El próximo viernes se estrena entre nosotros 'Los Líos de Gray', película que no pretende insultar a nadie ni criticar nada, pero que termina siendo politicamente correcta de una forma descaradísima, a pesar de que durante todo el metraje se habla de sacar a relucir la verdadera identidad de cada uno y no renunicar a ello, todo dentro de una historia con toques de homosexualidad, que no están los suficientemente explotados, así como los demás elementos del film, que incluso resultan engañosos. Lo que al final se queda como una comedia romántica más, navega por momentos sin rumbo fijo desoncertando en buena medida al aburrido espectador.
La película viene precedida por la forma de publicitarse que ha tenido, usando la secuencia en la que Heather Graham y Bridget Moynahan se dan un beso. Simplemente lamentable, aparte de que dicha secuencia no es nada del otro mundo. Sí, da un poco de morbo ver a esas dos actrices pegarse el lote, pero es todo como muy inocente y light. me gustaría saber qué hubieran hecho otras dos actrices, y por supuesto otro director, o como en este caso, directora. Aquí no se han atrevido a nada que ya no se vea en una serie de televisión.
¿De qué va 'Los Líos de Gray'? pues de dos hermanos que viven juntos desde hace siglos y que apenas tienen vida social. Como eso no está muy bien visto por el resto de la sociedad, deciden salir "de caza" y buscar una novia para el macho de la pareja. La encuentran a la velocidad del rayo, y suenan campanas de boda aún más rápido. Pero la hermana también se siente atraída por la afortunada joven, algo que traerá algunos problemillas consigo.
Pero no nos asustemos. La película no se arriesga ni lo más mínimo en ninguno de sus planteamientos. Estamos ante un film blando de cabo a rabo. Nada lo diferencia de cualquier estrenos tv de un domingo por la tarde, ni siquiera la mencionada secuencia lésbica. Sue Kramer debuta tanto en la dirección como en el guión, con esta película y se nota bastante. Ha preferido jugar sobre seguro antes de ser tildada de algo, ya que un film de mayor compromiso con el tema que trata, es evidente que habría dividido a la audiencia. Todo lo viste con los elementos de la típica comedia romántica americana, cambiando algunas cosillas, como por ejemplo pasando la historia de amor a un plano secundario y centrándose en las dudas interiores de su personaje central. ¿El resultado? pues lo de siempre en este tipo de películas, poca chicha, mucha tontería y bastante previsibilidad.
Sólo hay un par de cosas que llaman la atención. Lo mucho que la película alude a films clásicos, como si quisiera rendir un homenaje a aquellas viejas películas, cosa que desde luego no cosigue, porque un homenaje no consiste en citar de carrerilla mil títulos, y mucho menos en saberse de memoria los pasos de baile de un número musical de una determinada película, algo que en el presente film resulta bastante forzado y difícil de creer, no por el hecho en sí, sino por cómo está presentado y aplicado en los personajes. La otra cosa es el personaje interpretado por un curioso Alan Cumming, que interpreta a un taxista que se cruza en la vida de los protagonistas, y que proporciona los mejores momentos de la cinta, aquellos en los que la película parece que va a apartarse de lo de siempre.
En cuanto a las dos actrices principales, no se puede decir que molesten demasiado, pero sus trabajos tampoco son dignos de elogio. Heather Graham es una belleza impresionante, pero debería empezar a potagonizar otro tipo de películas, o la perderemos para siempre. Bridget Moynahan está un pelín por debajo, ya que su personaje está bastante mal dibujado, y parece prácticamente una excusa para despistar. A su lado, el televisivo Thomas Cavanagh, sin complicarse demasiado la vida, con una interpretación muy, muy corriente.
La película prácticamente no habla de nada, dejando un montón de cabos sueltos. Ni amor homosexual, ni amor hetero, ni nada de nada. Los líos del título son paradójicamente un lío en sí, en una película que da bandazos para todos los lados sin terminar de definirse ni hablar claro. Y estamos hablando de un film americano simple de los que hacen como churros y sin pensar. Apaga y vámonos.