La primera impresión que causa 'Little Birds', drama de seis episodios que estrena Starzplay, es la de que es una suerte de quimera. Más en un sentido de cómo coge sus elementos y parece juntarlos cual animal mitológico cualquiera. Esa cabeza de león, cuerpo de cabra, cola de serpiente toman forma de ficción de producción algo heterogénea.
Algo que se comprende de cierta manera sabiendo que esta fue la primera coproducción de Sky en España. Rodada en Tarifa y con el fichaje de actores españoles como Rossy de Palma, podríamos decir que 'Little Birds' comparte más con la estética y el estilo de las series de Bambú ('Las chicas del cable', mismamente) de lo que uno puede esperar de una producción británica. Por lo menos en cuanto a cómo se enfrenta a su condición de serie de época en mediados de siglo XX.
El viaje de Juno
Pero vayamos a la historia. Juno Temple se pone en la piel de Lucy Savage, una heredera que parte hasta la Tánger de los años cincuenta para casarse. Al no ser recibida por su prometido Hugo (Hugh Skinner) de la manera que ella esperaba, la joven se sumergirá de pleno en un exótico y cautivador mundo en un momento previo a la independencia de Marruecos.
La serie está basada libremente en la colección de cuentos eróticos de Anaïs Nin, aunque poco erótica es la propuesta de Sophia Al-Maria en el guion y Stacie Passon en la dirección, que le dan una impronta de drama colorido y ligeramente sugestivo a estos seis episodios de una ficción cuyo reparto se completa con Yumna Marwan, David Costabile, Nina Sosanya y De Palma.
En buena medida, 'Little Birds' busca representar esa sensación del mundo nuevo que se abre cuando salimos de nuestra casa y nos plantamos en otra cultura. Ese sentimiento de enamoramiento de un nuevo lugar, su gente y sus costumbres que incitan el viaje de descubrimiento, imaginación e independencia de Lucy.
Pájaro libre
Artísticamente hablando hay una decisión consciente de huir del realismo, de abrazar un estilo tan estilizado como surreal a la hora de contar la historia. No solo Tánger, sino todo tiene un halo casi Wes-andersoniano que juega con la idea de que la serie es un cuento. Adulto. Pero un cuento al fin y al cabo.
Un aspecto de fantasía, con su colorida iluminación, su mediana ligereza y tendencia a lo lúdico que, si bien ayudan a formar la estimulación de una Juno Temple encantada de la vida con este trabajo falla en sumergir al espectador en este exótico mundo. Cuestión bastante vital a la hora de poder comulgar con lo que nos quiere contar la guionista.
Tampoco ayuda, en este caso, que esa impresión de que todo lo que vemos es falso impregne a unos personajes planos y una mezcla de elementos y estilo que no funciona por su propia condición de quimera. A ratos 'Little Birds' es ligera y apropiadamente exagerada y mamarracha; a otros nos mete en la seriedad de un thriller psicológico; en medio, hay una subtrama sobre la descolonización del lugar... es una mezcla un tanto confusa e implausible y eso es, en líneas generales, lo que acaba lastrando este cuento.
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