Hoy en día son legión las películas que adaptan series o trilogías de novelas de fantasía. El film de Mark Waters, 'Las crónicas de Spiderwick' ('The Spiderwick Chronicles'), se basa en los textos de Tony Diterlizzi y Holly Black que nos hablan de los desesperados esfuerzos de los dos niños gemelos y su hermana adolescente para proteger la Guía Del Mundo Fantástico e impedir, con la ayuda de algunas de las extraordinarias criaturas del Mundo Oculto, que caiga en manos del malvado ogro Mulgarath.
'Las crónicas de Spiderwick', que se estrena el 14 de marzo, está interpretada por Mary-Louise Parker, Freddie Highmore y Sarah Bolger, David Strathairn, Nick Nolte, Andrew McCarthy y Joan Plowright.
Cuando una película de aventuras está bien creada, además de a su público destinatario principal, que son los niños y los jóvenes, puede gustar a personas de cualquier edad. Si la historia está contada con suficiente fuerza y no cae en trampas o simplificaciones, incluso los mayores podemos sentirnos como infantes de nuevo y dejarnos llevar por las peripecias que viven los protagonistas. Por ello, 'Las crónicas de Spiderwick' tiene, en mi opinión, la capacidad de resultar distraída para cualquier tipo de espectador. Las interpretaciones perfectas de Freddie Highmore le aportan una psicología de los personajes que se sitúa en un plano bastante maduro, en contra de la ñoñez que suelen presentar estos films cuando se detienen a contarnos las historias personales de sus protagonistas. Mary-Louise Parker sería la segunda intérprete que más merece ser destacada, en el papel de una madre superada por las circunstancias. Los demás actores y actrices completan un reparto al que no se le puede objetar nada.
Además de este enfoque adulto en lo que se refiere a las tramas personales, otro de los elementos que quizá ayuda a que 'Las crónicas de Spiderwick' se vea con mayor empatía es el que los hechos fabulosos se den en el marco de un mundo real y casi cotidiano. Al igual que en 'La historia interminable', el protagonista aparece en un desván, donde halla un libro polvoriento, y desde ahí da comienzo toda la ilusión. Pero en este caso no nos sumergimos en las interminables historias narradas en ese volumen, sino que el mundo real sigue existiendo y dentro de él se destapa toda una dimensión oculta. Esto ayuda a que la integración con lo imaginado parezca más posible y permite que en la mente de los espectadores se dé la ensoñación de correr aventuras similares.
El aspecto más logrado de la película son los efectos especiales que crean personajes fantásticos con un realismo y una agilidad de movimientos como nunca se habían visto. Las expresiones faciales de estos seres parecen de carne y hueso y todas las animaciones están incrustadas dentro de la imagen real sin que haya ninguna posibilidad de apreciar el truco. Imagino que se trató de una película difícil de rodar, pues no sólo para crear estas criaturas hubo que recurrir a los efectos. El doble papel de Highmore supongo que se realizó con cámaras de movimiento programado, lo cual, para una película entera, supone una enorme organización y un grado de ensayos muy elevado. La actuación del joven intérprete, por lo tanto, merece aún más estima de la que ya por sí le podemos dar.
Plásticamente, no sólo los efectos son buenos. Toda la película tiene una gran belleza y está ambientada con enorme magia. Está plagada de elementos mínimos que te sumergen en un cuento de hadas, pero que no impiden que avance la historia o que haya continuamente acción. Por ejemplo, las amigas de la tía bisabuela de los tres niños, que se ocultan entre las flores, pero son seres voladores; o las que, con sus cánticos, distraen a quienes las escuchan… son creaciones que aportan mucho encanto a la cinta.
Es cierto que algunas de las cuestiones que aparecen en 'Las crónicas de Spiderwick' ya se han visto en anteriores películas fantásticas. Por ejemplo, los malos desean poseer el elemento que protegen los protagonistas –llámese libro, llámese anillo, llámese bebé con rizos pelirrojos— para así dominar el mundo. Las criaturas se pueden asemejar a las de otras creaciones fantásticas. ¿Pero quién no bebe de las mitologías preexistentes? Encontrar estas similitudes ya no puede echarnos por tierra un film o libro, pues ocurre prácticamente siempre.
Aglutinando todo lo anterior se puede concluir que 'Las crónicas de Spiderwick' no es una película extraordinaria en cuanto a lo que cuenta ni en cuanto a lo que puede suponer dentro de la historia del género, pero que es entretenida y tiene algunos aspectos muy logrados, entre los que destacan los efectos especiales.
En Blogdecine:
Tráilers y pósters de 'Las crónicas de Spiderwick' ('The Spiderwick Chronicles').