El próximo viernes, entre el alúd de los estrenos que nos vienen ni se os ocurra acercaros a las salas donde proyecten 'La Marca del Lobo'. El que avisa no es traidor, asi que es bajo vuestra responsabilidad, luego no digáis que no os hemos avisado. Los licántropos no han sido muy bien tratados en el cine, ni siquera en aquella vieja película con Lon Chaney, que no pasaba de ser un mero entretenimiento. Tenemos que retroceder menos años, concretamente a los 80, que a algunos les quedarán muy lejos, para destacar películas como 'Un Hombre Lobo Americano en Londres', probablemente la mejor película de John Landis (¿qué ha sido de este tío?), 'En Compañía de Lobos', probablemente la mejor película de Neil Jordan, o 'Aullidos', a los que habría que sumar, un extraordinario film dirigido por Michael Wadleigh titulado 'Lobos Humanos', una pequeña joya del género con unos tintes ecologistas ingeniosamente metidos.
'La Marca del Lobo', en su título original 'Blood and Chocolate' (sin comentarios), narra cómo una manada de hombres lobo tiene su propio código en las frías noches de Bucarest. Se reúnen cada cierto tiempo para dar rienda suelta a sus necesidades naturales de cazar. Siempre cogen a un humano, le dan unos cuantos segundos de ventaja y hala, a persegirle para destrozarlo a lo bestia. En dicha manada, hay una chica (chica lobo, por supuesto) que reniega de su parte animal, y se enamora de un humano, el cual se meterá en problemas con el clan lobuno.
La película no tiene ni el más mínimo interés desde el comienzo, y sinceramente uno no entiende muy bien cuál ha sido la finalidad al realizar un producto como éste, el cual no se define en ningún momento. ¿Es un film de terror? evidentemente no, no hay escenas de suspense, ni siquiera los consabidos sustos que suele haber en este tipo de películas. A lo que se parece más la película es a una de esas comedias románticas, a las del cine moderno, claro, en la que una pareja se conoce no sin pocos problemas, se enamoran, se separan mientras suena una bonita y empalagosa canción, y luego se vuelven a juntar porque el amor es el poder más grande del universo.
Que conste que esta idea ya fue explotada en cierto modo en la maja, aunque algo fallida, 'Lobo' de Mike Nichols, pero allí existía un equilibrio entre la historia de amor y el cuento fantástico. En 'La Marca del Lobo' no hay nada de eso, en realidad no hay nada de nada, ni siquiera efectos visuales buenos, lo cual no supondría ningún problema si esto estuviera utilizado con inteligencia. No se ven las típicas transformaciones de hombre a lobo, o viceversa, llenas de efectos de maquillaje. Aquí hay un efectito de luz y zas, cambio a lobo. No es criticable en sí, pero el estar poyado en una historia tan risible hace que estas secuencias resulten casi ridículas. Un ejemplo de efectos visuales inexistentes bien utilizados sería la ejemplar 'Lady Halcón', probablemente la mejor película de Richard Donner.
No hay ni un sólo personaje fascinante o que llame la atención, el personaje femenino, interpretado por Agnes Bruckner, que ya nos horrorizó en 'El Bosque Maldito', está mal construido, y lo del trauma infantil es el no va más. El masculino, un dibujante de comics, está mal insertado en la historia, y forzadísimo, sabiendo más sobre la cultura de los hombres lobo que los propios hombres lobo. No voy a hablar de los malos de la función, porque son todos absolutamente penosos, pero sí citar que en lugar de hombres lobo parecen pandilleros que practican el parkour, al estilo de los yamakasi. La supuestas escenas de suspense se basan en saltitos de los nenes malos de un edificio a otro, mientras persiguen a alguien.
En fin, una pérdida de tiempo absoluta incluso para los nada exigentes a la hora de ver una película. Constancia me quedó de ello por la compañía que tuve mientras sufría su visionado. De todos modos, imagino que muchos ya habréis visto su trailer, el cual se proyecta antes de 'Zodiac', bueno, pues haced caso de la sensación que os queda después de verlo.