El sexo débil, piensan algunos. Que gran falacia. Si tuviéramos que hacer la estúpida división de sexos, está claro que ellas son el sexo fuerte, y nosotros el débil. Pero no se trata ahora de que nos pongamos machistas o feministas, algo en lo que a veces es inevitable caer. Se trata de hablar de una película como 'Mujeres' ('The Women', George Cukor, 1939), que retrata el mundo femenino de forma sublime, sin caer en ningún tipo de maniqueísmo y adoctrinamiento. Cukor fue un excelente director de actrices, probablemente el mejor. Parecía poseer un talento innato para ello, dejando latente esa sensibilidad a lo largo de su filmografía.
Hace poco llegó a nuestras pantallas 'The Women' (Diane English), que es precisamente el remake de esta cinta. Una puesta al día la obra de Carol Boothe Luce, y que en esta ocasión escribieron Anita Loos y Jane Murfin, en el que al parecer también metió mano F. Scott Fitzgerald. ¿Una puesta al día? Pienso que estando el film de Cukor, de una modernidad pasmosa, una obra maestra de poderosa fascinación, llena de matices mil, ¿para qué necesito ver la nueva versión?
Se cuenta que el argumento, o más bien la premisa, de 'Mujeres' se le ocurrió a Carol Boothe (así firmó la obra teatral) escuchando uno de los mil cotilleos que se decían a viva voz en un baño de una discoteca. No me consta qué fue exactamente lo que escuchó Boothe, pero viendo la película es fácil adivinarlo. 'Mujeres' tiene su punto de partida en un salón de belleza al que acuden cientos de mujeres a ponerse guapas, mientras se ponen al día unas y otras. Ponerse al día significa saber quién se acuesta con quién, o si algún marido está siendo infiel a su perfecta esposa. Uno de esos cotilleos dará lugar a una serie de situaciones, en las que veremos desplegados todo un mosaico de formas de ver y entender la vida, siempre desde la perspectiva femenina.
Desfilan por esta película alrededor de 130 personajes, todos interpretados por mujeres. Y digo desfilan, porque Cukor filma a todas sus actrices como si de un desfile de moda se tratase. En lugar de lucir sendos vestidos, o sombreros, o zapatos, lo que se luce, o muestra, son las distintas personalidades que los personajes tienen. El guión muestra impecablemente al espectador la verdadera naturaleza de cada una de las mujeres que circulan por delante de nuestros ojos, mientras que, entre ellas, todo se reduce a mentiras y falsas apariencias. Argucias femeninas para tener mejor posición social en la vida, robos de maridos, coqueteos tardíos, inocencia, madurez, experiencia, consejos maternos que ayudan a entender a las que ya estuvieron antes. Amigas sinceras y verdaderas, amigas falsas y mentirosas. Y Cukor filmando con inusitada elegancia todo esto y más.
El director acababa de ser despedido del polémico rodaje de 'Lo que el viento se llevó', y a los pocos días se encontraba dirigiendo 'Mujeres', que nada tiene que envidiarle al film que terminó firmando Victor Fleming, aún tratándose de dos películas completamente distintas. Pero hay en ambas la misma pasión, el mismo gusto por el detalle, por la sutileza y el atrevimiento (atención a cierta pelea entre Rosalind Russell y Paulette Godard), y sobre todo, el mismo glamour. Hechizo, fascinación y sobre todo, atractivo bien visible, en un film que habla de cosas comunes a todo el mundo. Y aunque en la película sólo salen mujeres, el hombre está bien presente en cada fotograma de la película. Por boca de ellas, oímos sus nombres, sabemos de sus estados de ánimo, de sus profesiones. Aunque nunca llegamos a verles, sentimos su poderosa presencia.
Cukor debió gozar como nunca al dirigir a un elenco en verdad envidiable. Pocas veces una película tuvo un reparto femenino tan acertado e inspirado. Todo gira en torno al rol de Norma Shearer, actriz con una belleza muy natural, que tendría en 'Mujeres' uno de sus últimos trabajos. Joan Crawford da vida a su más directa competidora, por así decirlo. Una mujer de clase media, robamaridos, y mala de pies a cabeza. Curiosamente, la guionista simpatizaba con este personaje. Y aunque la Crawford pueda llevarse la palma como malvada, es Rosalind Russell quien compone un personaje malicioso como pocos, pues su maldad proviene de su poca discrección, al querer estar al tanto de todo lo que le rodea y soltarlo sólo por sentirse superior. Y es ella quien realmente desencadena la acción del film. Un triángulo de absoluta perfección, al estar reunido en el mismo, la esencia femenina. Los personajes secundarios terminan de vestir a los centrales, y entre las actrices que se pasean podemos disfrutar de las presencias de Paulette Goddard (para un servidor, una de las mujeres más guapas que han existido jamás), o Joan Fontaine, componiendo uno de esos personajes que se le daban tan bien: el de una chica joven e inocente.
'Mujeres', vista casi 70 años después, no ha perdido nada de su frescura, al contrario. Todo lo que cuenta es de una rotunda actualidad, aunque el contexto sea en una época ya lejana e inexistente. Sus mecanismos no han perdido ni un ápice. George Cukor filma una de sus obras maestras. La tenéis editada por Warner, empresa a la que no hay Dios que entienda en sus fechas de estrenos, pero que se marca unas ediciones en dvd de las que podrían aprender otros.