Fue una de las grandes sorpresas del año pasado y hay que alegrarse por que la "James Bond con viajes en el tiempo" ha regresado. Esta noche (a las 22:10) AMC estrena la temporada 2 de 'The Lazarus Project' (originaria de Sky), el trepidante thriller británico de ciencia ficción y hay que ver cómo se ha echado de menos este bucle del fin del mundo.
Y, como era de esperar, la serie regresa en el punto donde se quedó. El final de la primera temporada terminaba con cierto cliffhanger (si podemos considerarlo como tal) y aquí, tras un más que agradecido "Anteriormente en..." se nos vuelve a poner en situación: George (Paapa Essiedu) ha caído en desgracia tras romper el protocolo para salvar a Sarah (Charly Clive) y le da el suero para hacerla consciente de los reinicios.
De esta manera esta temporada 2 nos mete de lleno en un bucle de tres semanas (inicialmente eran seis meses) sin aparente solución porque los eventos apocalípticos ya se han puesto en marcha y el equipo de Lazarus tiene que encontrar una solución como sea. Y aquí nos encontramos con una misteriosa organización rival: la Time Break Initiative.
Ambiciosa pero sin perder su identidad "juguetona"
Evidentemente, no quiero meterme más en detalles aunque, seguramente, los seguidores de la serie (y, quizás los que no lo sean) se podrán imaginar los lógicos caminos por los que nos lleva el guion de Joe Barton. Es, decididamente, una temporada bastante más ambiciosa que la primera sin perder, en ningún momento, ni un ápice de sus señas de identidad.
Unas señas que van desde una buena dosis de acción y aventura, una narrativa con una garra causada por estos bucles en los que vemos diferentes resultados hasta que llegamos al deseado (o, al menos, hasta que no hay más que hacer), y esa exploración de las ramificaciones éticas, dilemas morales y las consecuencias psicológicas junto al coste personal de vivir en un bucle cuyo reinicio puedes provocar.
Un ejemplo claro lo tenemos con Shiv (Rudi Dharmalingam), quien al inicio del bucle recibe el disparo por parte de George. También, la historia de Sarah, que tiene un episodio de "asumir" (por decirlo de una manera) las diversas sendas divergentes recorridas en su relación (o no relación) con el protagonista.
Hay, en este sentido, bastante mérito por parte de Barton para lograr equilibrar esta parte más profunda dentro de una serie que, por lo demás, tiene un tono ligero, de acción y aventura e incluso de algo de humor. Esto se suma a un desarrollo muy inteligente de su propia propuesta, que no intenta forzar la máquina ni nos pide saltos de fe en lo que sube la complejidad de su tesis temporal.
Sí, vamos a tener esos ingredientes clásicos del subgénero de la ciencia ficción (eventos causales/paradojas y demás) y algún que otro momento expositivo, pero por lo general se mantiene en todo momento accesible, ameno y, por supuesto, absorbente.
En definitiva, la temporada 2 de 'The Lazarus Project' va a más en su caos interno, ofreciendo un gran y adictivo thriller de ciencia ficción que se mueve muy bien con su dosis de aventura y la conspiración (dentro de la conspiración) propia de la ficción de espionaje.
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