Jessica Hausner ya lleva veinte años demostrando una voz peculiar dentro del cine más afín a los festivales y a las salas que apuestan por unos títulos más independientes. Gijón, el mismo D'A Film Festival y Sevilla, sobre todo, han vivido en primera persona la evolución de la cineasta austriaca. Ahora, con 'Little Joe', todos podemos comprobar el fabuloso estado en que se encuentra.
Tenemos que hablar de las plantas
Escrita junto a su colaboradora habitual, Géraldine Bajard, la nueva película de Hausner es otra muestra de su gusto por la puesta en escena y las atmósferas malsanas, pero al acercarse sin miramientos al fantástico más paranoide la experiencia resulta gratificante. Y es que, aunque todo lo que veamos aquí nos resulte bastante familiar a los aficionados, su precisión quirúrgica y su desarrollo pasivo-agresivo engrandecen su pequeña propuesta de terror y ciencia ficción.
Emily Beecham y Ben Whishaw forman la pareja protagonista más inquietante de la temporada, a la que hay que añadir al joven Kit Connor, visto en 'La materia oscura' o 'Rocketman', aportando una dosis extra de mal rollo. La fotografía de Martin Gschlacht es un protagonista destacado en una historia llena de pequeños detalles multicolor. Además, Erik Mischijew y Matz Müller crean un diseño de sonido chocante y repleto de mal rollo que, como el resto de la obra, gustará o será rechazado. No habrá término medio con ella.
Pero también hay una leve fragancia de humor negro sobrevolando el ambiente de 'Little Joe', una de esas que te dan un segundo de alivio para relajar los músculos. El pequeño Joe hace referencia a la planta creada en un laboratorio, pero también al hijo y en cierto modo hilo conductor de una trama que bebe de fuentes un tanto agotadas y que seguirán funcionando con el paso de los años. No las mencionaré para que intentéis disfrutar lo máximo posible de la propuesta.
El aroma de la felicidad
Alice, madre separada, trabaja en una compañía especializada en el desarrollo de nuevas especies de plantas. Desde ahí creará un nuevo tipo que cautivará tanto por su belleza como por su interés terapéutico. Con la temperatura adecuada, la alimentación correcta y si la hablamos con regularidad, la planta hace feliz a su dueño a través del desprendimiento de oxitocina.
'Little Joe' acierta plenamente en su mezcla de referentes, abrazando clásicos de la literatura y el cine de género de ayer y también de no hace tanto, pero siempre desde la elegancia de una puesta en escena portentosa. Así, en realidad, tenemos una película de mad doctors completamente realista, escudada en la imparable mercadotecnia que mueve el mundo. Bueno, tal vez hoy ya no tanto, pero ya me entiendes.
La pérdida emocional y el aparentar una inexistente normalidad, básicamente lo que podría ser un lunes cualquiera en el trabajo, es el punto de referencia de una película calculada con toda la frialdad del mundo para ser narrada con pericia y calma. Casi desde el punto de vista de una de esas plantas que se convierten en auténticas roba escenas de la película. Ciencia ficción elegante para paladares aficionados a las estéticas poderosas.
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