Además de "la película de Wismichu", lo nuevo de Fernando Colomo o la serie erótica de Mario Casas, uno de los platos fuertes de la programación del 22º Festival de Málaga (dedicado al cine en español) ha sido la presentación del último trabajo del prometedor Dani de la Orden, la comedia dramática 'Litus'.
Y es que De la Orden llega al certamen andaluz tras triunfar en taquilla con 'El mejor verano de mi vida', pero lo hace con lo que él mismo califica como su "obra más personal". En la interesante rueda de prensa, el productor Eduardo Campoy reconoció que este proyecto se había puesto en marcha casi como una compensación por los dos encargos anteriores (incluía 'El pregón'). El resultado se me antoja poco personal, no obstante, lo importante es que funciona.
Cartas para hablar de la torpeza emocional de una generación
La película parte del suicidio del joven que da título al film, Litus, cuyo rostro nunca vemos. Meses después, su grupo de amigos más cercanos es convocado por el hermano del muerto, Toni (Quim Gutiérrez), que les sorprende con una revelación muy cinematográfica: Litus se despidió de todos ellos a través de unas cartas.
Desde clásicos como 'Incidente en Ox-Bow' o 'Carta de una desconocida', numerosos cineastas han comprendido el potencial dramático de la lectura de un mensaje de despedida escrito por un personaje ausente o fallecido, que desata una serie de emociones en los rostros de los actores, y de forma inevitable, en el público.
Este recurso sirve a De la Orden para, en sus propias palabras, retratar la torpeza emocional de su generación (él tiene 30 años y Litus se dice que tiene 36), la dificultad para expresar sentimientos de dolor o tristeza, y resolver conversaciones con falsa felicidad, con un "Estoy bien". Este propósito da lugar a varios momentos muy efectivos donde los actores explotan ante la cámara.
Entusiasmado con la obra de teatro de Marta Buchaca, El director de 'Barcelona, noche de invierno' entendió que era un material perfecto para el cine y aunque ha tenido que esperar años para poder adaptarlo, demuestra que tenía razón. 'Litus' (guion de Buchaca aunque aportando ideas del realizador, como incluir al personaje de Marta Nieto) encuentra en la puesta del escena del joven barcelonés la posibilidad de explotar sus momentos más intensos. El climax, con la última carta, va directo al corazón.
'Litus' se apoya en un gran casting para ofrecer un mensaje de superación algo facilón
Según ha afirmado De la Orden, 'Litus' se rodó prácticamente en orden cronológico para facilitar el trabajo de los protagonistas, y el último día se reservó para esa emocionante escena donde el mayor secreto queda al descubierto (hay otros momentos de catarsis donde cuesta contener las lágrimas pero ese es especial). Y gran parte de culpa la tiene el libreto, sin duda, pero destacaría ante todo el excelente trabajo del reparto.
Quim Gutiérrez tiene el papel más jugoso de la historia aunque sus compañeros, Belén Cuesta, Adrián Lastra, Álex García, Miquel Fernández y Marta Nieto, también tienen margen para brillar en varias ocasiones, y afortunadamente, lo consiguen. Un estupendo casting al que Dani de la Orden, muy inteligente, sabe sacar todo el partido.
Lo que empieza como un ligero relato de amigos que se reencuentran y poco a poco van exponiendo conflictos y rencores, va tornándose en drama conforme llega la noche. Todo lo facilón y convencional que hay en 'Litus' queda de manifiesto en soluciones como el uso de la música para subrayar, pero lo que me chirría más es el último bloque, que no voy a destripar, claro (se estrena el 6 de septiembre). Ya lo veréis.
Lo que sí diré es que se disculpa lo más flojo y manipulador, porque hasta entonces 'Litus' ha sido efectiva, divertida y emocionante. Cumple con su objetivo, aunque quizá conviene no esperar demasiado. Es el trabajo más personal y maduro de Dani de la Orden hasta la fecha, pero no deja de ser una propuesta comercial para llegar al mayor número de espectadores.