Cuatro años después de haberse alzado por fin con el Oscar con la brillante pero un tanto impersonal ‘Infiltrados’ (‘The Departed’, 2006), y de encadenar varios proyectos ambiciosos que, además, habían dado buenos dividendos en la taquilla, era esperable que Scorsese, un director ya de considerable edad, hubiera optado por, como él mismo dijo, abandonar las grandes superproducciones, y dedicarse a un cine más pequeño en presupuesto pero más personal. En lugar de eso, se embarcó en ‘Shutter Island’ (id, 2010), adaptación del original homónimo de Dennis Lehane (autor de, por ejemplo, la novela ‘Mystic River’, que adaptara Clint Eastwood, o de algunos guiones de la excepcional serie ‘The Wire’), de nuevo con DiCaprio como protagonista (por cuarta película consecutiva) y con un presupuesto bastante elevado.
Algunos esperábamos su anhelado proyecto ‘The Silence’, sobre dos monjes en Japón, u otros proyectos más parecidos a las gratas sorpresas de los años noventa, pero poco hubiera importado que en lugar de eso se volcara en un filme de suspense de gran ambición, siempre que el resultado hubiera sido todo lo importante que se puede presuponer de un cineasta de su talla. El problema es que, al igual que pasaba con su anterior thriller, el formalmente fascinante, pero arrítmico, tramposo y hueco ‘El cabo del miedo’ (‘Cape Fear’, 1991), Scorsese se encuentra con un material bastante pobre. Confieso no haber leído la novela de Lehane, pero aunque lo hubiese hecho: achacaré todos los problemas del libreto a la guionista Laeta Kalogridis, y todas las trampas narrativas al director Scorsese, que filma su película más mentirosa y visualmente manipuladora de toda su carrera, la que por ahora la cierra hasta que llegue ‘Hugo Cabret’, y con la terminamos el especial dedicado a este director en Blogdecine.
Antes que nada, debo decir que aunque considero a ‘Shutter Island’ un filme irregular y a ratos, muchos, inconsistente, no es en absoluto un mal filme y que las no pocas virtudes de la puesta en escena de Scorsese, aunque estén al servicio de la nada en demasiadas ocasiones, ponen a esta película bastante por encima de la media, no digamos ya de la lista de escogidos como los mejores del año 2010 para los Globos de Oro, en la nefasta lista que hace unos días publicamos en Blogdecine. Nadie le puede negar el magisterio a Scorsese, que en cuanto a cine narrativo probablemente sea el más poderoso, el más imaginativo y sugerente, el más erudito y experto, de todos los cineastas norteamericanos en activo. Pero hasta los más grandes narradores necesitan algo sólido que narrar, y un grupo de actores también sólidos, y un guión creíble y convincente, y en casi todo eso ‘Shutter Island’ es una propuesta irregular, por desgracia. Me lo temía cuando vi el trailer meses antes, y mis peores temores se confirmaron en el visionado.
Bajo mi punto de vista, hay una regla básica en cualquier relato con gran sorpresa final: una vez conocido este final, haciendo memoria respecto a lo que nos han contado, todo ha de encajar sin engaños y sin marcar las cartas. Y no solo eso: ha de resultar creíble. El ejemplo perfecto sería ‘El sexto sentido’ (‘The Sixth Sense’, M. Night Shyamalan, 1999), en la que todo era totalmente verosímil si nos dábamos cuenta de hasta qué punto nos engaña la vista y las conjeturas. En la película de Scorsese, todo queda más o menos encajado gracias a la rocambolesca explicación final, aunque cogido con pinzas, pero de ninguna forma resulta creíble. Está claro que algo raro sucede durante todo el metraje, pero también está claro que los naipes estaban boca abajo y que Scorsese nos hizo trampas con ellas. El plan maestro que genera la verdadera historia detrás de toda la trama de desapariciones y misterios, es tan rebuscado, posee tantas lagunas y posibilidades de fracaso, que hay que ser muy ingenuo para creer que es posible.
Si nos olvidamos de la trama oculta, y nos quedamos solamente con la historia de investigación por parte de los dos detectives, lo cierto es que ‘Shutter Island’ resulta bastante estimulante. No propone nada nuevo desde la historia, pero visualmente Scorsese es muy potente, gracias a la ayuda que el operador Robert Richardson y el diseñador de producción Dante Ferretti vuelven a prestarle, creando una isla y un sanatorio realmente fantasmagóricos, incluso fascinantes. Sin embargo, no hay nada excesivamente original en su mirada. Pude ver ‘Shutter Island’ en el Berlinale Palace (realmente un cine magnífico), y luego pude asistir (no sin bastante caos) a la multitudinaria rueda de prensa con los actores y el director. Y Scorsese, que habla como una ametralladora, nos contó sus influencias y sus deudas, desde Fritz Lang y Howard Hawks, hasta Stanley Kubrick y los hermanos Coen. Nombró secuencias, ideas, detalles…pero quizá perdió algo de originalidad y de propio al necesitar tantas referencias en la composición de su película, que es la menos Scorsese de todas las suyas.
Después del buen trabajo de DiCaprio en ‘Infiltrados’, éste es el menos interesante que le ha entregado a su amigo Scorsese, el más superficial e histérico, el menos destacable. Quizá sea cosa mía, pero jamás le veo en el personaje. Es un papel duro de interpretar, por supuesto, pero creo que la estrella podría haberlo hecho bastante mejor. Es el más flojo en un reparto estelar en el que nadie brilla como debería. Ni el gran Ben Kingsley (el más tramposo de todos, pues él es la clave de la historia), ni un forzado Mark Ruffalo, ni un bastante absurdo Max von Sydow dan todo lo que podrían dar. Ni siquiera los estupendos Elias Koteas y Jackie Earle Haley tienen la oportunidad de ejercitar su talento, pues quedan eclipsados en la deslumbrante pirotecnia narrativa de Scorsese, y sus apariciones desvirtuadas, desnaturalizadas. La presencia más enigmática es la de Michelle Williams, en su breve pero estupendo papel, y es ella también la que aparece en las mejores secuencias, cuyo contenido, por supuesto, no podemos reventar aquí.
Conclusión sobre ‘Shutter Island’...
Filme con elementos fascinantes, pero también con graves arritmias, sin ninguna secuencia realmente notable, y presa de una impersonalidad alarmante, estando firmado por quien lo está. Con todo, no es un filme despreciable, pues hay en ella suficientes elementos de interés, principalmente en su tratamiento visual, que muchos han alabado en justicia, ya que plásticamente hay pocos que puedan competir con el cineasta de Nueva York. Pero se confirma así su tendencia declinante de los últimos años, iniciada con ‘El aviador’ (‘The Aviator’, 2004). ‘Shutter Island’ fue un éxito en taquilla y, una vez más, Scorsese puede respirar tranquilo, sabiendo que es muy difícil ya que la industria le arrincone, pero da la impresión de que no quiere dar ningún paso en falso, en lo económico, por temor a que ese arrinconamiento, a su edad, pueda pasarle factura en su poder de elección. Ya veremos si cambia la cosa y en sus últimos años Scorsese puede volver a ser el gran maestro que nunca ha dejado de ser.
...y conclusión a un largo especial
Desde mediados de este olvidable verano hemos repasado todas las películas del genial cineasta italoamericano, y sus documentales para cine, y esperamos haber ofrecido nuevos y estimulantes puntos de vista, tanto este redactor como supongo los comentaristas que han animado los debates en torno al trabajo de un director que ya ha pasado a la historia del cine con letras de oro. Por mi parte, lo cierro con la esperanza de un trabajo bien hecho y sincero, analizando las luces (muchas) y las sombras (algunas) de Scorsese, un artista a quien tanto admiro. Creo que el esfuerzo de volver a ver sus películas varias veces (en algunos casos muchas veces) antes de cada análisis ha merecido la pena.
Otras críticas en Blogdecine:
‘Shutter Island’, un retorcido juego (por Juan Luis Caviaro)
‘Shutter Island’, de lo peor de Scorsese (por Alberto Abuín)
Especial Martin Scorsese en Blogdecine: