Hace unas semanas plasmaba mis impresiones iniciales sobre el arranque de 'Maniac', un experimento sin duda peligroso por mi parte, porque deja en evidencia, cuando se contempla la obra en su totalidad, qué asunciones se hicieron y cuántas han sido desbaratadas por completo. Con una producción que, además, juega la carta de la imprevisibilidad casi en cada episodio, aquel primer tanteo se revela como insuficiente.
No en todo: aunque adquiere ciertos matices y, sobre todo, influencias adicionales, la condición de 'Maniac' de adaptación de Philip K. Dick sui generis pero asombrosamente fiel, se refuerza con el transcurrir de los episodios. Los paralelismos entre enfermedad mental e iluminación, el uso de psicotrópicos, el retrofuturismo, la paranoia, los mundos artificiales en los que se hacen efectivas las fantasías de poder de cada uno... hay momentos en los que hasta aparece algún personaje de aspecto abiertamente inspirado en el escritor: calvo, con barba, gafas grandes y camisa hawaiiana.
Maniac también recuerda a 'Tengo boca y no puedo gritar', una novela clásica de terror y ciencia-ficción de Harlan Ellison, por supuesto influidísima por Dick, en la que un supercomputador que ha acabado con la especie humana manipula las percepciones de unos pocos supervivientes, haciéndoles creer que viven existencias paralelas. La maquiavélica personalidad de este ordenador es una influencia importante en la segunda mitad de 'Maniac', donde una IA con sentimientos casi humanos acapara parte de la atención.
Son influencias que demuestran que 'Maniac' no está planteada al tuntún, sino que hunde sus raíces en tropos de la ciencia-ficción muy interesantes: los mundos artificiales, las IAs malvadas, la tecnología como forma de escape de vidas rotas o mediocres. Todo ello basado en una serie noruega también titulada 'Maniac', mucho más modesta y, sobre todo, menos recargada en lo narrativo y en lo visual: si aquella era un hilo de pensamiento introspectivo y silencioso, esto es el alarido de una mente paranoica y estridente.
Los problemas narrativos de la locura
'Maniac' estaba llamada a ser una serie irregular: su variedad de texturas, ritmos y tonos, que van variando según el protagonismo lo adopta no ya un personaje u otro, sino directamente una personalidad u otra de los mismos personajes, no daba otra opción. Posiblemente el guionista Patrick Somerville y el director Cary Joji Fukunaga eran muy conscientes de ese peligro y se lanzaron a plancha a subrayarlo: la segunda mitad de 'Maniac' rebosa episodios casi autoconclusivos y autocontenidos, sin interferencias de otros personajes o tramas.
Así, la segunda mitad de la serie -donde nuestros dos protagonistas (Jonah Hill y Emma Stone) están siendo medicados de forma cada vez más agresiva- se introduce en mundos que van del thriller urbano con mafias a algo de fantasía heroica, pasando por la mejor de estas dimensiones alternativas: una cómica trama de redención post-mortem ambientada en los ochenta, con Hill y Stone haciendo de matrimonio infeliz. El resultado brilla con ocasionales momentos de buena comedia, especialmente este último (cuando el de ambiente élfico rompe su propia lógica de ficción, por ejemplo, tiene poca cuerda), pero se da un efecto curioso. Llega un momento en que el espectador quiere volver al mundo real, y ver en qué consiste realmente el experimento.

Y la razon es que los problemas de los protagonistas pasan a ser un poco triviales (del trauma por la muerte de un ser querido a la incapacidad de llevar una vida normal) y resultan mucho más sugestivos los dramas también muy humanos, pero a la vez cómicos y originales, de los que quedan fuera. Es decir, el cuarteto espectacular formado por el Dr. James K. Mantleray (Justin Theroux, que se marca la mejor escena de presentación de un personaje en toda la serie), la Dra. Azumi Fujita (un tic nocivo andante, con quien Mantleray tuvo una relación, interpretada con pasmosa vis cómica por Sonoya Mizuno), la Dra. Greta Mantleray (madre del doctor, con quien tiene una relación traumática, grandísima Sally Field) y, cómo no la IA (también Sally Field).
¿Demasiados personajes, demasiados ambientes y demasiadas subtramas? Puede ser, sobre todo teniendo en cuenta que la relación entre Mantleray y Fujita ya da para una sitcom perfecta. Pero el talento visionario de Fukunaga le da cierta unidad a todo, y pese a la irregularidad, queda en 'Maniac' una celebración de lo excéntrico y una inmersión subjetiva en los vericuetos de la inestabilidad mental. Por supuesto que el resultado es irregular, no podía ser de otra forma. Pero como experimento aislado, como tiro al aire (Fukunaga afirma que no habrá más temporadas), 'Maniac' es estimulante, distinta y ocasionalmente brillantísima.
Ver 16 comentarios
16 comentarios
koluso
Tenía muchas expectativas con Maniac pero se desvanecieron al empezar a verla. No puedo mantenerme despierto. Para llegar hasta el tercer episodio demoré 4 días. Intenté ponerle onda, tomar un café fuerte pero no va. No es para mí :-(
Lindsay Lohan
Es una de esas series que no son ni comedia, ni drama, ni ciencia ficción. Simplemente es pretenciosa. Debería ser un género en sí mismo, porque últimamente se hacen muchas series y pelis así, meramente pretenciosas. Mezclan ese aire psicológico cansino con personajes que no se entienden ni ellos mismos, los meten en un mundo medio futurista y ale, a demostrar lo inteligente y moderno que soy. Pero ni divierte, ni emociona, sólo aburre.
El segundo episodio me dio esperanzas y ahora lo maldigo, porque si hubiera sido otro rollo como el primero me habría ahorrado perder el tiempo con el resto de la serie.
belanner
A mí me ha gustado mucho. No hay ni un solo personaje principal o secundario mal desarrollado o simplón.
Para mí de momento es mi serie del año.
Eso sí, estoy seguro que sin el relleno de los capítulos de historias conclusivas que no aportan casi nada, la serie habría ganado muchísimo.
elmago00
Me encantó. Los dos protagonistas están muy bien pero los secundarios tienen momentos épicos.
La disfruté de principio a fin, creo que es la única serie en lo que va del año en la que no sentí la necesidad de saltar escenas.
searcher
Voy por el 4to capitulo.... de momento no podría describir que sensaciones me transmite... es curioso....
pos_soy_yo
Me falta un capítulo para terminar. Es interesante, la estética mola mucho pero creo que es EXAGERADAMENTE lenta y eso se hace pesado.
Mr.Floppy
He quedado un poco decepcionado. Me esperaba... otra cosa. No me ha terminado de funcionar del todo tanto cambio, de hecho en muchos acababa desconectando completamente y no me importaban lo más mínimo esos "nuevos" personajes.
WestWing
Tenía muchas ganas de verla y ahora... ¡tengo aún más! Las críticas negativas me estimulan a su visionado en lugar de desanimarme. Creo que me va a gustar.
Marcial Zamorano
Veo que el redactor a templado su opinión. Esta vez estoy totalmente de acuerdo. Es verdad que al principio la serie entra a cañón creando espectativas pero según avanza empiezan a soltarse las costuras. Como comenté en el anterior post, la serie quiere constantemente crecer pero solo eclosiona en algunos momentos. En general se queda en tres cuartos de ser algo realmente especial.
En cualquier caso, no hay que dejar de ver Maniac si te gustan los recovecos de la mente, el multigénero y el surrealismo poético. :)
Exi
La primera serie de Netflix que no trato de ver de tirón.
Podrían haberle sacado más provecho a la idea de las vidas ficticias que vivían en sus mentes. El personaje de Justin Theroux fue mi favorito x´D.
tini
No conecté nunca con ella. No me interesó nunca lo que estaba viendo.
camonbar
Para mi, lo mejor de la serie es que solo tiene una temporada y termina. Ya se hace un poco larga y algo previsible, alargarla más no la hubiera beneficiado. El capitulo de los años 30 es el que más me gustó.
azuloscuro
La verdad esta serie me parece una reverenda cagada.
dragono
me quedé dormido, no pude evitarlo...prefiero seguir con Kidding que es una joya !