'El catador de venenos', donde la emotividad se logra a través de la sencillez

Yoji Yamada, autor de 'El Ocaso del samurái' y 'The Hidden Blade', presenta el 28 de marzo 'El catador de venenos' ('Bushi no Ichibun'). El film, que abrió la sección Panorama Special de la Berlinale 2007 –donde, en los años 2003 y 2005, sus dos primeras entregas de la trilogía participaron en sección oficial—, y fue presentada en la sección oficial del Festival de Valladolid, es la película número 79 de la filmografía de Yoji Yamada; su última película, 'Kabei - Our mother' competirá este año en la Berlinale.

Un samurái de clase humilde trabaja como catador de comida de un Gran Señor para evitar que éste sea envenenado. Un día se intoxica con un pescado que fuera de temporada resulta muy peligroso y se queda ciego después de pasar tres días al borde de la muerte. Como en los chistes de Tekito Kashita, el nombre de pila del protagonista que pierde la visión es Shinnojo. Su mujer, Kayo, que no lo es, está dispuesta a cualquier cosa para que su esposo no se suicide.

'Bushi no Ichibun' es una película maravillosa, llena de sentimientos y con unos personajes tan profundamente presentados que seguro que tocará todas las sensibilidades. Es incluso superior al título que inauguraba la trilogía, 'El ocaso de samurái', que ya me había parecido magistral. Su guión, basado en la novela de Shuuhei Fujisawa, va introduciendo giro tras giro sin que en ningún momento dejen de ocurrir cosas. Aunque alguno de los elementos podría parecer más propio de un folletín, la manera sobria en la que está resuelto, hace que prevalezca la belleza de las emociones de los personajes. El final, que podría haber resultado demasiado blando, está resuelto con astucia, pero sin renunciar a la emotividad.

En el terreno interpretativo destaca la actuación de la esposa, Rei Dan, con algunos momentos en los que realmente estamos viendo que ella se deja el corazón, como por ejemplo, cuando confiesa a su marido lo que se ha visto obligada a hacer. Compone un personaje grandioso a su vez el samurái, Takuya Kimura, que había participado en 'Hero' y en '2046'. Desde un comienzo más tierno y optimista, va sufriendo una evolución que lo endurece por las desgracias que le ocurren, pero sin perder jamás su amor y su compasión, aunque el código de honor de los samuráis le empuje por otro camino. El tercero en discordia, el criado Tokuhei, interpretado por Takashi Sasano, es otro maravilloso personaje, que gracias a su fidelidad, se integra en el matrimonio mejor aún que otros que forman parte de la familia carnal.

Al igual que lo hacía 'Hana', esta película cuestiona los códigos de honor de los samuráis que obligaban a cometer el seppuku a la mínima de cambio o a vengarse hasta las últimas consecuencias. Y también al igual que el film de Hirokazu Kore-eda, lo hace a través de una historia personal de individuos casi insignificantes, pero que aman sus vidas y a los suyos por encima de una serie de preceptos más que cuestionables.

Una gran belleza formal, basada en la sencillez, acompaña el relato que no por íntimo deja de ser subyugante. El catador de venenos, conocida internacionalmente como 'Love and Honor' es una historia como las de antes, narrada con la simplicidad de lo que no necesita mayor aparato para transmitir la sensibilidad y la emoción que la caracterizan. El film no es de este año, sino del 2006, pero si consideramos la fecha de estreno en nuestro país para hacer nuestros rankings, esta película va directamente al puesto número uno en la lista de lo mejor que he visto en lo que va de año.

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Crítica de Juan Luis Caviaro.

Trailer y póster de 'Love and Honor' ('Bushi no ichibun'), de Yôji Yamada

Mi puntuación:

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