'Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian', entretenida fantasía

'Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian', entretenida fantasía
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Este miércoles, 2 de julio, se estrenará 'Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian' ('The Chronicles of Narnia: Prince Caspian'), segunda parte de la saga que comenzó con 'Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario' ('The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe'). Al igual que aquélla, está protagonizada por Georgie Henley, Anna Popplewell, Skandar Keynes y William Moseley y también al igual que la primera, está dirigida y escrita por Andrew Adamson, basándose en la obra de C. S. Lewis. Además del reparto ya conocido, esta segunda entrega introduce como novedad a Ben Barnes, Peter Dinklage, Sergio Castellitto, Simón Andrèu, Alicia Borrachero y a Damián Alcázar.

En la crítica de la primera, comentaba que se me hacía lenta porque era muy evidente que tenía que presentar muchos elementos. Gracias a ese inicio, esta segunda película, en la que ya conocemos el mundo imaginario en el que se centra y a muchos de sus personajes, tiene la capacidad de ser mucho más entretenida, ya que constantemente están sucediendo cosas. Su trama está mejor planteada que la de la primera, pues en seguida entramos en la cuestión y sabemos hacia dónde se dirige la historia. El film ofrece batallas constantes y numerosas secuencias de acción que consiguen que las dos horas y media no parezcan largas.

Esta primera cuestión tiene una contrapartida, que consiste en arrastrar a los personajes de la primera que pueden no tener tanta importancia en la que nos ocupa. Los cuatro hermanos cumplían funciones diferentes en el primer film, pero en esta ocasión se reparten tareas que uno solo podría haber llevado a cabo. Y no sólo eso, sino que una vez superados los complejos que sufría Edmund (Skandar Keynes) en 'Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario', ahora se parece demasiado a su hermano y nos encontramos con dos personajes similares en exceso. Lucy, además de ser la que más peso tiene por sí misma, es quien mejor cae gracias al encanto que tiene la actriz que la interpreta: Georgie Henley. Peter, como personaje, sería el segundo en mantener la importancia y también William Moseley, como actor, sería el que, junto a Henley, mejor interpreta su papel de los cuatro hermanos.

En la entrega original destacaba la interpretación de James McAvoy, en el papel del fauno. En 'Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian', el actor que más despunta es Peter Dinklage, que aparecía en una temporada de 'Nip/Tuck' y que protagonizó 'Vías cruzadas' ('The station agent') y 'Un funeral de muerte' ('Death at a Funeral'). Es un hombre con muchísimo carisma y unas dotes interpretativas tremendas. Su papel, similar al de McAvoy por convertirse en amigo de Lucy, logra transmitir ternura sin perder por ello la entereza ni caer en el infantilismo exagerado.

Sergio Castellito no está mal, a pesar de que su personaje se sume en los tópicos del antagonista. Hablando de las némesis y de la interpretación de los actores que las han encarnado, se podría comentar la cuestión racial por la que los buenos tienen dejes británicos o anglosajones, mientras los malos tienen acentos italianos, latinoamericanos y españoles.

Ben Barnes, actor protagonista de la cinta gracias a interpretar al príncipe Caspian, es quien menos encomios merece, ya que su trabajo se hace algo torpe, con exagerados gestos de sorpresa, sufrimiento o desconcierto –que serían válidos al inicio del film, pero que tendrían que haberse ido diluyendo hacia el final— y con un acento hispano que descoloca ligeramente. Es probable que el propio Barnes lo haga mejor en la siguiente entrega, 'The Chronicles of Narnia: The Voyage of the Dawn Treader', pues en ella su personaje habrá madurado. Y en otros papeles, sin esta incomodidad de imitar un acento extranjero, posiblemente también logrará mejores resultados.

Como todo el mundo sabe, C. S. Lewis y Tolkien eran amigos, así que las similitudes entre los libros sobre 'Narnia' y los de 'El señor de los anillos' se pueden achacar a muchas cuestiones. El parecido entre 'Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian' y los dos últimos films de Peter Jackson sobre la historia de Tolkien se encuentra en numerosos elementos, como los árboles que acuden a ayudar en la batalla o el personaje del enano, por citar sólo algunos. Todo esto no hace que esté a la altura de 'ESDLA', pero porque es muy difícil estarlo.

Uno de los puntos más positivos de la saga es que las aventuras están presentadas de tal manera que perfectamente se podría considerar que son una fantasía de los niños, es decir, que en realidad no las han vivido. Esa duda que no resuelven me parece de lo más interesante que tienen estas historias. El aliciente de la evasión que tiene el cine y que, gracias a Aslan, no ha perdido –a pesar de que existen medios de entretenimiento más directos—, se basa mucho en esa proyección que supone meterse en la piel de alguien que no tiene más remedio que vivir aventuras. Como ya mostró el personaje de Bastian en 'La historia interminable' o, a otro nivel, el de Quaid / Hauser en 'Desafío total', salirnos de nuestro "yo" cotidiano y convertirnos en otra persona con una vida más arriesgada supone un disfrute. Al dejar en entredicho si Narnia existe o no, cualquier espectador puede verse en la situación de los cuatro hermanos Pevensie. La identificación es muchísimo mayor que si se nos mostrase simplemente algo ambientado en una época pretérita o en una dimensión desconocida.

Recomiendo 'Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian' a cualquier persona a la que le distraigan los films de aventuras y acción. Por supuesto, a todos aquellos que disfrutaron de la primera, pero también a quienes no vieron la anterior o que la vieron y no les gustó, ya que ofrece mucho más entretenimiento.

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