tontorrona de la película, por lo que lo vi hasta acertado. Ya la cosa cambia en el caso de Krang, pues la gran batalla final resulta al mismo tiempo aparatosa y descafeinada, ya que se opta por la saturación visual, pero luego nunca llega a dar verdadera sensación de peligro y se acaba despachando todo con demasiada facilidad.
Por su parte, Tyler Perry no es más que un complemente algo irritante, siendo una pena que su personaje se quede a medias -los fans de las tortugas ninja ya sabrán a lo que me refiero y al resto mejor no desvelo nada de cara a una hipotética tercera entrega-, y Brian Tee cumple de forma un tanto anodina como Shredder, el personaje que sufre, con diferencia, un peor tratamiento por parte del guion de Josh Appelbaum y André Nemec.
Tampoco esperéis gran cosa de los humanos, tanto de las novedades como de los reincidentes -Megan Fox da para lo que da en un papel así y Will Arnett vuelve a estar desaprovechado, aunque algo menos que en la primera-. Es cierto que con Stephen Amell al menos muestran cierto interés en que se convierta en una pieza importante de la saga, pero a veces da la sensación de ser una molestia más que cualquier otra cosa, mientras que Laura Linney tiene un papel de cobrar el cheque e irse para casa.
En definitiva, ‘Ninja Turtles: Fuera de las sombras’ es una secuela que sigue la misma línea que su predecesora y se vale de armas similares, pero lo hace ligeramente mejor y el resultado acaba siendo un eficaz divertimento tontorrón de los de ver y olvidar rápidamente. Ya sabiendo lo que hay, depende de cada uno saber si hay alguna posibilidad de pasar un buen rato con ella o si es hasta preferible quedarse dos horas mirando a la pared. En mi caso fue lo primero, pero vuelvo a quedarme sin ganas de más.
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