Durante las últimas semanas estamos asistiendo atónitos a una brutal cantidad de ídolos cayendo desde las alturas. Vale, algunos estaban lejos de ser verdaderos role models, pero coño, que Louis C.K. vivía en uno de sus monólogos. De esos en los que habla de su miembro rosa y repugnante. ¡Él mismo lo dice en alguno!
Mientras Kevin Spacey y Harvey Weinstein quedan para echar la partida en The Meadows, gastándose unos sesenta mil pavos al mes en rehab, en el mismo sitio que Tiger Woods o Kate Moss, Louis C.K. reculará un poco y escuchará lo que la gente tiene que decir en un acto de humillante disculpa sincera que no ha hecho ninguno de los otros dos.
Son muchos, demasiados, incontables, los escándalos que la meca del cine ha ocultado desde que las colinas de California tenían unas cuantas letras más. En aquellos tiempos, los actores se suicidaban desde las letras, como Peg Entwistle, que saltó desde la gran H en 1932. Violaciones, asesinatos, chantajes... Hollywood lleva casi un siglo ocultando todo tipo de asuntos turbios (¿alguien ha dicho 'La Dalia Negra'?), pero ahora existe una herramienta que habría sido de gran utilidad a la brigada del sombrero: internet puede derrotar al mal.
De entre todos los males posibles en la industria, uno de los más dolorosos y mejor tapados de todos es el de los abusos a menores. Mucho antes de que Corey Feldman o Elijah Wood confirmasen que lo que medio mundo se temía, el mundo del cine ya había dejado claro que los sueños, siempre breves, podían volverse pesadillas eternas.
Es difícil saber quién abrió la puerta a la agresión sexual en Hollywood: puede que Fatty Arbuckle o puede que Chaplin, o tal vez alguien con el mismo poder y mucha más sombra, pero desde ellos hasta los nombres de arriba hay cientos, puede que miles de sueños rotos y hermosos cadáveres. Algunos pudieron salir del pozo y tener una vida plena. Otros han salido y nunca encontraron su sitio. Otros, como el recordado Corey Haim, murieron hundidos en la más absoluta y solitaria miseria. Y nadie hizo justicia.
'Message from the King': Black Panther reparte justicia en Hollywood
Y en esto llega a Netflix la nueva película del siempre interesante y en continua evolución Fabrice du Welz, un belga que llamó la atención de todos con la muy cruda 'Calvario' y que nunca se ha acomodado, esquivando el favor del público incluso cuando consigue resultados tan descomunales como en la inmensa 'Alléluia', una de las más bizarras y extravagantes historia de amour fou de los últimos años.
'Message from the King' está en nuestro Netflix. Apareció casi de la nada, sin publicitarse, como otro contenido original añadido de tapadillo. Y eso que hay varias razones para ver la película. Por un lado tenemos al protagonista de 'Black Panther', Chadwick Boseman, muy bien rodeado de secundarios como Luke Evans, Teresa Palmer y Alfred Molina, que es la clave de todo este asunto.
La película sigue a Jacob King, un joven que llega a la ciudad en busca de su hermana desaparecida y acabará metido en una grotesca trama criminal en los submundos de la ciudad de Los Angeles. Y todo está centrado en el mundo del cine. Y de la manera más repugnante posible. Tras una serie de desencuentros con matones extranjeros, madres solteras que se prostituyen para salvar a sus hijos y dentistas de las estrellas, la trama estallará en la casa de un poderoso productor de cine de Hollywood.
Los personajes de Alfred Molina y Luke Evans, el productor y el dentista trapichero, se traen entre manos una trama de chantajes y sobornos que sería escandalosa per se de no ser porque en la villa del productor también se hacen cosas bastante peores. El lado más oscuro del sueño americano, del sueño de los miles de jóvenes que viajan a L.A. a triunfar, no ha terminado de gustar entre la prensa especializada de Hollywood.
El guión de Oliver Butcher y Stephen Cornwell está diseñado a medida para la brutalidad del director belga. Ambos escritores son veteranos de la industria, y curiosamente, los dos son ejemplos perfectos de su cara menos amable. Butcher es el firmante del guión de 'Dr. Jekyll y Miss Hyde', la última película que dirigiría David Price, responsable de 'Los chicos del maíz 2: el sacrificio final', hace más de veinte años.
Por su parte, Cornwell vive una segunda juventud desde que firmara (también con Butcher) el guión de 'Sin Identidad', thriller a la Collet-Serra con su inseparable Liam Neeson. Decimos segunda juventud de Cornwell porque es el director de otra secuela maldita, 'El Experimento Filadelfia 2', y al igual que su colega ha estado dos décadas desaparecido.
Los dos vuelven y parecen tener ganas de ajustar cuentas con Hollywood a través de 'Message from the King', y no es difícil imaginar el rechazo provocado en 9 de cada 10 estudios donde se haya enviado un proyecto que insulta, desprestigia, acusa y señala de tal manera. Y du Welz encantado. Los malos ratos que el director ha pasado hasta llegar a Hollywood no son ningún secreto, y se deja llevar por la historia con una planificación arenosa y colorista, violenta y cruda, que sienta de maravilla a la película.
La crítica americana también le ha dado la espalda a la película, tachándola de "basura fuera de lugar" o "sucia superficialidad". Vaya, menuda ofensa. ¿Será que ha dado donde más duele?
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 2 Comentarios