Por esas "cosas que pasan" parece que en el terreno del true crime (en ficción y en documental), la ciudad estadounidense de Atlanta se ha puesto de moda. En algo más de medio año ha sido el foco de la temporada 2 de 'Mindhunter', el documental 'Crimen y desaparición en Atlanta' y 'Richard Jewell' de Clint Eastwood.
Es precisamente el protagonista de esta última cinta el que repite en 'Manhunt: Deadly Games', la segunda temporada de la serie creada por Andrew Sodroski. Si la primera se dedicó al Unabomber, en estos nuevos diez episodios (que llegan esta semana a Starzplay), comenzamos con el atentado en los Juegos Olímpicos de Atlanta en julio de 1996.
En esta ocasión es Cameron Britton (quien interpreta a Ed Kamper en 'Mindhunter') quien se pone en la piel de Richard Jewell, un guardia de seguridad que advierte a las autoridades de una mochila sospechosa. Efectivamente es un bomba y Jewell es admirado como héroe... hasta que en el FBI deciden dar la vuelta al relato.
Así, de la noche a la mañana Richard pasará de héroe a villano en una investigación dirigida por el agente Brennan (Gethin Anthony) que se encuentra meses después con otros tres atentados en el sur de Estados Unidos.
La importancia de un buen relato
'Manhunt: Deadly Games' se construye en una primera parte sobre la premisa de que las fuerzas de seguridad la fastidian. Algo que, por otro lado, no es ninguna novedad y ha sido explorado tanto en ficción como en documentales hasta el hartazgo. Cómo ese error puede tener consecuencias terribles en quienes están bajo el foco de la atención, qué supone el haber sido acusado y que la prensa esté detrás de ti...
Pero también se construye sobre la fuerza de un buen relato. Ese dicho de que la realidad no te estropee una buena historia. Y aquí nos encontramos con sendos relatos en torno a las dos figuras de interés del FBI: Jewell y, posteriormente, Eric Rudolph (Jack Huston), calificado como extremista cristiano con unas reivindicaciones que le hacen ganarse el apoyo de algunas iglesias y milicias.
Es curioso cómo compartiendo características comunes con la primera temporada (bombas, el FBI perdido), 'Deadly Games' se separa claramente de 'Unabomber' a la hora de abordar este caso real. Me imagino que será por cómo lo hará el material de partida (en esta ocasión 'Lone Wolf: Eric Rudolph' de Maryanne Vollers).
Por ejemplo, no existe esa investigación del perfil y, a medida que avanza la temporada, hay más acción y una caza más directa (e incluso guerra abierta). Eso, a pesar de un tramo medio algo pesado y de que a veces el personaje de Brennan tiene líneas de héroe de acción que quedan algo ridículas.
Lo que sí que comparte esta nueva temporada de 'Manhunt' es el contar con una actuación sublime. Tras su Ed Kemper, Cameron Britton vuelve a demostrar que sabe afinar con total precisión todos los matices del personaje al que encarna. De Richard Jewell, en concreto.
En definitiva, 'Manhunt: Deadly Games' es un vibrante y fluido true crime cuyo guion hace que los episodios se hacen volando. Al igual que con 'Unabomber', Sodroski logra mantener el interés y sabe dosificar los momentos de tensión llevándonos por un muy interesante caso.
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