'Malcolm & Marie' es una película que seguramente nunca hubiera existido de no darse dos cosas antes. La primera fue que el camino de Zendaya y Sam Levinson se cruzase en 'Euphoria', aclamado drama adolescente de HBO por el que ella llegó a ser recompensada con un Emmy por su trabajo en dicha serie. La segunda fue bastante menos positiva, ya que la pandemia de coronavirus provocó una paralización del sector audiovisual, lo que llevó a ambos a pensar en un proyecto que pudieran sacar adelante en esas circunstancias.
Tras sopesar varias ideas, finalmente se decantaron por la que acabó dando forma a 'Malcolm & Marie', una cinta original de Netflix de cara a San Valentín. En ella asistimos a la discusión de una pareja provocada porque él se olvidó de darle las gracias a ella en el discurso que dio durante la presentación de su película. Sin embargo, la película va mucho más allá de eso, siendo una propuesta que oscila entre lo fascinante, lo visceral y lo narcisista, una montaña rusa de emociones que si logra atraparte no te suelta hasta que aparecen los títulos de crédito finales.
Cine y no teatro disfrazado
A primera vista, podría parecer que 'Malcolm & Marie' encajaría más como una obra de teatro, dado que solamente vemos a dos personajes en una localización muy concreta. Con esa idea preconcebida me enfrenté yo a esta película, pero justo es reconocer el ingenio con el que plantea Levinson la puesta en escena para que esa sensación nunca se adueñe de la función al dotarle de un acabado puramente cinematográfico pese a las obvias limitaciones a las que se ve obligado a hacer frente. Habrá quien pueda verlo como algo innecesario, pero al final es lo que realmente justifica que esto sea una película.
Ese dinamismo que consigue Levinson se mantiene constante a lo largo del metraje, incluso pese a detenerse a menudo en planos sostenidos para resaltar la emoción con la que Zendaya y John David Washington pronuncian sus diálogos, aunque en ocasiones casi sería más apropiado hablar de monólogos, porque a lo largo de 'Malcolm & Marie' encontramos a una pareja que debería estar celebrando un gran momento en sus vidas pero que a la hora de la verdad no dejan de echarse en cara diferentes problemas latentes en su situación.
Por ello, la película empieza con un enfoque más realista, estableciendo de forma acertada la relación entre ambos a partir de situaciones cotidianas con las que el espectador puede sentirse identificado, pero luego se convierte en otra cosa. Un cruce entre lo abstracto y lo intenso que permite a Levinson volcar diferentes visiones suyas de la vida -no sería nada raro que el hecho de usar a Los Angeles Times para lanzar dardos al mundo de la crítica de cine sea un poco a modo de venganza por una reseña publicada años atrás en dicho medio sobre 'Nación salvaje', su anterior largometraje- y probablemente también de la propia Zendaya.
Visceral
Ahí la reacción del espectador puede ser de todo tipo, desde la indignación hasta la indiferencia hasta verse irremediablemente atraído por esa especie de combate dialéctico que se establece entre los dos protagonistas. Lo que sí tengo claro es que el realismo está presente en todo caso a nivel conceptual, ya que a Levinson le interesan más las grandes ideas generales y la forma de abordarlas a través de los diálogos que pronuncian Malcolm y Marie, pero también de la forma de hacerlo por parte de Zendaya y Washington.
En ese punto hay que tener en cuenta que el estilo con el que los actores abordan sus personajes es bastante diferente, con ella procurando mantener siempre una peculiar serenidad que poco a poco iremos descubriendo que no deja de ser una fachada con la que intentar mantener bajo control a todos sus demonios interiores, mientras que él es más echado para fuera, llegando a rozar lo histriónico en algunos momentos. Es casi como si Washington adoptase formas más propias de la comedia y ella del drama, pero sin sobrepasar nunca la línea invisible que hiciera imposible creernos lo que sucede. Siempre está medido, incluso cuando parece que podría salirse de madre, sea por el trabajo de los actores o por los constantes cambios de dinámica entre ambos que establece Levinson.
A su manera se complementan a la perfección, sucediendo lo mismo con sus personajes, pero esas diferencias también provocan importantes fricciones, siendo ahí donde nace la película. Y es que siempre hay un pero que poner a lo que ha sucedido justo antes, no tanto para que los personajes recuperen una cierta situación de poder respecto al otro, que también, como para desfogarse. Ambos son culpables e inocentes al mismo tiempo, pero la posición del espectador hacia lo que sucede va complicándose cada vez más.
Eso siempre que uno haya aceptado entrar en el juego, porque de lo contrario sospecho que uno puede acabar desesperado, porque es muy fácil verla como una cinta narcisista y una pataleta de Levinson. Quien quiera quedarse en ello, sea o no la intención verdadera de la película, está en su pleno derecho, pero a mí logra engatusarme con sus diálogos y el gran trabajo de Washington y Zendaya, amén de la innegable química que comparten, hacen el resto.
En resumidas cuentas
Una de las cosas que más agradezco de 'Malcolm & Marie' es que no tiene problemas en saberse una película que va a dividir al público. Es cierto que también da la sensación de sentirse más importante de lo que realmente es, pero una vez marca las reglas del juego, sabe utilizar muy bien los ingredientes que maneja y exprimir al máximo el talento de sus dos protagonistas.
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