Un día tengo que hacer un post sobre esos grandes directores desconocidos, que no gozaron de la fama o el respeto como sí gozaron otros de apellidos tan ilustres como Ford, Hawks, Hitchcock, Ozu, Ophüls, etc, etc, pero que al lado de ellos no tienen nada que desmerecer, pero nada. Joseph H. Lewis es uno de esos directores, cuyo título más famoso tal vez sea 'El Demonio de las Armas'. No tuvo una carrera tan fructífera como los antes mencionados, hizo bastante serie B, y a finales de los 50 terminó refugiándose en televisión, donde estuvo hasta mediados de los 60, cuando se retiró definitivamente.
'My Names is Julia Ross', realizada en 1945, cuenta la historia de una mujer (sí, llamada Julia Ross, lo habéis adivinado) que falta de trabajo y casi en la miseria, acepta un trabajo de secretaria para una mujer millonaria que enseguida la acoge a su lado dándole cobijo en su propia casa. Al día siguiente, Julia despierta confundida, y todo el mundo la trata como si fuera otra persona, enferma y prácticamente loca. ¿Será Julia quién dice ser o es todo una pesadilla?
'My Name is Julia Ross' dura 65 minutos, y en ese tiempo Lewis construye un relato de suspense espléndidamente mostrado, aunque haya un par de cosas un poco forzadas y que no resultan creíbles, pero no pertenecen a la parte de intriga de la película. Me refiero a la pobrísima historia de amor entre la protagonista y un hombre a punto de casarse con otra mujer. Sirve únicamente para que la película dé comienzo, un poco torpemente, todo hay que decirlo, y por supuesto para que la misma termine con el glorioso The End de siempre (¿nadie echa de menos los The End finales?)
Y es que el film guarda sus mejores bazas en la parte de suspense, muy bien llevado por Lewis, narrando sin estridencias ni trucos y con una envidiable pericia técnica. Atención a los sutiles movimientos de cámara, con los que siempre le gustaba jugar a Lewis, consiguiendo escenas portentosas en ese aspecto. Pero una vez más, el director se reserva lo mejor de sí mismo para el meollo de la película, la parte central de la misma, por así decirlo, estando bastante flojo en su prólogo y en su epílogo, en los que se nota que Lewis no está cómodo. Menos mal que en una película que dura tan poco, dichos momentos son breves.
Interpretativamente hablando tenemos de todo. Para empezar su punto más flojo es precisamente su actriz principal, Nina Foch, una leyenda viviente que empezó protagonizando cintas de serie B, como la que nos ocupa, y terminó en televisión donde sorprendentemente sigue trabajando a la edad de 83 años. Lo cierto es que la actriz está muy inexpresiva por mucho que se ponga a gritar en los momentos más terroríficos, algo que está muy por encima del trabajo de la actriz, cuyo personaje es lo que menos interesa. A su lado, hay algunos actores que hacen que las cosas cambien, y por supuesto merecen especial mención Dame May Whitty y George Macready, como los malvados de la función, y en el caso del segundo, componiendo un personaje realmente temible con una personalidad realmente curiosa (impagable la escena final del mismo)
Una buena película con la que pasar un rato más que agradable, y de paso descubrir a Lewis. No está editada en dvd, aunque hay "por ahí" una grabación de cuando la emitieron en el excelente canal, y tristemente desaparecido, Cineclassics.