Existe cierto momento en la adolescencia en el que aparecen personas con las que proyectarse, que sirven como catalizador de procesos internos, ya sea a través de descubrimientos, desarrollo personal o florecimiento de emociones que antes no se habían producido. Lo común es que estas personas tengan más edad, que su existencia haya transitado por rutas diferentes a la de uno y que la perspectiva con la que afronta la vida resulte sustancialmente opuesta.
Es lo que le ocurre a Nora, joven española de 14 años, con Libertad, una chica colombiana un año mayor que acaba de llegar a España. La primera, perteneciente a una clase privilegiada de Cataluña. La segunda, hija de la mujer que limpia, cocina, friega, barre y cuida de esa familia privilegiada, esto es, la familia de Nora.
Libertad se cría con su abuela sin referentes paternos, carente de afectos y con una independencia marcada por las escasas restricciones impuestas, Nora sumergida en un entorno protector y acomodado, aunque con grietas emergentes que van a propiciar algunos seísmos. El descubrimiento, al final, la tendrán ambas, y la vida adulta que acompaña al fin de la inocencia se abrirá paso en lo que dura un verano.
Un flashback de 'El adiós'
Dichas adolescentes son las protagonistas de 'Libertad', sólida ópera primera de Clara Roquet tras sus cortometrajes 'El adiós' (2015) y 'Les bones nenes' (2016) y su pieza fílmica 'Juicio a una zorra' (2020) codirigido junto a Miguel del Arco para el proyecto Escenario 0.
'Libertad', que se ha encargado de inaugurar la 66 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid después de su paso por Cannes en la Semana de la Crítica, es en palabras de Roquet como un flashback de 'El adiós', corto que precisamente se alzó con la Espiga de Oro en Valladolid.
"Empecé escribiendo la historia de Nora y de Libertad por separado, pero pronto me di cuenta de que tenía que unirlas", ha precisado la directora en la ciudad castellanoleonesa. En esa unión se marcan las diferencias (de clase, de origen, de actitud, de cultura) que existen entre dos realidades paralelas, tan distintas pero al mismo tiempo tan iguales.
La cinta se abre con un llanto, oculto, ese que sale del estómago y no permite respirar, existir con normalidad. Pertenece a Rosana, la cuidadora colombiana, la misma que Nora considera como un miembro más de la familia pero que su hija Libertad, en cambio, recriminando el descaro de semejante afirmación, señala que es su madre la única de toda la casa que le limpia el culo a su abuela. Ese llanto, lo hace a escondidas, tras las cortinas, porque cuando eres considerada una persona al servicio de los demás el sufrimiento propio has de llevarlo oculto, en silencio.
El reencuentro con su hija, después de tantos años, es inminente, aunque las circunstancias no son las más favorables. La mujer que cuida tiene alzhéimer avanzado, la hija de esta con sus dos nietas (Nora es la mayor) acaban de llegar a la casa de verano para pasar allí agosto con primos y tíos. Sin embargo, el padre ha decidido quedarse en la ciudad. Ambas familias tendrán asuntos pendientes que afrontar y decisiones que tomar.
'Libertad', nueva aportación de una estimulante ola de cineastas españolas
A medida que avanza el metraje se evidencia que Roquet termina estando más interesada en reflexionar sobre los cambios producidos en la adolescencia, los conflictos vitales propios de esta edad, los estallidos rebeldes que favorecen el crecimiento, que en las diferencias de clase y la migración, asuntos por los que sobrevuela (con algunos destellos de gran interés) sin llegar a profundizar todo lo que podría.
Por ello, 'Libertad' está más cerca a la coming of age que a 'Roma' (2018) de Alfonso Cuarón o 'La novia del desierto' (2017) de Cecilia Atán y Valeria Pivato. En todo caso, y tratándose de una obra con elementos autobiográficos, ha de celebrarse la honestidad en el retrato de la clase privilegiada, la cual no sale muy bien parada al poseer un rancio discurso paternalista y de superioridad. "La película tiene mucho de autobiografía, mi abuela tuvo alzhéimer y fue cuidada por personas migrantes. Además, he utilizado muchos momentos reales de los veranos de mi infancia que pasé junto a mi familia", comentó Roquet en rueda de prensa.
"En un primer momento quise asumir el punto de vista de Libertad, pero luego me di cuenta que yo en quien me veo reflejada es en Nora, la cual observa con fascinación a una chica procedente de un país exótico y, al mismo tiempo, se da cuenta de su propia desintegración familiar". Una historia íntima que la directora comienza a desarrollar en 2016, aunque no fue hasta 2019 cuando tuvo lugar el rodaje.
Aunque la inevitable comparación con 'Verano 1993' ('Estiu 1993', Carla Simón, 2017) no le favorezca (ese desenlace con tantísimas similitudes), el filme se ubica en una estimulante ola de nuevas cineastas españolas -mayoritariamente de la ESCAC, aunque no todas- donde la madurez, el patriarcado, la autobiografía o las relaciones familiares expuestos con tono minimalista e intimista son clave. De la antes citada Carla Simón hasta Pilar Palomero, pasando por Lucrecia Martel, Alice Rohrwacher o Xavi Sala, las influencias o paralelismos posibles son claros.
Entre las muchas virtudes de los cineastas citados se encuentra la dirección de actores, en especial la habilidad en conseguir notables interpretaciones de niños y jóvenes, un logro compartido también por Roquet, quien aprovecha al máximo a sus actrices protagonistas, María Morera y Nicolle García, sin olvidar a las veteranas Nora Navas y Vicky Peña.
Personaje importante es igualmente la casa veraniega donde transcurre la mayor parte del filme, de la que se obtiene un uso eficaz de los diferentes espacios que hay y una calidez que traspasa la pantalla. "Queríamos una casa de estética setentera de la Costa Brava, que fuese grande y nos permitiera filmar en distintos ambientes, la selección fue complicada, tuvimos una larga búsqueda hasta dar con ella", explica la realizadora.
También afirmó Clara Roquet que le gustaría tener una carrera profesional guiada por sus guiones, pues su deseo no es hacer tantas películas como directora, únicamente cuando lo crea necesario. Actualmente trabaja en la escritura de dos nuevos largometrajes que ella no dirigirá, y a la espera por descubrir estas nuevas historias continuemos escrutando 'Libertad', que tiene su estreno en salas españolas el próximo mes de noviembre.
Una lúcida película sobre un verano que expira y una nueva conciencia que emerge. Un retrato sobre la libertad, término manipulado políticamente hasta la náusea y que cambia de significado según la clase social a la que pertenezcas, y al género y edad que se tenga.
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