Este 10 de junio se estrenan dos grandes apuestas por las series españolas, dándose la casualidad de que cada una de ellas cuenta con uno de los protagonistas de 'La casa de papel'. En 'Intimidad', que podréis ver en Netflix, todo gira alrededor de la filtración de un vídeo sexual del personaje interpretado por Itziar Ituño, mientras que en 'Sin límites', que nos llega a través de Amazon Prime Video, Álvaro Morte se mete en la piel del legendario marino Juan Sebastián Elcano.
Partiendo de una increíble historia real, 'Sin límites' cuenta la historia del primer viaje alrededor del mundo. Una expedición financiada por la corona española con el portugués Fernando de Magallanes, aquí con el rostro de Rodrigo Santoro, al frente que se extendería a lo largo de tres años y no estuvo exenta de infinidad de problemas, incluso provocados por supuestos aliados. El resultado es una serie ágil y que presta más atención de la esperada al rigor histórico, pero en el que por encima de todo sobresalen los personajes interpretados por Morte y Santoro. Justamente el cambio más importante es para favorecer que ambos aparezcan juntos.
Con el viento a favor
Podría decirse que 'Sin límites' es la historia de un sueño y todas las complicaciones para hacerlo realidad, pues hace 700 500 años la humanidad no tenía el mismo conocimiento que ahora. Quizá calificar como de iluminado a la descripción que se hace en el primer episodio de Magallanes sea exagerado, pero sí que va por esa línea, apoyándose también en una determinación envidiable para hacer lo que sea necesario para cumplir su visión.
Eso también lleva a que el primer episodio posiblemente sea el menos estimulante de todos los que he podido ver hasta ahora, tanto por la necesidad de lidiar con más personajes cuya trascendencia acaba revelándose bastante escasa como por el hecho de que lo que el espectador está deseando ver es esa odisea marítima para llegar hasta lo que por aquel entonces se conocía como mar del sur.
Lo que sí hace bien la serie en ese primer episodio es presentar a los personajes de Magallanes y Morte, pero también diferenciándolos, con el primero más sereno y obcecado en sus idea, con el segundo mostrándose más resuelto, pero también de una rebeldía incuestionable. Con todo, es una lástima que esto último se diluya cuando toca echarse a la mar y respetar el escalafón de mando, pero al menos ya de entrada se ha dejado claro que son personajes con puntos de vista diferentes.
Dicho esto, la expedición arranca ya en el segundo episodio y la serie muestra una agilidad increíble para que todo fluya y el espectador lo tenga más fácil ya sea simplemente para pasar un rato entretenido o para conectar con los vaivenes de la travesía. A ello también ayuda que los episodios sean más cortos de lo habitual, yéndome con regularidad por debajo de los 40 minutos, lo cual motiva a seguir adelante hasta ver los seis capítulos que dan forma a 'Sin límites'.
Además, el trabajo de ambientación está bastante logrado. Puede que a menudo se note cuándo se ha grabado algo en un estudio -el hecho de que la prensa recibiría screeners con muchos efectos sin acabar ya quitaba cualquier tipo de duda al respecto- y cuándo se ha hecho un esfuerzo mayor, pero el resultado es satisfactorio en lo referente a inmersión. La única pega importante es que quizá no se refleje del todo bien el agotamiento, la suciedad y la desidia resultante de estar tanto tiempo en alta mar.
Ambiciosa dentro de sus límites presupuestarios
Eso quizá sea resultado de que 'Sin límites' busca cierta pulcritud a todos los niveles, desde el hecho de no meterse en berenjenales a la hora de juzgar cómo actúan sus personajes hasta no profundizar mucho en las situaciones más incómodas -allí se regían por normas propias de la época- hasta ese deterioro propio de la situación.
A cambio de nota el importante esfuerzo presupuestario -se habla de unos 20 millones de euros de coste total-, con el director británico Simon West ('Con Air)', sabiendo dotar de la épica necesaria a los momentos en los que se apuesta con ella. Eso sí, no esperéis aquí algo que requeriría fácilmente multiplicar por diez la inversión, pero dentro de los márgenes en los que se mueve resuelta de lo más satisfactorio.
También se nota que eso va yendo a más según pasan los episodios, tanto en el interior de los barcos como en los problemas que se suceden fuera de los mismos, pero incluso entonces también Morte y Santoro tienen mucho más peso que el resto de personajes, donde se tiende a echar mano de uno o dos rasgos y poco más. Con ellos no sucede lo mismo, y se nota.
No es que los dos actores ofrezcan unas grandes interpretaciones, pero sí que saben ajustarse bien a lo que tanto sus personajes como la propia serie requiere de ellos. Por ahí se podría haber hundido 'Sin límites', pero Montoro y Morte la mantienen a flote y en la dirección adecuada. Y esos momentos de mayor intimidad entre ambos, ya sean charlas amigables o conatos de enfrentamiento, ayudan a dar un poquito más de profundidad a una serie que tampoco parece tener especial interés en este punto.
En resumidas cuentas
'Sin límites' no va a ser la versión definitiva de la histórica primera vuelta al mundo, pero si es un acercamiento accesible y suficientemente estimulante tanto para pasar un buen rato como para despertar una mayor curiosidad al respecto. Es ágil, bien resuelta y con dos protagonistas que logran mantener el pulso.
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