'La Profecía', la de Richard Donner

'La Profecía', la de Richard Donner
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Ayer, sexto día del sexto mes del 2006 se estrenó la nueva versión de ‘La Profecía’, y he considerado que era un buen momento para ver de nuevo la película de Richard Donner, sin lugar a dudas uno de los clásicos de terror de los 70. El remake también lo he visto, pero vayamos por partes. Guionizada por David Seltzer nara la historia de un embajador americano que va descubriendo poco a poco que su hijo adoptado es el Anticristo.

Primera película importante, por decirlo de algún modo del señor Donner, después de dos films con Charles Bronson, y un montón de trabajos para la televisión. Estamos ante su primer gran éxito, y también ante uno de los films más influyentes en el cine posterior, imitado hasta la saciedad, e incluso generó dos secuelas a cada cual peor, y que es mejor olvidar, aunque recomiendo ver la resolución de la historia por lo delirante que resulta, donde Seltzer volvía a guionizar, probablemente bajo los efectos de alguna sustancia, aunque lo cierto es mejor que haga guiones y que no dirija.


Uno de los mayores aciertos de Donner en el film es haber hecho creíble una historia que de no tener un buen narrador detrás podría haber caído en el ridículo, cosa que gracias a Dios no ocurre. Donner demuestra su buen pulso para un excelente ritmo siguiendo los cánones que imperaban en el cine en los 70 con las películas de terror: salvo un par de escenas en el principio, el meollo de la cuestión no estallaba hasta bien avanzada la narración. Ejemplos excelentes de esto serían ‘Tiburón’ y ‘Alien’, films que al igual que ‘La Profecía’ no empezaban ya asustando al personal con escenas fuertes llenas de efectos especiales, salvo esa escena incial que servía para dejarte bastante intranquilo, y luego, poco a poco ir incomodándote hasta que ya en el tramo final, la película presentaba todas sus cartas. Seguir este esquema no era sinónimo de calidad, ni muchísimo menos, era una manera de hacer las cosas en aquellos años, y que no a todos les salía bien. De hecho hay algún que otro film de terror de aquella época que después de su primera media hora no era capaz de despegar y se quedaba en un aburrimiento soberano, caso de ‘Terror en Amytiville’.

Además de un ritmo muy logrado, ‘La Profecía’ contaba con excelentes interpretaciones de sus actores que hacían perfectamente creíbles todos los personajes. El mítico Gregory Peck, ya en el ocaso de su carrera y en una época en la que apereció en algunas superpoducciones con grandes estrellas en su reparto, interpreta al embajador americano Robert Thorn. Peck está muy convincente en su progresivo cambio de mentalidad, alcanzando la cima en el momento en el que uno de los personajes principales muere y él tiene que asimilarlo. La escena es gloriosa, con el actor sosteniendo el plano de forma increíble.

Acompañan a Peck, Lee Remick, otra actriz del Hollywood clásico, interpretando a la esposa de Thorn, y también con un cambio progresivo en el personaje bastante logrado. David Warner, eterno secundario, como el fotógrafo que ayudará a Thorn a descubrir la verdad; y sobre todo Billie Whitelow, interpretando a una de las niñeras más hija de puta de toda la Historia del Cine, realmente amenzante y que con sólo su mirada y media sonrisa era capaz de hacer que te mearas del miedo.

No me olvido de Harvey Stephens, que interpretaba a Damien. Un estupendo acierto de cásting, ya que el niño es realmente inquietante, y su presencia de aparente tranquilidad durante casi toda la película es uno de sus máximos aciertos de la cinta, al estar el crío enormemente creíble con esa mezcla de niño adorable que no mataría una mosca, pero que en su mirada vemos al mismísimo Diablo. Atención a ese plano final que cierra el film.

Y tampoco me olvido de la impresionante banda sonora de Jerry Goldsmith, uno de los más grandes compositores de todos los tiempos, muy por encima de gente como John Williams, y que con este trabajo ganó un merecido Oscar. Goldsmith combina los elementos teroríficos con los emotivos con una inusitada y envidiable facilidad. La canción Ave Satani es memorable.

De todos modos, el film no llega a ser perfecto en ningún momento, y hay un par de defectos a mi juicio realmente preocupantes que no estropean la función pero le impiden ser una gran obra. Seltzer como guionista comete un fallo enorme, la niñera cuando llega al hogar a cuidar del pequeño ya empieza a dar problemas y a actuar muy sospechosamente, teniendo los padres orportunidad de despedirla, cosa que no hacen. Resulta un poco forzado el hecho de que la niñera, a pesar de que prácticamente desobedece todas las órdenes que le dan, siga en la casa contratada.

Y por otro lado, Donner abusa visualmente de ciertos efectos que no le quedan demasiado bien a la película, sobre todo en su pimera parte. Gran angular y planos rebuscados, que chocan un poco con la tranquila y concisa narración. Se nota que Donner venía de la televisión, y su estilo era, lógicamente, muy setentero. Dos años más tarde perfeccionaría su estilo en la maravillosa ‘Superman’.

Una buena película, en definitiva, que hizo cambiar las pautas del cine de terror, convirtiéndose en un enorme éxito de taquilla. El remake, como casi todos los remakes, pero en este caso más, era totalmente innecesario, pero de eso hablaré en breve.

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