609 millones de dólares amasó ‘Mamma mia’ durante su paso por los cines en 2008. Un éxito inesperado que llevó a que Universal estuviera interesada en todo momento en realizar una secuela de esta adaptación del musical de 1999. Sin embargo, el proyecto no se pudo oficialmente en marcha hasta mayo del año pasado con el fichaje de Ol Parker para escribir y dirigir la película.
A partir de ahí los acontecimientos no tardaron en precipitarse y este viernes 20 de julio llega a los cines ‘Mamma Mia: Una y otra vez’, una secuela que sobre el papel lo tenía todo para ser una pérdida de tiempo destinada a exprimir el éxito de su predecesora, pero a la hora de la verdad es una digna continuación que, quizá con la excepción de la reducida presencia de Meryl Streep, no decepcionará a los fans de la primera entrega.
Precuela y secuela al mismo tiempo
‘Mamma Mia: Una y otra vez’ es tanto una precuela como una secuela, una fórmula peligrosa porque cualquiera de sus dos vertientes podía quedar descompensada con la otra. Uno de los mayores logros de Parker es evitar que eso suceda, saltando de una época a otra de forma sorprendentemente fluida y en la gran mayoría de los casos encajando con bastante acierto la relación entre los hechos de entonces y ahora.
No es algo que en sí mismo aporte tanto, pero sí que podía haber restado bastante y las decisiones de Parker ayudan a mantener el dinamismo de una película que simplemente busca que el espectador pase un buen rato y se vea contagiado por ese tono descaradamente optimista que ya dominaba la primera entrega. De hecho, a veces se pasan un poco de la raya por esa vía y al menos a mí acababa distanciándome un poco de su alegría musical.
En lo referente al argumento, la precuela se centra en cómo Donna acabó llegando a la isla en la que está su hotel y cómo conoció a los tres posibles padres de Sophie. Ninguna sorpresa por ahí y es cierto que la secuela pierde ese toque un poco loco de la primera entrega que le venía muy bien y que ayudaba a hacer más interesante el personaje interpretado por Meryl Streep, pero Parker logra que su naturaleza más convencional nunca llegue a resultar molesta.
Para pasar el rato sin esperar gran cosa
También ayuda bastante la entusiasta actuación de Lily James como una joven Donna. No negaré que se queda lejos de lo exhibido por Streep en la primera entrega, pero aquí el hecho de ser un personaje en formación encaja con su forma de enfrentarse al mundo y uno realmente llega a ver en ella al mismo personaje, sobre todo durante los primeros minutos. Luego las tramas románticas ganan presencia en detrimento de cualquier otro aspecto, lo que mencionaba antes de ser más convencional.
El resto del reparto oscila entre aquellos que repiten y se limitan un poco a seguir lo ya visto en la primera entrega y las adiciones en su mayor parte meramente accesorias, incluyendo ahí a una Cher en lo que podría calificarse como poco más que un cameo de lujo. Ojalá hubiesen exprimido un poco más a Andy Garcia, pero no es ese tipo de película como tampoco lo era la primera. No esperéis otra cosa y no os decepcionará.
Más allá de eso se conserva el ímpetu musical -uno de mis miedos era que cayesen en la monotonía por ese lado-, la puesta en escena de Parker me resulta algo más inspirada que la de Phyllida Lloyd en la primera parte aunque sin que haya una mejora realmente reseñable, el guion logra crear un gag recurrente bastante simpático por mucho que estén a punto de abusar de él y es fácil dejarse llevar para pasar el rato.
En definitiva, ‘Mamma Mia: Una y otra vez’ no hacía falta para nada tras lo visto en la primera parte y es una pena que Streep apenas tenga presencia cuando era ella el verdadero gancho de su predecesora, pero al final tenemos un aceptable pasatiempo musical que me extrañaría mucho que no gustase a los que disfrutaron con ‘Mamma Mia’. A los demás les aconsejaría dedicar su tiempo a ver otra película.
Ver 9 comentarios