‘Ni en sueños’ es el título que se ha dado a ‘She´s out of my league’ («está fuera de mi alcance»). No me parece una mala traducción ni considero que dé una imagen errónea sobre qué tipo de película representa. Lo que sí despistaba bastante sobre lo que nos podíamos encontrar eran los carteles y sus taglines, como por ejemplo: «esta tía es un 13, dale lo que se merece», que nos remitía a un tipo de cine gamberro y salido que en absoluto es el estilo de este film. No habría tenido nada en contra, si lo hubiese sido, pues ya comenté que me encantaron ‘Supersalidos’ o ‘Resacón en Las Vegas’, además de varias otras. Pero el encontrarme con algo diferente a lo que esperaba, más concretamente una comedia romántica que funciona en todos los sentidos, ha supuesto un grato descubrimiento.
Esta película, de Jim Field Smith, nos muestra a un chico no demasiado guapo y sí demasiado flacucho (Jay Baruchel), que trata de volver con la única novia que ha tenido, a pesar de que ella sea lo peor (Lindsay Sloane). Kirk trabaja, junto con sus amigos, en la seguridad del aeropuerto y un día cualquiera, una mujer guapa y simpática (Alice Eve) se olvida del móvil, lo que provoca que se vuelvan a encontrar. Aunque la lógica le diría a Kirk que es imposible, las señales que lanza ella parecen indicar que podría estar por él.
Es comedia…
Como decía, este film funciona y a todos los niveles. En lo que se refiere a la comedia, tiene todos los ingredientes necesarios para resultar divertida y mantiene el tono humorístico hasta el final, sin tener que renunciar a él para introducir un castigo aleccionador. El humor no es escatológico, salvo en una ocasión, ni exagerado, sino que parte de las situaciones y de la definición de los personajes. Se utiliza principalmente la vergüenza ajena para crear momentos cómicos.
En los últimos tiempos se ha demostrado que una de las bazas más importantes para las comedias eran los secundarios y aquí el reparto está de lujo, tanto entre los familiares como en la pandilla de amiguetes de Kirk. Aparece, por ejemplo Debra Jo Rupp, que ya está acostumbrada a representar a la madre de un chaval que tiene una novia demasiado guapa para él en ‘Aquellos maravillosos ‘70’. O Kyle Bornheimer, que ya demostró no ser muy buen pariente en ‘Worst Week’. El personaje protagonista está muy bien definido, ya que tiene lo suficiente de pringao sin que eso impida que se puedan apreciar sus aspectos positivos. Y Baruchel (‘Undeclared’) es una buena elección para encarnarlo.
…y es romántica
A pesar de erigirse sobre una premisa que podría aparentar no ser nada —ella está demasiado buena para él— y de no presentar, según avanza el metraje, giros ni novedades que vayan sosteniendo la narración, ‘Ni en sueños’ consigue un desarrollo argumental muy correcto y en ningún momento se echa en falta contenido ni parece que el film quede detenido. Su desarrollo es muy clásico, ya que contiene el típico momento en el que ella se enfada, pero al menos los motivos son de mayor peso que en la mayoría de las comedias y su actitud es más comprensible.
(Spoiler) Una de las decisiones de guión que más me han gustado es la que va en contra de lo que nos imaginamos. Si se ve algo que es demasiado bueno para el protagonista, se adivina inmediatamente que tendrá su contrapartida, se estropeará o será un engaño. Esto está preparado para descolocar al espectador, pero, después de cientos de series y de películas, el efecto es el contrario: resulta muy fácil saber por dónde van a desembocar las cosas. De ese modo, la única manera de hacer algo novedoso es la de dejar que todo siga su curso sin alteraciones, es decir, que lo que sorprende es que no surjan sorpresas (Fin del spoiler).
Para que la parte romántica de una comedia de amores funcione, lo más importante es que nos creamos a la pareja, que nos creamos que sienten algo el uno por el otro. En los casos en los que uno de los dos es claramente más agraciado que el otro, se desmorona la credibilidad y no hay forma de sentir nada cuando llega el desenlace. Sin embargo, aquí, si algo hace el guión a lo largo de toda la duración, es buscar las justificaciones para que nos creamos que está ocurriendo, porque no sólo nos lo preguntamos los espectadores, sino también todos los integrantes de la historia, empezando por el afortunado. De esta manera, se consigue que la relación se vea como real.
La filosofía
Lo último que podríamos imaginarnos es que uno de los valores de ‘Ni en sueños’ fuesen sus observaciones sobre la psicología y el comportamiento. Además de la enseñanza acerca de la autoestima, que sirve de esqueleto de la historia, hay otros comentarios interesantes. Uno de ellos supondría acabar con un tópico muy arraigado precisamente por films de este género: las personas guapas son tontas y antipáticas y las feas son listas y simpáticas. Esta película apuesta por lo contrario y lo cierto es que ¿por qué no va a ser tan real como la afirmación anterior? De esta forma, además, se evita caer en los estereotipos que suelen poblar todas las comedias, pues se tiene una visión diferente de las personas.
Se echan abajo, igualmente, las preconcepciones que dividen a los individuos en puntuaciones del 1 al 10 con respecto a su físico y los alicientes de «follabilidad» que poseen. Las escenas en las que los amigos de Kirk puntúan a los demás son muy divertidas, pero al final se demuestra que eso no son más que tonterías con las que pasar el rato.
El mejor aprendizaje que incluye la cinta es el que dice que la mejor arma contra una relación es que uno de los componentes (o ambos) se coma el tarro demasiado, lo cual es garantía de estropearlo todo, incluso entre personas que son idóneas la una para la otra.
En total, diría que ‘Ni en sueños’ no es sólo un digno producto para sus pretensiones, sino una comedia romántica que queda muy por encima de sus aspiraciones. Es divertida, optimista, sincera y con algunos puntos de originalidad.
Mi puntuación: