'Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres', algo huele a podrido en Suecia

Es difícil dar con alguien que aún no haya oído hablar de ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’. Más de diez millones de copias vendidas en todo el mundo lo han convertido en uno de los best-sellers del momento. Era cuestión de tiempo que acabara siendo trasladado al cine. Sin embargo, para variar, la adaptación nos llega de Suecia, Dinamarca y Alemania, no de Estados Unidos; al menos por el momento, pues ya corre el rumor de que Quentin Tarantino quiere comprar los derechos para producir una nueva versión. No he leído la obra escrita por Stieg Larsson, y es absurdo rechazar algo que aún no está ni siquiera planificado, pero no creo que haga falta otra película. La que han hecho es estupenda.

Como es de sobra conocido, ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’ (debería ser ‘Los hombres que odian a las mujeres’) es la primera parte de la trilogía ‘Millenium’, entregada por Larsson a su editor antes de morir prematuramente de un ataque al corazón en 2004. La película ha sido dirigida por Niels Arden Oplev y se estrenó en nuestros cines el pasado 29 de mayo, logrando como era de esperar una excelente recaudación en taquilla. Siete semanas lleva ya en nuestra cartelera y aún sigue entre las diez más vistas por el público español. Tras ver (o sufrir) con ‘Ángeles y demonios’, no me apetecía meterme a ver la adaptación de otro best-seller, pero finalmente me pudo la curiosidad, después de tanto bombo. Y la verdad es que, por esta vez, me alegro de haber seguido la corriente.

La historia de la película puede resumirse de forma sencilla, pero no hay que confundirse, sólo es la vía central de una carretera larga y compleja, llena de giros imprevistos. Así, la trama de ‘Millennium 1’ se centra en una investigación, la que lleva a cabo el periodista Michael Blomkvist, contratado por el ex-directivo de una gran compañía para que encuentre a su sobrina, desaparecida hace cuarenta años. Michael tiene por delante un caso aparentemente imposible de resolver, pero el reto le interesa, y es que pronto deberá entrar en prisión, tras caer en una trampa cuando pretendía destapar un escándalo financiero. Este hecho unirá su destino al de Lisbeth Salander, una joven hacker, solitaria, antisocial, que ayudará al periodista una vez que resuelva su delicada situación personal.

‘Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres’ (‘Män som hatar kvinnor’, 2009) se empezó a gestar en 2005, cuando el productor Søren Stærmose se hizo con los derechos de la tres novelas de Larsson antes de que la bomba mediática hiciese explosión. Con un presupuesto de poco más de once millones, resulta escandaloso, a falta de otro adjetivo mejor, que se haya hecho esta película en Europa, mientras en Hollywood se están acostumbrando a gastar muchísimo más para estrenar thrillers como churros, peor realizados, más mojigatos y con menos estilo. A Oplev no le tiembla el pulso y orquesta un espectáculo de suspense de lo más disfrutable, estéticamente impecable, sólido, y sumamente eficaz.

Es evidente que el realizador danés tiene en cuenta al público al que va destinada su película, jugando con las reglas de un formato conocido por todos, pero también que no se ha conformado con copiar la fórmula norteamericana, que era lo más fácil. Sabía que ‘Millennium 1’ debía respirar aire europeo, a la vez que no traicionar a todos esos millones de lectores que esperan las comparaciones con las uñas afiladas. Así que la película se preocupa de los personajes, no intenta ir a mil por hora, se habla en sueco, sucede en Suecia, trata sobre el pasado y el presente de unos suecos… y puede interesar a cualquiera. Es un producto inteligente, creado para llegar a un público masivo, internacional, que va a exigir entretenimiento, algo que merezca la pena el ir al cine y no pagar por ver cualquier otra cosa que provenga de Hollywood, donde son expertos en satisfacer las necesidades (al menos, a simple vista); pero todo eso sin perder nunca la perspectiva y el buen gusto.

Nada tiene que envidiar esta ‘Millennium 1’ a lo que se suele hacer en Norteamérica, pero los de allí sí que deberían sentirse avergonzados ante el nivel de este thriller detectivesco, ácido y oscuro, sucio y violento, que desmitificada la supuestamente ejemplar sociedad sueca. Cierto es también que las dos horas y media que dura la película resultan excesivas, por querer trasladar a la pantalla más páginas de la cuenta, añadiendo detalles que parecen más destinados a los lectores que a los espectadores del film. El gran peligro de las adaptaciones de novelas extensas es que, siendo inevitable el recorte del texto, se puede perder la coherencia del conjunto y que la acción no transcurra adecuadamente, sino de forma atropellada, a golpe de cortes. Afortunadamente, aquí se no se cae en este error tan común, si bien no se ha estado muy fino con el cierre del relato, que se hace pesado.

Pero si hay algo que destaca, por encima de todo, un elemento fresco, atípico, salvaje, imprescindible para disfrutar esta película, es el personaje de Lisbeth Salander y la interpretación de Noomi Rapace, que da vida a una de las mujeres más fascinantes que se han visto en una pantalla de cine. Sin esto, ni estaría hablando de ‘Millennium 1’. Monumental el trabajo de la joven actriz, apoyada en un texto y una cámara que la miman, enamorados con esta creación, dejándola libre para que impacte con más fuerza en el espectador; su evolución también es ejemplar, no hay más que ver cómo nos la presentan, cómo va cambiando conforme avanza el metraje, y cómo llega al desenlace, que de no ser porque sabemos que hay dos entregas más (la segunda ya está en camino) parecería que da por terminada su particular historia de venganza y redención.

A su lado queda eclipsado el buen hacer de Michael Nyqvist, el actor que da vida a Michael Blomkvist, una especie de Robert Langdon de carne y hueso, con carisma y personalidad. Su presentación es muy interesante y el modo en que se lanza a resolver la tarea que le encargan está bien trazada, pero cada vez que aparece Lisbeth es inevitable desear seguir con ella y no volver a Michael, así que cuando éste consigue encontrarla y convencerla de que le ayude, la película se sigue con mayor atención. La extraña pareja tiene por delante un caso complicado y un montón de sorpresas, compenetrándose a la perfección, dando alas a un thriller entretenido y muy retorcido, menos convencional de lo que aparenta, una opción a tener muy en cuenta si es que aún no se ha pasado por taquilla. Considerando sólo estrenos, es de lo mejor que he visto este año.

Otra crítica en Blogdecine:

Lisbeth Salander en ‘Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres’

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