'Morir todavía': el thriller de Kenneth Branagh sobrevive al paso de los años como un genial disparate

'Morir todavía': el thriller de Kenneth Branagh sobrevive al paso de los años como un genial disparate

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Morir Todavia

Aunque había empezado muy fuerte con 'Enrique V', ganadora de un Óscar y nominado a mejor director, Kenneth Branagh decidió quitarse presión de encima en su segundo largometraje y agarrar un guión del siempre interesante Scott Frank. El resultado, 'Morir todavía', fue un thriller de altísimo nivel que, tal vez, se adelantó a su tiempo.

Asesinatos del pasado futuro

Mike Church es un detective de Los Ángeles. Y es tal y como deben ser ese tipo de personajes: tirando a cínico. Acomodado en ese momento inicial de los 90 tan atemporal, este especialista en personas desaparecidas es contactado para encontrar la identidad de una mujer con amnesia. Muy lejos de allí, en 1949, el compositor Roman Strauss es ejecutado por el brutal asesinato de su esposa Margaret con unas tijeras. Entre todos hurgarán en una herida abierta muy lejana. Tanto como que esos flashazos vienen en elegante blanco y negro.

'Morir todavía' puede ser el mejor trabajo de Branagh, seguramente por tratar de aumentar más que nunca las dosis de desparrame y diversión.
También podría haber sido una peli de Brian De Palma. De haber sido así, contendría alguna virguería más, pero no hay nada que reprochar al hitchockismo entrañable de un director que generalmente está mucho más empeñado en sentar cátedra dando la brasa.

Morir todavía medium

Y los años han sentado fenomenal a esta joya del misterio desacomplejado.
Es tan loca que es imposible que no vuelva a pillarte en cada uno de sus locos puntos de giro. 'Dead Again' es una película detectivesca teñida de fantasía y romanticismo sobre el tema de la reencarnación, tal vez el caso más complicado posible para un detective privado. Su forma original (tienen lugar dos historias paralelas, una a finales de los años 40, tratada en blanco y negro, y la otra en la actualidad, en color) y el guión de Scott Frank (con su primer guión, mucho antes de 'Out of Sight', 'Minority Report', 'Logan' o 'Gambito de dama'),  la convierten en una película apasionante que, sospecho, todavía puede encontrar un nuevo público, tanto recién llegado como despistado entonces.

Deadagain

Paramount dio el ok a la producción a principios de los años 90 con Sydney Pollack como productor ejecutivo y una idea clara: que el reparto principal estuviera formado por desconocidos para el gran público. Y nadie más desconocido que el trío Kenneth Branagh / Emma Thompson / Derek Jacobi, llenos de química tras su anterior trabajo juntos: 'Enrique V'. Para añadir algunos nombres más jugosos en los roles secundarios, Andy García, Robin Williams y Hanna Schygulla parecían unas apuestas inmejorables.

Filmada en su totalidad en Los Ángeles, la película era un encargo que debía consolidar la reputación de Branagh en los Estados Unidos mientras de paso demostraba su soltura en otros géneros. Para adentrarse en una historia que desarrolla en paralelo dos tramas en dos épocas diferentes, era necesario romper la incredulidad del espectador. Más que romperla, volarla en mil pedazos.

morir

A través del elegante clasicismo de su lado más fantasioso, 'Morir todavía' es un entretenimiento inteligente y brillantemente construido que mantiene la atención y el interés del espectador con su eficaz tratamiento de esa suspensión. No en vano, la película de Kenneth Branagh es, ante todo, cine fantástico. Un thriller paranormal histérico que aguanta comedido durante buena parte del relato, hasta que llegados a cierto punto, las cosas se desmadran de manera tan inesperada como sus últimas vueltas de tuerca.

1991 fue un año espectacular lleno de películas antológicas que con los años han demostrado ser las mejores en lo suyo. 'El último Boy-Scout', 'Darkman', 'JFK', 'Terminator 2: El juicio final'... cada una de ellas supone una muestra ejemplar del mejor género. 'Morir todavía' no merece menos. Todo está en su sitio, aunque haya terminado recogido por un huracán.

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