-Vosotros sois negros, ellos blancos. ¡Esto no es hockey! -Entrenador, ¿quiere decir que si confiamos en el Señor...? -¿¡El Señor!? ¡Dios ya hizo su parte!, os hizo negros, y a ellos blancos. Te dio un pene de 45 centímetros, ¡úsalo para regatear!
Atentos a los nombres que aparecen reunidos en el póster: Hugh Jackman, Kate Winslet, Naomi Watts, Halle Berry, Emma Stone, Uma Thurman, Gerard Butler, Terrence Howard, Richard Gere... Hay de todo, desde famosillos más o menos graciosetes a jóvenes que están empezando a despuntar pasando por algunas indiscutibles estrellas de Hollywood, pero en cualquier caso 'Movie 43' (2013) cuenta con un reparto espectacular al que es difícil resistirse. La trampa --o una de ellas-- es que los actores están repartidos en catorce segmentos así que no esperes ver una escena con todos los que he mencionado hace un momento.
Pero eso es una minucia comparada con el gran problema del film: aburre. No en todo momento, desde luego; como ocurre con la mayoría de películas que apuestan por esta estructura, el conjunto es profundamente irregular, hay capítulos cargados de gags ocurrentes y situaciones divertidas que funcionan, que te pueden hacer reír a carcajadas, pero también hay bloques enteros que como mucho logran arrancar una sonrisa entre largos bostezos y miradas insistentes al reloj. Es de agradecer el intento por estrenar una comedia más gamberra de lo habitual --aunque solo sea por tener variedad--, sin embargo, pronto resulta evidente que 'Movie 43' es una propuesta fallida, una gran promesa que tiene muy poco que ofrecer.
Peter Farrelly, James Gunn, Brett Ratner, Elizabeth Banks, Steven Brill, Steve Carr, Rusty Cundieff, James Duffy, Griffin Dunne, Patrik Forsberg, Bob Odenkirk, Will Graham y Jonathan van Tulleken fueron los encargados de dirigir los sketches, filmados a lo largo de varios años para comodidad de los intérpretes, si bien el realizado por Odenkirk --Saul Goodman en la excelente 'Breaking Bad' (2009-2013)-- fue suprimido del montaje final por malos comentarios en pases previos; se podrá ver en los extras de la la edición doméstica, al parecer lo protagoniza Anton Yelchin y gira en torno a la necrofilia. Igualmente, hay dos ediciones alternativas de la película que difieren en la historia central, la que sirve de excusa para ir encadenando los segmentos.
Citas incómodas, pruebas de amor, creaciones desafortunadas y discursos poco convencionales
Una versión presenta a un guionista (Dennis Quaid) tratando de vender alocadas ideas para el cine a un productor (Greg Kinnear) mientras que la otra --la que se estrenó en España-- se centra en tres adolescentes que se encuentran con diferentes vídeos mientras buscan una película prohibida. El primer corto, en el que una cita a ciegas aparentemente perfecta entre dos esbeltos y exitosos solterones (Winslet y Jackman) se convierte en una pesadilla para la mujer cuando descubre una peculiaridad en el cuello del hombre, es sin duda uno de los mejores, sorprendente y efectivo. Lo dirige Farrelly y fue con el que los productores convencieron a Relativity Media para financiar el proyecto, que solo costó 6 millones de dólares.
Una ganga, pero por lo que cuentan sus responsables no fue fácil encontrar un estudio que comprara la idea, y el motivo es el contenido de las bromas: vulgares, groseras, brutas, irreverentes, escatológicas, sexuales... Claramente un material para adultos, y adultos sin prejuicios y con un amplio sentido del humor, cuando la tendencia de la industria es vender productos para el mayor número posible de espectadores, aunque en el proceso las historias pierdan coherencia --películas de acción donde cada vez hay menos muertes y ocurren fuera de campo--. En 'Movie 43' se saltan todos los límites, y eso en principio merece un aplauso, han apostado por algo distinto, atrevido.
Una chica le pide a su pareja que le defeque encima, un entrenador se limita a señalar el color de la piel para motivar a sus jugadores antes de un partido, una compañía crea un polémico reproductor de música que mutila a sus clientes más salidos, Batman aconsejando a Robin para que pueda ligar con Supergirl, un gato animado obsesionado sexualmente con su dueño... Lamentablemente, a los guiones les falta ingenio y se agotan pronto. La mayoría cuenta con una premisa más o menos jugosa pero se estanca en el desarrollo, recurriendo a las caras famosas, frases o situaciones políticamente incorrectas, violencia desatada, palabras malsonantes --que en EE.UU. ya conlleva la calificación para mayores de edad--, desnudos o guarradas varias para maquillar las limitaciones de los relatos.
Mi consejo es que si os produce demasiada curiosidad como para pasar de ella, por el reparto o el tráiler, la veáis una tarde o una noche que os apetezca una comedia muy ligera y muy bestia, a ser posible en compañía de amigos de risa fácil. Si llegáis a conectar con el cachondeo que propone 'Movie 43' podéis pasar una hora y media de carcajada en carcajada. Si no, lo más recomendable es que lo dejéis a partir del segundo sketch. Porque no va a mejorar, va a insistir por ese camino.
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