No puedo evitarlo. No con casos como éste. ¿Habéis visto qué título tan lamentable le han puesto a esta película? Casi me da vergüenza escribir sobre ella, que se sepa que la he visto (y que me ha gustado). Resulta escandaloso, por varias razones, que se haya pensado (ejem) que se debía cambiar el título original, ‘Ghost Town’, por ‘¡Me ha caído el muerto!’. Dos preguntas y ya lo dejo, que no quiero darle más importancia. ¿Por qué no traducir y dejarlo en ‘Ciudad fantasma’? ¿Qué opinión tienen del público para pensar que un título como ése va a resultar más atractivo?
‘Ghost Town’ tiene, en principio, dos importantes alicientes: David Koepp y, sobre todo, Ricky Gervais. Koepp, para quien no lo conozca, es un prestigioso guionista (autor de los textos que dieron origen a ‘Parque jurásico’ y ‘Atrapado por su pasado’, entre otras) y ha dirigido películas como ‘El efecto dominó’ o ‘La ventana secreta’. Gervais, que podríamos etiquetar como “cómico británico”, es el principal responsable de exitosas series de la BBC ‘The Office’ y ‘Extras’; la última es especialmente recomendable para los aficionados al cine, ya que es una (muy divertida) burla del negocio y de todo lo que hay detrás de las cámaras.
No digo que la presencia de los otros dos actores protagonistas de la película (Greg Kinnear y Tea Leoni) sean ingredientes a tener en cuenta, a la hora de decidir si ver ésta u otra, pero son mucho menos relevantes. De hecho, el trabajo de Koepp está muy condicionado por el señor que encabeza el reparto de esta película, que además es innegable que ha modificado el guión, por lo menos en todo lo que se refiere a su personaje. Así que nos quedamos, teniendo en cuenta lo demás, con un único y verdadero ingrediente: Ricky Gervais. ¿Merece la pena entonces ver esta película? En pocas palabras: oh, sí.
Creo que tanto los admiradores de Gervais como los que aún no lo conocen van a pasar un rato muy entretenido con ‘Ghost Town’ (por favor, permitidme usar éste y no el título español). Y es que este tipo es realmente divertido, muy inteligente y capaz de provocar que te partas de risa con momentos incómodos y muy políticamente incorrectos. Personalmente, y tenéis el post como prueba, fue a través de esta película cuando le “descubrí”, gracias a un lector que lo definió como un genio. Sabía que lo había visto antes (‘Stardust’), pero no me había llamado la atención, así que busqué más información y varios episodios de la mencionada ‘Extras’; a los pocos minutos del primero de ellos ya estaba rendido a Gervais. No sé si es un genio, creo que es una etiqueta que debe darla el tiempo y la repercusión de su obra, pero desde luego es un cómico brillante y me ha hecho reír a carcajadas como pocos lo han logrado. Lo dicho, el tiempo le pondrá en su sitio.
Pero volvamos a ‘Ghost Town’. La película nos presenta al señor Pincus (Ricky Gervais), un dentista totalmente antisocial y egoísta, que adora su trabajo y su soledad. Un día, por una operación rutinaria que no sale del todo bien, cree sufrir alucinaciones… ve muertos, fantasmas, que le hablan y le persiguen. En realidad, Pincus ha adquirido un don, el de ver a las personas que fallecieron pero no abandonaron este mundo, por tener alguna cuestión pendiente. Por supuesto, siendo como es, él cree que su habilidad es todo lo contrario, una maldición, un tormento que debe sufrir y del que no puede escapar. Los fantasmas le persiguen, pidiéndole ayuda, invadiendo su amada intimidad.
Ahí entra el segundo personaje importante de la historia, encarnado por Greg Kinnear (en uno de sus mejores trabajos), el fantasma de un hombre que está preocupado por su viuda (Tea Leoni, que interpreta, estupendamente, al tercer personaje sobre el que gira la trama), la cual va a volver a casarse. El fantasma cree que ella está cometiendo un error, que va a casarse con un tipo que sólo quiere su dinero, así que pide ayuda a Pincus, a cambio de conseguirle paz, alejándole a todos los demás espíritus. El dentista acepta y, para impedir que la mujer se vuelva a casar, decide no sólo intentar dejar en evidencia a su prometido, sino también ofrecerse como “alternativa”; es decir, intentará seducirla, con la ayuda del marido muerto. Las cosas no saldrán tan bien como esperaba…
A pesar de que ‘Ghost Town’ es, en su mayor parte, una comedia ligera, sin grandes pretensiones, es importante señalar que también hay drama y tiempo para la reflexión; es una película que aporta más que chistes o situaciones divertidas. Los tres personajes principales están bien construidos y dan mucho juego, protagonizando escenas atípicas en productos como éste, y diálogos que van más allá de los tópicos (que los hay), consiguiendo momentos tristes y emotivos. Además los personajes van cambiando poco a poco, de forma coherente y verosímil, con sentido. Los tres actores están muy bien, aunque es inevitable fijarse más en Gervais, el protagonista, el más divertido, y el que vive más situaciones frente al espectador. Sin embargo, todo está demasiado dispuesto para su lucimiento cómico, lo que estropea las posibilidades del relato, que podría ser mucho más poderoso; también se echa en falta (yo por lo menos) un paso más en lo que a humor negro se refiere, da la impresión de que se han cortado un poco.
‘Ghost Town’ se estrena hoy en los cines españoles (bajo el título que ya sabéis) y no puedo dejar de recomendarla, aunque sólo sea por el nivel general de la cartelera y la escasez de buenas comedias. Lo decía en otro artículo, con motivo de ‘Slumdog Millionaire’, a menudo uno necesita ver películas alegres, sin tanto dramatismo, que te hagan salir del cine (o del salón de tu casa) con una sonrisa en la cara. Creo que esta película lo consigue, es muy entretenida, y trata de hacer reír tanto como reflexionar sobre lo que es importante en la vida; algo que nunca viene mal que se recuerde, pues se olvida fácilmente. Por otro lado, si sabes de lo que es capaz Ricky Gervais, no lo dudes ni un segundo, tienes que verla.