Un campeón de Europa en una ciudad que no existía. Un británico que no entendía tres palabras liderando los programas deportivos y creando los cimientos de una nueva era televisiva en España. Un cachondo. Un grande. Nos despedimos de Michael Robinson con el emotivo programa especial 'La mirada de Robin', donde el comunicador recuerda con cariño alguno de los momentos más importantes de su vida en España.
Ahora caminaremos solos
A finales de 2018, en la radio y en directo, Michael Robinson anunciaba que tenía cáncer en estado avanzado. Apenas un año y medio de batalla fue suficiente para sacar de nuestras vidas a un personaje inolvidable que nos ha acompañado cada semana durante 30 años. Porque prácticamente al día siguiente de colgar las botas empezó a coger el micrófono.
'La mirada de Robin' es un discreto y emocionante recuerdo sobre la sencillez de un profesional que nunca tuvo una salida de tono y que siempre buscó el entretenimiento más puro por encima de cualquier otro resultado. Carismático, buen jefe y excelente compañero, desde la humildad de quien debería saber que cambió para siempre la televisión de su país de adopción, recuerda alguna de las historias más memorables de su vida.
Su llegada a Osasuna, el club, pero también la ciudad que no existía, sus confusiones entre directores de hotel y entrenadores, la invención (siempre acreditando el mérito a sus compañeros) de un nuevo "sistema de sonido" (gracias al que tuvimos el mítico "Rafa, no me jodas") o la suerte de tener los colegas de profesión que tuvo, centran un breve pero reconfortante espacio dentro de la programación especial que hoy le ha dedicado Movistar.
Revolución en la televisón
Como Andrés Montes, Robinson era un comunicador tan increíble que muchas veces era incluso más grande que el propio deporte. Muchos años en nuestras casas, en nuestros bares. En nuestras vidas. A lo largo de poco más de treinta minutos, Robinson tiene tiempo para recordar su llegada a España y primer día de entrenamiento, una jornada que podría haber protagonizado el mismísimo Inspector Clouseau de su paisano Peter Sellers.
Amante del deporte en toda su extensión, pasó de su glorioso 'El día después', un programa de los que ya no se hacen sobre un deporte de los que ya no se practican (eso es así, amigos), a otro show mucho más acorde a su personalidad y ganas de innovar con el formato. 'Informe Robinson' ocupó doce años en antena con un éxito arrollador y merecido, premio Ondas incluido.
Perdemos a uno de los tipos más emblemáticos de nuestra televisión, de la radio deportiva y de lo que se pusiera por delante. Michael Robinson deja un legado de profesionalidad, pasión y entrega sin parangón y, sobre todo, un recuerdo que permanecerá para siempre en nuestros corazones. El fútbol ya no será igual. Nada lo será.
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