Pixar apostó por las secuelas quizá con demasiada fuerza la pasada década. Hasta siete continuaciones de algunas de sus películas más queridas llegaron a las salas entre 2010 y 2019 frente a solamente cuatro cintas originales. La compañía ha revertido esa tendencia durante los últimos años, pero eso no ha impedido que hayan dado forma a 'Monstruos a la obra', una secuela de 'Monstruos, S.A.' bajo la forma de una serie para Disney+, donde se estrena este miércoles 7 de julio.
Parece evidente que la existencia de 'Monstruos a la obra' no deja de ser una forma de aumentar el interés del público hacia la plataforma de streaming. Ya hemos tenido antes tanto series de Star Wars como de Marvel, por lo que no dejaba de ser un paso natural. No obstante, lo más importante es que estamos ante un efectivo pasatiempo con la suficiente frescura para disfrutar con su visionado.
Una efectiva continuación
El punto de partida de 'Monstruos a la obra' no deja de ser un ingenioso reverso a lo que vimos en 'Monstruos University'. Allí Mike tenía que demostrar que podía ejercer como asustador, mientras que aquí es Tylor, un nuevo personaje, quien tendrá que acabar probando que es capaz de hacer reírse a los niños.
Y es que 'Monstruos a la obra' arranca muy poco después del final de 'Monstruos, S.A.', con la compañía pasando por ciertas dificultades ante los problemas de algunos asustadores para hacer la transición hacia el nuevo modelo de negocio. Es ese el panorama que se encuentra Tylor, el mejor asustador de su promoción -¡incluso llegó a superar el récord de Sulley!- pero para nada preparado ante lo que parecía la gran oportunidad de su vida.
Esto lleva a que 'Monstruos a la obra' se convierta con rapidez en una comedia de lugar de trabajo tipo de 'The Office'. Por el momento solamente he podido ver los dos primeros episodios, pero todo apunta a que la historia de la serie va a ser cómo Tylor demuestra su validez y ayuda a que las cosas vuelvan a la normalidad.
Queda la duda de si eso se completará en esta primera temporada de 10 episodios o si optarán por alargarlo más. Material tienen para que los nuevos personajes nos den alegrías y poco a poco vayan ganándose nuestro cariño. Porque sí, los recién llegados funcionan, pero por ahora se siente más como un pequeño aperitivo de lo que podrían dar de sí.
Lo mejor debería estar por llegar
A su favor cuentan con que no ha sido necesario esa etapa inicial de muchas sitcoms en las que no tienen del todo claro quiénes son sus protagonista y qué desean hacer con ellos. Aquí todos encuentran rápidamente su rol dentro de la historia y se ganan con rapidez la simpatía del público con su encanto, pero queda la sensación de que necesitan más tiempo y espacio para ver si pueden ir más allá de lo meramente efectivo.
Y es que es cierto que se agradece volver a ver a Mike y Sulley, pero a veces da la sensación de que están por ahí más por ser los personajes que el público adora que porque la serie realmente lo necesite. Nunca llega a ser una molestia y sospecho que sus apariciones irán dosificándose más según pasen los episodios, pero 'Monstruos a la obra' tiene que ser la historia de ese equipo de mantenimiento en el que acaba trabajando Tylor un poco en contra de su voluntad.
Por lo demás, el acabado es impecable y se agradece que se continúe la apuesta por la ligereza que se retomó con 'Luca'. Habrá quien pueda ver en ella poco más que un pasatiempo inofensivo, pero lo cierto es que estamos ante una continuación lógica y bien planteada que simplemente asume su naturaleza televisiva. Ahora le queda seguir creciendo y no tengo motivos para desconfiar de Pixar.
En resumidas cuentas
El arranque de 'Monstruos a la obra' deja claro que estamos ante una serie de Pixar en la que se ha trabajado con mimo para ampliar uno de sus universos más populares. Sus dos primeros episodios son de lo más entretenidos, pero queda la sensación de que lo mejor está por llegar.
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