Hay veces que sólo con ver el poster de una película, ya adivinas, más o menos, lo que te vas a encontrar. Con 'Miss Potter' pasa esto. Desde el comienzo de la película, con una pastelosa voz en off diciendo algo así como que "lo bonito de los cuentos es que nunca sabes cómo van a acabar" (una de las reglas de, por ejemplo, un guión, es que siempre tienes que saber el principio y el final, pero bueno, en los cuentos infantiles supongo que da igual), ya se da cuenta el espectador que va a sufrir un empacho de azucarado merengue. El guión de Richard Maltby Jr. parece estar escrito con la ayuda de una adolescente tímida, cursi y enamorada de los animales. Imagino que a los interesados en la figura de Beatrix Potter, la película puede resultarles algo simpático. Para el resto es un producto cansino y en ocasiones vergonzoso, cuyo mayor interés es ver a actores de prestigio cumpliendo perfectamente su cometido ante la cámara, resultando lo único destacable de la película.
'Miss Potter' cuenta la historia de Beatrix Potter, escritora e ilustradora de famosos y exitosos cuentos infantiles. Potter se enamorará de su editor, Norman Warne, y luchará por alcanzar una vida independiente en un tiempo en que su única opción en la sociedad era la de convertirse en una esposa conformista. Debo decir, en mi defensa, que aunque sospechaba lo que se escondía tras ese cartel tan ñoño, consideraba que una película protagonizada por Renée Zellweger y Ewan McGregor (uno de mis actores actuales favoritos) era digna de verse y más aún después de leer la crítica de mi compañera Beatriz (Maldivia, no Potter), con la que, evidentemente, no puedo estar muy de acuerdo. De no ser porque fuera, en la calle, estaba lloviendo, y tenía una bolsa de palomitas en mis manos, es muy posible que hubiera abandonado la sala nada más empezar la sesión. No es algo que haga a menudo, de hecho, no recuerdo haberlo hecho salvo en mi época rebelde y juvenil, cuando no era mundialmente famoso, pero es que últimamente se estrena tanto y tan interesante, que cuando uno se encuentra con tonterías del calibre de 'Miss Potter' dan ganas de levantarse de la butaca, irse a casa y ponerse alguno de los dvds que forman una especie de torre de Pisa que tienes en tu cuarto y que cada vez es más alta, acumulando películas casi a diario. ¡Hay tantísimo por ver y tan poquísimo tiempo!
Volviendo a la película, a la mala película, hay que decir que viene firmada por Chris Noonan, que, por supuesto, realiza una labor, en general, mediocre. Una puesta en escena plana y sin chispa, de realizador televisivo con prisas por rodar lo máximo posible en cada jornada, que se acopla a un ritmo narrativo carente de interés, lento, aburrido, y es que en ningún momento logra Noonan subir la intensidad de su película, resultando una obra flojísima, un telefilm de tres al cuarto sin valor alguno.
En cuanto al reparto, destaca la labor de Renee Zellweger, absoluta protagonista de este pasteloso biopic. La actriz está bastante bien, aunque su personaje es demasiado estúpido como para que despierte simpatía. No sé, ni realmente me importa, si Beatrix Potter era tal y como la pintan en la película, pero quien aparece en 'Miss Potter' es una mujer que no tiene la cabeza bien amueblada, por decirlo de algún modo. Que está loca, vamos. Hay ejemplos suficientes en el film, donde vemos a Potter hablando con los conejitos que dibuja e indicando a las personas que tiene a su lado que los animales de sus cuentos son sus mejores amigos (¡pero en serio!). Hay bastantes escenas que resultan vergonzosas, por su empalagosa protagonista, pero la peor de todas es cuando, en el hogar de su familia, Potter "deleita" a los presentes con la narración de su nuevo cuento, inacabado en ese momento. Básicamente, va de unos conejitos que pasan la navidad. Punto. Sin embargo, los que escuchan, en la película, semejante maravilla de relato no pueden evitar que una expresión de auténtico disfrute se les dibuje en sus rostros. Para quemar la sala, como mínimo.
A Zellweger la acompañan en el reparto, entre otros, el mencionado Ewan McGregor y Emily Watson, que interpreta a la hermana de McGregor y a la mejor amiga de la protagonista. McGregor cumple con su papel, como siempre, con la mayor corrección posible, e incluso se le ve cómodo y divertido en su trabajo. Su personaje tiene también algunos momentos lamentables, pero no puede decirse que sea culpa de alguien más que del guionista. Watson está estupenda, tiene un personaje de poca relevancia pero con bastante gracia; fue la única que me hizo reír, con un par de frases que le suelta a la señorita Potter cuando ésta le pregunta si debe casarse o no.
Concluyendo, 'Miss Potter' es un biopic pasteloso, cursi, empalagoso, con algunos momentos de auténtica vergüenza ajena, que se mantiene a ratos en pie por la labor de sus intérpretes principales. Muy indicada para verla en la tele a las cuatro de la tarde y echarse una buena siesta en el sofá.