'Mud', el regreso de Jeff Nichols tras su aclamada 'Take Shelter' (id, 2011) conmovió a mi compañero Juan Luis en la edición del Festival de Cine de Cannes en 2012, donde competía por la Palma de Oro. Más de un año después se estrena en nuestro país con la última hornada de estrenos veraniegos y como antesala a lo que nos espera en la próxima temporada. Con 'Mud', Jeff Nichols carga un tercer largometraje a sus espaldas para contarnos una fábula sureña y que al fin y al cabo, es una historia de amor.
En 'Mud', Eliis y Neckbone, dos chicos de 14 años se encuentran a un hombre refugiado en una isla en medio del Misisipi. El misterioso hombre se llama Mud, le falta un diente, tiene una pistola y una serpiente tatuada y una camisa que le da suerte. Pero Mud también cree en el amor, y Ellis necesita creer desesperadamente para olvidar la mala situación que vive en casa con sus padres. Mud les pide ayuda para reparar un barco que le permitirá abandonar la isla, pero los niños no consiguen descifrar al misterioso hombre: ¿de quién huye? ¿por qué le persiguen? ¿quién es la misteriosa rubia que acaba de llegar al pueblo?
Una fábula llena de barro
El tercer largometraje de Nichols nos traslada a una Arkansas embarrada y marrón en la que una familia está a punto de deshacerse y el más pequeño de la familia busca algo a lo que aferrarse. En este mismo paisaje, ese niño encuentra un atisbo de esperanza en un fugitivo llamado Mud —barro en inglés— que sólo quiere reunirse con su enamorada. En este ambiente nos sitúa Nichols para hablarnos de la pérdida de la inocencia, un ambiente duro y hasta áspero, inusual, pero que en la que al fin y al cabo, se respira un aire de fábula sureña y que a veces recuerda a las aventuras de Tom Sawyer que Mark Twain escribió a finales del siglo XIX.
De ritmo lento y pausado, adecuado a ese estilo de vida sureño americano casi anclado en el pasado, 'Mud' adquiere un carácter de cine casi de acción hacia el final de la cinta con un tiroteo que resolverá el misterio a medias, pero que cambia el tono de la película por completo y casi consiga sacarte de ella —y eso, no es precisamente bueno, claro—, aunque el final vuelve a colocar al espectador en su sitio haciéndole comprender todo al mismo tiempo que lo descubre el mismo Ellis: lo que supone crecer y los diferentes tipos de amor.
Y Matthew McConaughey se pone serio
Sin duda una de las grandes sorpresas del film es ver que Matthew McConaughey puede hacer algo más que películas de acción o comedia romántica tonta. Al parecer el actor tejano está harto de estos roles y se está poniendo las pilas para centrar su carrera en trabajos más interesantes —leáse 'Magic Mike' (id, 2012, Steven Soderbergh), 'The Paperboy' (id, 2012, Lee Daniels) o la todavía sin fecha de estreno 'Dallas Buyers Club' de Jean Marc-Vallée por la que podría optar a más de una nominación en la carrera hacia el Oscar —. En 'Mud', McConaughey es el perfecto hombre misterioso cubierto de barro, contenido y sin aspavientos, para representar a ese 'ideal del amor' al que quiere aferrarse Ellis.
Pero es que Ellis, el muchacho de 14 años, está interpretado por Tye Sheridan —flamante ganador del premio Marcello Mastroniani al Mejor Actor Joven en el reciente Festival de Venecia—, que puede que sea uno de los actores adolescentes más interesantes del momento. Junto a él, el reparto lo completan Reese Witherspoon o Sam Shepard, entre otros.
En definitiva, puede que 'Mud' sea uno de los títulos más interesantes sobre la pérdida de la inocencia que se hayan hecho en los últimos tiempos y es que su narración sobria, su ambientación en el sur de Estados Unidos y su forma de acercarnos al tema, que comentaba mi compañero Juan Luis, tanto nos recuerda a esa delicia llamada 'Cuenta conmigo' ('Stand by me', Rob Reiner, 1986).
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